Su victoria en la FedEx Cup como disparador de la importancia que tiene el tener una actitud dominante en cada evento. El antes y ¿el después? de lo que generó (y genera) Tiger Woods.

25 de agosto de 2013. Liberty National Golf Club. Tiger Woods pegó su segundo tiro desde el fairway del hoyo 13. La pelota sale diabólicamente hacia el área de penalidad de la izquierda, a 30 yardas del green. Rodillas en el piso y, a pesar del estoico final, empezaba una serie de penumbras para el N°1 del mundo. Aún siguen esporádicamente, a pesar de sus logros históricos posteriores. El tema es que el papel de líder dominante había quedado vacante.
Desde el día de la fecha, hasta ahora, pasaron 9 nombres en 7 años. Les propongo establecer un análisis de la actualidad de ellos, sin dejar pasar que estamos tomando una muestra aleatoria, y estableciendo un paneo general, con lo que eso implica:

1- Adam Scott: En ese mismo evento de Liberty National, se quedó un largo tiempo esperando en el driving. Terminó ganando por uno y fue su segunda cosecha, luego del histórico Masters ganado a nuestro querido Ángel Cabrera, en el segundo hoyo de playoff. Al año siguiente, obtiene el N°1 a mitades de mayo y lo estrena con una gran victoria en el actual Charles Schwab Challenge. Fue el 2do líder australiano del ránking, luego del «tiburón» Greg Norman (creo que no es necesario que describa la carrera de esta leyenda). Sin embargo, todo esto se dio en un período medianamente fugaz. En ese mismo 2013 se empezaba a gestar la prohibición del anclaje para ejecutar putts. El principio del fin. La medida entró en rigor en 2016 y parecía que a Scott no le estaba afectando, luego de sus victorias en el Honda Classic y el WGC Cadillac Invitational (en semanas consecutivas). El declive empezó luego de ese momento.
Igualmente, Adam Scott nunca dejó de estar en los primeros planos, aunque hay mayores contendientes que hace 7 años atrás. Volvió a ganar a mediados de febrero, en el mítico Riviera Country Club. Le costó volver en ritmo, luego de este parate por la pandemia. Ya tiene 40 años. No llegó a Tour Championship, quedando afuera en Olympia Fields.

2- Rory McIlroy: el nuevo papá anda con otras prioridades, lógicamente. Terminó T-8, lejos del líder, aunque con algunas insinuaciones. Ojo que no perdió totalmente «el fuego sagrado». Se mantiene latente. De hecho, antes del parate por la pandemia, había vuelto a ser N°1 del mundo (en la vuelta, perdió ese lugar). Además, desde ese 2013 hasta aquí (período que tomamos como muestra), lo vimos triunfar en 2 majors (año 2014: el Open Championship, en Royal Liverpool, y el PGA Championship, en Valhalla) y pelear en muchos más. Sin embargo, el bendito putter, el karma con el Masters y algunos problemas personales (al comienzo del período nombrado) fueron algunos de los motivos por los que no se ha terminado de consolidar en la cima del mundo del golf. Eso no quiere decir que obviamente está en los primeros planos y que su trayectoria, en este deporte, es digna de admirar. Pero, a excepción de Agosto 2014 – Agosto 2015, nos costaba establecerlo como único patrón dominante del circuito. No todo dependía de él.

3- Jordan Spieth: el «¿qué hay de la vida de Anthony Kim?» (Ex N°6 del mundo, 3 victorias en el PGA Tour y una participación clave en el equipo estadounidense de la Ryder Cup de 2008, entre otros logros. Se retiró de los primeros planos por graves lesiones como razones principales) fue reemplazado en el ambiente del golf por ¿cuándo vuelve a los primeros planos Jordan Spieth?
¿Cuáles son las razones del surgimiento de esta pregunta? En el ambiente del golf, sin lugar a dudas, era el mayor candidato al lugar preciado que planteamos como discusión. Desde nuestro humilde lugar, no compartimos esta opinión. Y miren que, luego de ese mágico 2015, parecía que estaba dispuesto a TODO. Sin embargo, ahí es donde pensamos que se da el primer ejemplo para la caída de este argumento.

El Open Championship de ese año, en donde nació este deporte (St. Andrews), estaba para cualquiera. Y tanto Zach Johnson, como el australiano Marc Leishman, lo sabían. De hecho, ese -15 estaba en el clubhouse como meta a seguir. Y Jordan Spieth, al ver esto, había puesto «quinta a fondo». A tal punto que, en el 16, igualaba esa marca, con chances de superarla. Un corto putt fallado en el 17 (perdiendo un golpe allí. Fue su peor semana con el putt, desde su comienzo en los primeros planos), sumado a 3 tiros con gran cuota de nervios, en el 18, hicieron que empecemos a ver al «rey en paños menores». De ganar con absoluta autoridad el Masters, y obtener el polémico US Open de ese año, a quedarse en las puertas de la continuidad por el Grand Slam (los 4 majors en una misma temporada). Le empezaron a perder el miedo desde allí.
¿Qué pasó desde ese entonces? Salvando el Open Championship 2017, del cual se tomaría revancha, empezamos a ver una lucha constante con el contexto del momento. El PGA Championship del 2015, ganado por Jason Day, demostró que ya no dependía de lo que pudiera hacer Jordan dentro del campo de juego. La derrota con Louis Oosthiuzen, en los octavos de final del WGC-Dell Match Play 2016 (disputado en Texas, su estado natal), sumado al colapso del Masters de esa misma temporada (perdiendo 6 golpes del 10 al 12), evento ganado por el inglés Danny Willett, dieron golpes de desgaste a su trayectoria.
A pesar de que estuvo cerca en un par de majors, luego de ese 2017, pasó a ser un simple mortal. Encima buscó algún que otro cambio en su swing. Para peor. 107 quedó en la FedEx este año.

4- Jason Day: Cuando lo vimos ganar en el PGA Championship 2015, disputado en Whistling Straits, fue una exhibición de golf como hace rato no se veía. De hecho, rompió el mejor score bajo par en un major, si tomamos en cuenta circuitos femeninos y masculinos (este récord lo tenía Dottie Pepper, a quien entrevistamos hace un tiempo. Acabamos de adjuntar su link y hemos explicado esto en la entrevista que le hicimos). Sin embargo, lesiones, el diagnóstico de cáncer para la madre (operada con éxito), su irregularidad desde el fairway y su pérdida de confianza en su juego (entre otras cosas, lo llevó a separarse de su coach de toda la vida y mentor: Colin Swatton), como razones más importantes, lo fueron desgastando. Ahora, pareciera estar mostrando señales de algún esporádico regreso. En esta FedEx Cup, quedó varado en Olympia Fields.

5- Justin Thomas: En este repaso, es uno de los que corre con un poquito de desventaja. Recién se empezó a establecer, en el PGA Tour, llegando el año 2015, su temporada de novato. Para colmo, se dudaba mucho de su carácter (entendemos que nos daba motivos). En 2017, con Erin Hills como sede, entró al grupo selecto de los que hicieron 63 en un major. A los meses, en el siempre complicado Quail Hollow Club, ganó el PGA Championship con un coraje típico del lugar de privilegio en el que está actualmente.
Estuvo cerca en el Tour Championship de este año. Formato polémico mediante, quedó empatado en el segundo lugar, a 3. La irregularidad de su nivel, en el pico, es su «debe» en esta historia. A nuestro criterio, falta un cierto rodaje en el terminar de aprender a convivir en los momentos donde uno juega mal. Son detalles que hacen que cueste todavía verlo rotundamente en el lugar planteado. Las aguas tienen que seguir su curso.

6- Justin Rose: Nadie duda de su clase. Uno de los mejores swings de la historia del PGA Tour. Las condiciones de «señor inglés» las reproduce con absoluta claridad en la cancha. El US Open 2013 fue un «broche de oro» merecido, junto a su medalla de oro en los juegos olímpicos de Río de Janeiro 2016 (y esperemos que no sea el único).
En cuanto a sus períodos como N°1 fueron escasos. Ahora bien, en el anteúltimo de ellos (de enero a marzo 2019), realizó un cambio de palos inexplicable, desde el punto de vista técnico. ¿Para qué romper lo que no está roto? Su victoria de Torrey Pines, en 2019, fue el principio del fin del «verano» en su carrera. No es para hacer un drama porque sigue en los primeros planos. Pero difícil verlo de vuelta en esta posición de privilegio.
Actualmente, ya tiene 40 años. En la FedEx Cup terminó en el puesto 91.

7- Brooks Koepka: el más claro para explicar. Bicampeón en el US Open (2017-2018) y bicampeón en el PGA Championship (2018-2019). No bajó del 5to lugar, en ese 2019, cuando hablamos de majors. Sinceramente, creemos que acá estaba el que más cerca estuvo de tener ese papel (antes de analizar al protagonista en cuestión). ¿Y por qué dejo de ser el más importante? Su arrogancia.
Perdón. Es cierto. Tiger la tenía también. Pero era arrogancia respaldada con resultados que están, todavía, fuera de cualquier standard (hacemos referencia al viejo Tiger). Justamente, esa arrogancia era «la pizca de pimienta y sal» a la magistral carrera que formó. Nunca le jugó una mala pasada. En el caso de Brooks, esas fallidas declaraciones, antes de la última ronda del PGA Championship de este año, hicieron que se «autolesione» sin ningún tipo de necesidad. Los resultados estuvieron a la vista. Si a todo esto le sumamos sus problemas en la rodilla, no hay que explicar mucho más.
Sin lugar a dudas, puede volver. El tiempo lo dirá. En esta FedEx terminó en el puesto 104.

8- Jon Rahm: Tampoco hay mucho para redactar. Ojo: no porque no lo merezca. Sino por su poco tiempo en la máxima categoría. Su primera temporada completa fue en 2017.
Ya pudo ir puliendo, en gran medida, su carácter. Estoy seguro que estará más tiempo como N°1 del mundo (ahora es N°2). Es un GRAN competidor y, a pesar de sus «vaivenes emocionales», sabe aguantar las rondas. Lo demostró esta semana en Atlanta. Les menciono un ejemplo del domingo: luego del doble bogey en el 4 (no pudo salir del bunker del fairway, en su segundo tiro), se levantó con un birdie en el 5 y un águila en el 6. Y nunca dejó de pelear, a pesar de ir lejos. Faltan calmar algunas ansiedades en esos momentos definitorios. Y soy injusto con él. Recién empieza a «acomodarse la pieza» de los jugadores estrella del PGA Tour.

Dije 9 «números 1». Me falta uno, es verdad. Pero por algo es el último en nombrarse. A pesar de lo difícil que es analizar un torneo con handicap, hace mucho tiempo que no nos pasaba que, a pesar de lo nominal de la diferencia, no nos sentíamos tan seguros de quien iba a ganar este evento. Y eso que, a Dustin Johnson, la FedEx Cup le era esquiva. Sin embargo, tiene una mente de gran calibre para cerrar torneos. No se inmuta. Es un jugador de póker. Aprendió a intimidar con su presencia. No sólo con el driver y su potencia. Se cansó de trabajar los wedges, se cansó de buscar alternativas con su putter… Encontró los recursos que le faltaban, con el tiempo. El robot se perfeccionó a niveles supersónicos.

El putt del 13 para par, desde 21 pies, es el ejemplo claro de lo que les quiero describir. Miren, les propongo tomar cualquier victoria de las 82 de Tiger Woods. O mejor aún, cualquier victoria, fuera de los majors, que tuvo Tiger Woods. Por nuestra parte, elegimos sólo 1: el WGC-American Express Championship, disputado en Irlanda. Venía ganando por 5 al llegar al día final. Ese domingo, Retief Goosen hizo 62 para terminar segundo de él. Perdió por 1. Si repasan ese torneo, les recomiendo ver la imagen de Retief cuando Tiger tenía 2 putts para ganar el evento (en el hoyo 18). Muy pocas veces lo vi reirse a la leyenda sudafricana. Ese momento fue uno. Sabía lo que iba a pasar. Y repito: ¡Hizo 62! Pero sabía quien estaba en frente. En Atlanta, pasó lo mismo esta semana.
Pudo haber sido un punto de inflexión. Ahora bien, tranquilamente Dustin puede caer en los errores de los N°1 anteriores. Muchas veces, los fanáticos del deporte creemos que una figura se reemplaza por otra y no es tan así. Eso, a su vez, genera un «efecto boomerang» que puede atentar contra el verdadero potencial de la persona a la cual le asignaron ese desafío (es por eso que dijimos que a Collin Morikawa , a pesar de ya ganar el PGA Championship , hay que darle más tiempo). Los argentinos, en especial, somos expertos en estos errores. Sino, pregúntenle a los que nombraron como «reemplazantes» de Messi en un futuro…
¿No nos estaremos dando cuenta que la era de Tiger Woods se reemplazará con el conjunto de las personas nombradas? ¿Se sumará alguno más a este grupo? ¿O encontramos el indicado?
Luego de que el putt de los 15 millones de dólares entrara, el director de esta obra entró en duda. ¿SE TERMINÓ EL CASTING?
Pasó una nueva temporada del PGA Tour, que parecía muerta. Eso es lo que importa.

Matías Miguel Torge
Handicap 54