El particular comienzo de la temporada 2020-21 del PGA Tour. La emocionante historia de Cink. Las vísperas de un nuevo US Open, en una de sus 3 sedes más complicadas: Winged Foot Golf Club. Phil Mickelson y sus cuentas pendientes.
El contexto particular de público conocimiento estableció que el arranque de la temporada 2020-2021 sea la semana previa al primer major… ¡DE SEIS! Insólito pero real. Para colmo, entramos en las vísperas de lo que será, a nuestro criterio, uno de los 4 campeonatos mayores más complicados de los últimos 10 años (El Open Championship 2013, disputado en Muirfield, junto a los Abiertos Estadounidenses de 2012 y 2018, entran en la lista). Un US Open, como lo hemos hablado hasta el hartazgo (tanto para la rama masculina, como para la femenina), es el desafío más importante para un golfista de élite. Desafío que ha llevado a los protagonistas a la desesperación (y un fervoroso enojo) en muchos de los casos. Si a este contexto le sumamos que su sede será uno de los 3 campos en donde se pueden hacer los setups más intrincados del tour, se genera una tensión difícil de igualar en otro momento del año. Y si el clima beneficia a esto (no lloverá en esta semana, por lo que se cuenta), la situación se potencia. ¿A qué 3 campos me refería?

Sencillo: Pinehurst N°2 (a pesar de que ahora está sin rough, la complejidad de sus greenes supera todo. Consideramos que está un pequeñísimo escalón arriba de Shinnecock Hills), Oakmont Country Club («El Pato» Cabrera nos puede comentar muy bien de ella, luego de su triunfo en 2009) y la sede actual: Winged Foot Golf Club. O mejor conocido como «La Pesadilla de Phil Mickelson».

Ahora, ¿qué tiene que ver el pobre de Stewart Cink en todo esto? Puede ser una motivación. No es para menos. Nos encantaría desarrollarnos aún más de su historia pero, el vértigo de esta temporada nos obliga a resumir. Dicho esto, el veterano de 47 años había tenido su última victoria en el Open Championship de 2009. Me olvidé de aclarar: los antecedentes (y nuestra memoria selectiva) también nos obligan a resumir. Nos cuesta asumir que el legendario Tom Watson, en sus 59 años, no haya ganado ese major.

Siguiendo con esta entretenida y emotiva historia, el oriundo de Alabama sabe muy bien lo que es enfrentar la adversidad. Tanto él como su familia. En 2016, su esposa tuvo cáncer de mama y él se ausentó por un tiempo del tour, hasta que se pueda recuperar. 2 años más tarde, él superó un cáncer de piel. Imagínense todo lo que podría pasar por la cabeza de nuestro querido protagonista, al entrar al último día con chances de victoria (estaba a 2. Era uno de los 32 jugadores separados por sólo 5 golpes). Su mujer, atenta a esto le recordó lo bueno que era, lo que la gente lo quiere, a pesar de cualquier resultado posible, y que tenía todo para poder obtener un nuevo triunfo. Reagan, uno de sus hijos, lo acompañaba en la bolsa. El otro, Connor, estaba cumpliendo años. ¿Faltaba algo más? Un rival que fuera su antítesis.

Harry Higgs es todo lo «políticamente incorrecto» en el mundo del golf (dentro de los límites establecidos, obviamente, y sin excesos desmedidos). Un personaje bien extrovertido y excéntrico. Fue capaz de desfilar «a caballito» con el driver, en el corto par 4 del hoyo 17 del Waste Managment Phoenix Open. Siempre lo ves con una sonrisa o expresando cada sensación, sin importar que tuviera adelante. A su vez, su personalidad refleja su juego. No le importa correr riesgos. El albatros del viernes (en el 9, para cerrar el día) o el «gancho divino» del par 5 del 16, el último día, para ponerse a uno sobre el final de la jornada, hablan de su estilo de juego. Alguien que, si no hubiera sido golfista, estudaría para PRESIDENTE. Así como les digo. Pero, simplemente, esta no era su semana. Ahora bien, personajes como éstos, en los cuales nos podemos sentir identificados algunos, no pueden faltar nunca en el circuito.

¿Recuerdan la última victoria de alguien veterano en el PGA Tour? La primera que se nos viene a la cabeza es, sin lugar a dudas, la de Phil Mickelson en el WGC México Championship 2018. Un Phil que, a pesar de haber hecho 2 rondas consecutivas sin bogeys, desde 2016, no driveó nada bien. La victoria en Ozarks National, para el circuito de veteranos, quedó atrás en el tiempo. Sin embargo, siente que la sede newyorquina, del Abierto de su país, le debe algo. Un fanático, en la semana que pasó, le comentó que apostó por él (ganaría el hombre 75 dólares por cada U$S que apostaba por Phil). Obviamente, la respuesta estuvo a la altura de la persona de la cual hablamos: «sólo espero tener 3 de ventaja al tee del 18, del día domingo, en ese momento» (Phil, en 2006, lideraba por 1 ese US Open. Terminó haciendo doble bogey). Sabe que ese ansiado US Open no se le puede escapar. Es su obsesión.
Stewart Cink dejó un precedente. Insisto, nos hubiera gustado entrar más en detalle. Y creo que estamos siendo injustos con él. Pero no podemos dejar que… ¿anticipó lo que vendrá? Lo hecho por el americano, ¿es la acción por la cual se inspirará el futuro que aparezca en EL «ESPEJITO MÁGICO DE PHIL»?

Matías Miguel Torge
Handicap 54
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