El ejemplo más claro que una victoria trae a otra victoria. Los detalles de una nueva historia pintoresca, con el paraíso de Punta Cana como sede de la misma.
Muchos de nosotros pensamos que el escenario, que nos entregaba el Corales Puntacana Resort & Club Championship, era de relajación. Si bien la bolsa de premios había aumentado y los privilegios también (excepcionalmente, este año pasó a tener los beneficios de un torneo normal del tour, dados los problemas del calendario. La invitación al Masters 2021 es un claro ejemplo), el hecho de la menor complejidad del campo, sumado al paisaje paradisíaco y el hecho de estar en la semana posterior a un US Open (descanso de figuras mediante), hacía imaginarse un torneo que no iba tener grandes novedades. Nunca les mentí en cada texto que escribí. Esta no iba a ser la excepción. Teníamos ciertos candidatos en nuestras vistas, como siempre. Sin embargo, ingenuamente pensamos que tendríamos cierto grado de respiro. Esto es golf. Nunca está dicho nada hasta que entre la última pelotita en el hoyo 18. Lo volví a aprender porque el destino tenía otros planes.

Antes de entrar a lo ocurrido en el torneo en sí, no quiero dejar de lado mi asombro por las críticas que he escuchado hacia Emiliano Grillo y su actuación de esta semana. Creo que nos estamos apurando y no sabemos lo difícil que es ganar en el tour. Miren, les voy a traer un caso para argumentar. Alguien que tiene un estilo muy parecido. Un estilo, quizás, bastante mejor, en sus mejores momentos. Si Emiliano lee esto en algún momento, creo que me sabrá entender. No dudamos del talento de el. Ahora bien, este chico tenía lo suyo. ¿De quién estamos hablando? Hacíamos referencia al inglés Luke Donald.
No voy a entrar en grandes detalles con el ex n°1 del mundo. Ahora, ¿por qué lo reconocíamos? Nunca fue uno de los bombarderos. Al contrario, no había espectacularidad en su juego. Pero hacía lo que tenía que hacer. Ir por el medio y siguiendo «lo que recomiendan los médicos». ¿Cuántas victorias tuvo en este circuito? Sólo 5, en una gira que lo recibe desde 2002. Grillo, con muchas temporadas menos en el lomo, ya está a 4 victorias. Es verdad que el día sábado, yendo puntero en este evento, se complicó de manera increíble, desde el hoyo 13. Pero, para una victoria, tenés que hacer como el cántaro: ir muchas veces a la fuente del éxito. En algún momento se va a romper. El camino es el correcto. Es lento y, por momentos, tortuoso. Pero es cuestión de no desesperar y seguir. Emiliano lo sabe. Está cada vez mas cerca.

Volviendo a lo estricto de la semana, es muy difícil ver dos sucesos iguales en la historia del golf, salvo raras excepciones marcadas por leyendas. Hay veces que este deporte se transforma en «el arte de lo impredecible». Y es lo que ha pasado en estos 4 días con Hudson Swafford, quien buscaba volver a los primeros planos luego de una lesión en las costillas, seguida de una intervención en el pie (para sacarle un hueso que molestaba). Un Swafford que, ante estos antecedentes, perdía confianza en su juego. Necesitaba un «golpe de efecto». Ayudado por su psicólogo deportivo, Bhrett McCabe, entró, inconscientemente, en «el túnel del tiempo».

La Quinta, California. Domingo 22 de enero de 2017. Hoyo 17. El canadiense Adam Hadwin, luego de su fantástico 59 del día sábado, no quería que se le escape su primera victoria en el tour. Sin embargo, compartía la punta con un sorprendente Hudson Swafford. Sí, el mismo que nombramos anteriormente. El mismo que lideró jueves y viernes y, a su vez, pareció perderlo todo el día sábado. Pero, el talentoso Hadwin se confió y, cuando vio por el espejo retrovisor, era tarde. El tiro, en el famoso par 3 de la Stadium Course, fue perfecto. 1 de ventaja y la moneda cayó para nuestro protagonista de la fecha, residente clásico del estado de Georgia. La foto de ese hierro 8 perfecto había quedado en el olvido. Hasta ayer, que volvió a entrar en acción.

Punta Cana, República Dominicana. Domingo 28 de Septiembre de 2020. Adam Long, luego de su fantástico 64 del día sábado, no quería que se le escape su segunda victoria en el tour. Sin embargo, perdía la punta con un sorprendente Hudson Swafford. Sí, el mismo que nombramos anteriormente. El mismo que lideró jueves y viernes y, a su vez, pareció perderlo todo el día sábado. Pero, el talentoso Long se confió y, cuando vio por el espejo retrovisor era tarde. No, no está viendo doble mi querido lector. La historia se volvía a repetir, aunque con algún condimento adicional.

Cuando todo parecía definido por Swafford, el doble bogey del 13 quemó los papeles. De liderar por 4 a empatar la punta, instantes después, con un Mackenzie Hughes (compatriota del nombrado Hadwin) que explicaba por qué había entrado en los 30 mejores de la temporada pasada. Todo tiene que ver todo. Ahora, falta una escena en la historia. Valió la pena «el viaje en el tiempo». Llegamos al hoyo 17.

Ese hierro 8 de 2017 fue la inspiración perfecta. En este caso, el hierro 6 entraba a la cancha, en el papel de «salvador». Y así lo fue. El mejor tiro del día, en el momento indicado. 1 de ventaja. Sufrió de más con los 2 putts del 18. Pero el destino estaba dando señales. Todo volvió a la normalidad para Hudson Swafford.
No conozco a nadie que no haya tenido la fantasía, en algún momento, de ser Marty McFly y tener la ayuda del Dr Brown para viajar por la historia. Bueno, pareciera que el DeLorean DMC-12 quedó estacionado en algún lugar de las costas de República Dominicana. Hay que ver si Hudson Swafford lo dejó con nafta, luego de filmar una nueva edición de VOLVER AL FUTURO.

Matías Miguel Torge
Handicap 54