El comienzo de un «mano a mano» privilegiado, con una leyenda de nuestro deporte. Masters, Ryder Cup, Open Championship y la vida misma. El destacable compromiso por el golf, sin dejar de lado la esencia que lo caracteriza.
Una persona de mi entorno (la cual me ayuda muchísimo en mi vida) me dijo, cuando le contaba acerca de mi familia, que yo era «el más italiano de todos». Con el tiempo, me di cuenta de que tenía razón.
Soy hijo de inmigrantes italianos y, con el paso del tiempo, entendí un montón de valores que agradezco tenerlos. Esos valores se originaron cuando tuve mi viaje allá, aproximadamente a los 4 años. Obviamente que, por la corta edad, tengo recuerdos muy vagos de esa experiencia. Ahora bien, el cariño y la calidez de las reuniones familiares numerosas, el respeto hacia los referentes, la sana alegría por distintas festividades, el esfuerzo y la pasión por las actividades/responsabilidades por hacer, y el respeto por las culturas existentes (entre otras cosas), son principios inculcados que hicieron lo que soy en esta vida. Siempre estaré agradecido.
Obviamente que tuve un proceso de entendimiento ante esto (podríamos decir que todavía sigue). Con este ejemplo que les voy a contar, seguramente podré ser más claro. Miren, no voy a mentir que, en un principio, no terminaba de apreciar el valor de las canciones que se escuchaban aquí (no dejen de tener en cuenta mi pequeñísima edad). Los viejos «cassettes» de Doménico Modugno, Zucchero, Nicola Di Bari, Toto Cutugno, Bobby Solo, Luigi Tenco, Rita Pavone y Gigliola Cinquetti (entre otros), no eran muy bien aceptados. No es broma y lo reconozco: fui un irrespetuoso. Por suerte, reaccioné a tiempo y, con el correr de los años, entendí la importancia de los artistas nombrados, con la cantidad de ediciones ganadas del «Festival de San Remo». No solamente eso. Podríamos decir también que entendí esas expresiones contundentes de la cultura de mis padres. Entendí esa sensación de «dejarse llevar» y mostrar lo que uno es capaz de hacer, con el corazón. Por lo tanto, al incorporar esto, todo cambió. Creo que también le ha pasado esto, al ambiente de nuestro golf, luego de percibir lo hecho por nuestro legendario protagonista en cuestión.

Costantino Rocca nació el 4 de diciembre de 1956, en la ciudad italiana de Bérgamo. Cualquier palabra que use para describirlo, quedará chica. Fue, es y será uno de nuestros «faros» a seguir. Construyó su trayectoria a base de esfuerzo, sacrificio y convicciones por su actividad. Ahora bien, los éxitos obtenidos no hicieron que se derrumbe su forma de ser. Todo lo contrario. Debajo de esa gorra del resort turístico de «Club Med», aparecía una reluciente sonrisa. Siempre. Nunca dejó de disfrutar. ¿Queda alguna duda acerca de por qué lo apreciamos tanto, en nuestro deporte? No más preguntas, Señor Juez.
Tuvimos que dividir esta entrevista en dos partes. Valía la pena para poder «saborear» este privilegio que nos estamos dando en nuestro país. Por eso, excepcionalmente, decidimos incurrir en el formato comúnmente conocido como «podcast». Les confieso que los nervios, por la leyenda que tenía del otro lado del teléfono, estaban latentes. Seguramente, al ser mi primera edición, los errores estuvieron a la orden del día (y sabrán disculparme por los mismos). Ahora bien, la idea fue que esta charla salga con la menor edición posible, sabiendo que Costantino es un referente de esta «familia» que formamos todos los «tifosi» (como se los conoce a los aficionados en Italia) del golf. Mi querido lector: espero a que se tome su tradicional «caffé macchiato» (luego de la pasta del domingo) para poder comenzar.


FALTA LA SEGUNDA PARTE. ESTA HISTORIA SIGUE. QUEDA MUCHO POR HABLAR.

Matías Miguel Torge
Handicap 54
2 comentarios sobre “COSTANTINO ROCCA Y EL ORIGEN DE NUESTRA PASIÓN (PRIMERA PARTE)”