Hawaii como «sede testigo» de la vuelta (a los primeros planos) de un talento innato.
Era uno de mi dibujitos animados preferidos. No podía faltar su sigilo y su tranquilidad destacada, como «marca de agua». Las diabluras de la pantera caían por decantación, escondidas en esa ternura que nos provocaba el personaje. Un personaje simple, con su paso característico imitable (pero no igualable), que siempre se traía un momento pintoresco, dentro del concepto descripto. No había que pedirle poderes sobrenaturales. La picardía era el ingrediente justo. A veces, no se necesita más que eso. ¿Y cómo se obtiene? Con la constancia de vivir las mismas situaciones, durante mucho tiempo.

Todos estábamos ansiosos por lo que genera un nuevo año golfístico, en nuestras vidas. Sin dejar de lado las situaciones particulares, nombradas hasta el cansancio, nada hacía pensar que la Plantation Course (del Kapalua Golf Course) ofreciera algo distinto a lo que nos tiene acostumbrado año tras año. Es verdad que es una cancha que beneficia a los pegadores largos, por sus fairways amplios. Ahora bien, teniendo en cuenta sus desniveles naturales, no hay que dejar de lado que el campo premia (aún más) a aquellos que saben manejar la trayectoria de la pelota. Repasemos algunos de sus ganadores, desde que el torneo se encuentra en Hawaii (1999): Jim Furyk, Sergio García (quien volvía al evento, desde 2006), el mítico australiano Stuart Appleby (tricampeón entre 2004 y 2006), y Zach Johnson, por nombrar algunos de la «vieja escuela». No caben dudas que podríamos visualizar cierta tendencia, aunque la misma se haya invertido (un poco) en los últimos años. Sin embargo, el golf es uno de los deportes más impredecibles del mundo. Aunque nuestro protagonista en cuestión buscaba refutar este principio.

Harris English no ganaba un torneo individual desde el Mayakoba Classic 2013. Tuvo que recuperar la tarjeta del PGA Tour, mediante las finales del Korn Ferry Tour 2019. Nada le fue fácil en su carrera, a pesar de haber tenido buenos momentos. Sin embargo, la capacidad para mantenerse en un plan de juego, sin perder su esencia, fue el bote que le permitió volver a los primeros planos de la máxima gira estadounidense. ¿Y cómo estaba acá, en un torneo reservado para los campeones? El COVID-19 hizo que, excepcionalmente, también puedan competir los que hayan participado en el Tour Championship 2020. Fue una oportunidad caída del cielo. Una oportunidad que no iba a desaprovechar.

Los primeros tres días de English fueron abrumadores. Los antecedentes lo avalaban. Por un lado, no hay que olvidar su segundo puesto, detrás de la animalada de Dustin Johnson, en el The Northern Trust 2020. Por el otro, fue cuarto en este último US Open. A todo esto, hay que sumarle tres «Top 10», en sus siguientes cinco actuaciones. No era raro que se vea semejante nivel de autoridad, a pesar de que no se reflejaba en la diferencia con sus perseguidores. No había mucho para decir, porque su golf era contundente y efectivo. No veíamos ningún tiro espectacular. Simplemente lo que había que hacer. Y eso que Justin Thomas lo había molestado el jueves, compartiendo la punta. A su vez, Ryan Palmer hizo lo mismo (el sábado). Ahora bien, cuando vemos que nuestro amigo hizo un sólo bogey en 54 hoyos (encima esto pasó el primer día), era imposible pensar que se caiga estrepitosamente. Quienes lo perseguían, debían lucirse. Allí entra la figura de nuestro querido Joaquín Niemann.

Más allá del resultado, hay que destacar que nuestro joven chileno está demostrando de qué está hecho. Tiene una mentalidad propia de los grandes. Esta semana fue un ejemplo más. Arrancó a 5 golpes de la punta y sabía que necesitaba una ronda cercana a la perfección. Y así fue. Acompañado de Sergio García (el español es uno de los grandes amigos que tiene Joaco, en el PGA Tour. El dato de color es que se vistieron de igual manera, para esta última ronda), nuestro querido representante latinoamericano hizo la mejor vuelta del día: 64 golpes, con 9 birdies y ningún bogey. El tema en cuestión fue su cierre de ronda. Perdón, me corrijo: el tema en cuestión fue, precisamente, su último hoyo del día: el par 5 del 18. Erró el putt más corto que tuvo, en el día, para birdie. De cualquier manera, obligó a trabajar al resto. Y vaya que así fue.

Quienes podían alcanzar esa barrera de -25 eran Justin Thomas (campeón defensor) y el nombrado Harris English. De JT podemos decir que sus 3 birdies (hoyos 12, 14 y 15) le daban una luz de esperanza para la corona. Era el más experimentado (de los 3 nombrados) en estos momentos. Sin embargo, sus 3 putts, en el hoyo 17, fueron una herida de guerra. Quedaba English, que se empezaba a despertar, luego de un mal comienzo.
A pesar del evitable bogey, en el hoyo 16, English tenía la gran oportunidad de llevarse todo, en el último hoyo. Su hierro 3, desde 268 yardas, fue una delicia y, a su vez, una demostración de carácter. Si bien el putt corto restante fue fallado, ya daba un aviso de lo que le iba a esperar al chileno. El oriundo de Georgia no se daba por vencido.
Todo el desempate se definió en un hoyo: otra vez el eterno par 5 del 18 iba a ser protagonista. Y allí, la experiencia de English iba a ser determinante. Joaco Niemann se complicó con su segundo tiro, bordeando el área de penalidad, y quedándose con un tercer tiro muy incómodo. El birdie del estadounidense fue de rutina, superando al par del chileno. Las mieles del éxito se volvían a saborear.

Antes de cerrar este artículo, quiero mencionar que hubiera hecho exactamente lo mismo que hizo Niemann, antes del playoff, en su momento de espera. Podría haber practicado más, pero decidió quedarse charlando con su mujer, Sergio García y la pareja del español. No podemos permitir que todos, en un momento de tensión así, reaccionemos igual. Por su edad, es notable lo que está realizando en el circuito. El mismo «minuto a minuto» le irá dando esa picardía (nombrada al principio del artículo) que posee Harris English. Nos malacostumbramos al protagonismo de los nuestros (el mexicano Abraham Ancer y el colombiano Sebastián Muñoz terminaron T-17. A su vez, el mexicano Carlos Ortíz terminó en el puesto 37) que siempre pedimos más. Y, muchas veces, no tiene que ser así. Va por un gran camino. Hoy inaugura su puesto N°31, en el Ranking Mundial.
Casi que ni nos dimos cuenta. A su estilo y sin fuegos artificiales. Harris English se llevó la corona. LA PANTERA ATACA DE NUEVO.

Matías Miguel Torge
Handicap 54
Excelente y bien explicado
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Muchas gracias =)!
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En el play off Niemann se equivoca en el 2 tiro. Están jugando un match y no hay hoyo siguiente. English está con 2 casi en el green. Niemannn debe tirar a buena al mismo lugar que English. Arriesgó y le facilitó el triunfo!
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Exactamente Guille!
Ahora bien, son cosas que va a ir aprendiendo con el tiempo. Lo sorprendente es la velocidad con que está viviendo estas experiencias.
Abrazo grande =)!
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