JUSTIN THOMAS Y EL LADO HUMANO DEL GOLF

La preponderancia del manejo de las emociones, en una de las semanas más importantes del PGA Tour.

Hace rato que no veía una ronda final como la de hoy. Y menos mal que, en la historia de este torneo, pudimos ver todo tipo de situaciones. Situaciones que quedarán por siempre en nuestra retina. Situaciones que no decidimos usarlas para una previa: es claramente conocida la importancia de este torneo. Por algo se dio el festejo de Hal Sutton (en el 2000. Imposible olvidar el «Be The Right Club, Today») y la admiración de Tiger Woods ante la victoria del neozelandés Craig Perks (en la edición de 2002. En los últimos 3 hoyos embocó 2 chips y un memorable putt, en el hoyo 17). Son 2 ejemplos claros de lo que genera «El Torneo de los Jugadores».

Así se veía el Hoyo 17 a la noche, con las luces de las cámaras de Golf Channel, luego de terminar la tercera ronda del THE PLAYERS Championship, disputado en la Stadium Course del TPC Sawgrass (Ponte Vedra Beach, Florida).

El «The Players Championship» es mundialmente llamado «el quinto major». Todos los años lo vemos en la Stadium Course del TPC Sawgrass. ¿Las características están para que ese término coincida con lo que apreciamos del evento? Sí. Pero no es la realidad. Obviamente que somos conscientes de que es el torneo que tiene a la mayor cantidad de los mejores jugadores del mundo. Sin embargo, un major tiene vida propia y rasgos distintivos con mayor intensidad. De cualquier manera, el contexto de la competencia (junto al final icónico del campo) provoca una motivación para lograr ser el mejor entre los presentes. El lugar no perdona a nadie. Y sino, pregúntenle a Rory McIlroy (quien reconoció las causas de sus fallas en el swing: buscó copiar a Bryson DeChambeau, tratando de aumentar la velocidad de sus movimientos), Ian Poulter, Tony Finau y Henrik Stenson, por nombrar algunos de ellos. Ninguno ha pasado el corte, predominando las dudas por sobre las certezas.

En esta foto vemos a Lee Westwood y a Bryson DeChambeau caminando en el hoyo 1, durante la última ronda del THE PLAYERS Championship, disputado en en la Stadium Course del TPC Sawgrass (Ponte Vedra Beach, Florida).

Todo lo que venía pasando (en el evento) fue eclipsado por lo sucedido en el día domingo. Un día domingo que arrancaba nuevamente con Bryson DeChambeau y Lee Westwood, en el último grupo de un evento del PGA Tour. En este caso, la ventaja del inglés era de 2 golpes. Pero la situación era la misma. Mr. Increíble (como le decimos cariñosamente al estadounidense) tiene una marcha más que el resto. Sus recursos son mayores. Y esto lo decimos no sólo por su potencia. Sobre el green (y alrededor del mismo) demostró que no tiene nada que envidiarle a los mejores del mundo.

En este hilo de tweets, podemos apreciar las salidas fallidas de Bryson DeChambeau y Lee Westwood (en el hoyo 4), durante la la última ronda del THE PLAYERS Championship, disputado en en la Stadium Course del TPC Sawgrass (Ponte Vedra Beach, Florida).

A todo esto, y a pesar de lo descripto, Bryson DeChambeau tuvo una lección hoy: hay momentos que en el golf no pueden calcularse. Su «top», en la salida del hoyo 4, le hizo perder la línea. Parecía que, de buenas a primeras, los superpoderes se habían ido. Sin embargo, no claudicó y siempre trató de buscar ese momento de inspiración. El águila, en el hoyo 16, lo dejaba a 2 de la punta y con 2 por jugar. La remontada había sido tardía.

¿Y qué pasó con Lee Westwood? De movida, hay que decir que es admirable verlo pelear esta clase de torneos a sus 47 años. Quizás, el cansancio le pudo haber pasado factura. Ahora bien, otra vez se queda corto por un golpe. Un golpe que se pudo haber perdido en el 2 (con su segundo tiro al agua), o en el 4 (mientras Bryson DeChambeau hizo lo que comentamos anteriormente, el inglés generó un slice que terminó en la laguna de la derecha del fairway). No quiero entrar en mayor cantidad de detalles porque sería injusto. Jugadores de la clase de él merecen disfrutar estas oportunidades. Y Lee lo sabe. Por algo la mujer le lleva los palos: sabe sacarle el excesivo dramatismo con el que Westwood tenía que convivir (aprovechamos la situación para informar que su hijo Sam será su caddie en el Masters). De cualquier manera, el arte de cerrar torneos no es apto para todo público. ¿Frase que calza perfecto en el ex N°1 del mundo? ¿O nos sorprenderá y, si todo sigue así, lo veremos ganando un major y sacándose la espina?

En esta foto vemos a Justin Thomas, realizando su tiro de salida del hoyo 3, durante la ronda final del THE PLAYERS Championship, disputado en en la Stadium Course del TPC Sawgrass (Ponte Vedra Beach, Florida).

Con toda esta catarata de momentos insólitos, tenía que aparecer él. Un Justin Thomas que no arrancaba de la mejor manera. Si bien no paró de acertar greens, no podía embocar sus putts. Lo curioso de esto es que nunca dejó la zona de pelea porque los mismos líderes hicieron todo lo posible. Agreguemos a esto que sus 13 títulos en el Tour (antes de llegar aquí) llegaron por un instinto que tienen pocos. Un instinto que lo impulsa a presionar el acelerador cuando el momento lo requiera. Esta semana no sería la excepción.

Con este putt (en el hoyo 11) para águila, Justin Thomas pasaba a tomar el liderazgo en la ronda final del THE PLAYERS Championship, disputado en en la Stadium Course del TPC Sawgrass (Ponte Vedra Beach, Florida).

Luego del birdie de rutina del hoyo 9, la situación cambiaría drásticamente. Birdie-Águila-Birdie. Justin Thomas agarraba el liderazgo. Y no lo iba a soltar jamás. El putt corto errado, en el hoyo 14, no lo hacía perder el foco. De milagro no terminó siendo el primer jugador en acertar los 18 greens (en una ronda). Jugó como lo hubiera hecho su gran amigo: Tiger Woods. El mismo le mandó mensajes que lo mantuvieron calmo. Una calma que necesitaba hace tiempo.

En esta foto vemos a un Justin Thomas emocionado, luego de salir campeón (por un golpe de ventaja) del THE PLAYERS Championship: evento disputado en en la Stadium Course del TPC Sawgrass (Ponte Vedra Beach, Florida).

No solamente fue una de las victorias más importantes de su carrera. Fue una de las más emocionantes. Repasemos: la decisión de Ralph Lauren de quitarle el sponsoreo (luego de que Justin Thomas realizara un comentario homofóbico, en Hawaii), la muerte de su abuelo (antes de la última ronda del Waste Managment Phoenix Open. Pensó en abandonar el evento) y el grave accidente de Tiger Woods. Hasta buscó ayuda profesional. Su cabeza estaba en otro lado. Hasta hoy.

De una manera muy cruda, nos vamos de Ponte Vedra Beach viendo que nunca hay que dar nada por hecho en esta actividad. El abismo puede aparecer en un abrir y cerrar de ojos. Ninguno está exento de un mal swing, un mal approach o un mal putt. Las emociones, para colmo, están a la orden del día. Justin Thomas, con su victoria, nos enseñó que nunca hay que olvidarse del LADO HUMANO DEL GOLF.

Matías Miguel Torge

Handicap 54

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s