Todas las sensaciones del aniversario N°50 del ANA Inspiration. Una actuación que merece tener mayor reconocimiento que el brindado.
«Nadie se va a hacer rico jugando el Symetra Tour. Ahora bien, nuestro objetivo es prepararlas con la experiencia de jugar un circuito de golf itinerante, para que tengan éxito cuando finalmente se gradúen para el LPGA Tour. Es ciertamente gratificante cuando las jugadoras regresan y te cuentan cómo contribuiste a su éxito». Esto era lo que nos decía nuestro querido Michael Nichols, CEO de la gira que sirve de antesala a la máxima categoría del golf femenino, para explicar la importancia de su circuito. Es el punto de partida de la historia que hay detrás de este artículo.

Cuando uno hace un balance del primer major del año para las chicas, hubo una clara dominadora. Alguien que no sólo es la segunda tailandesa en ganar un torneo grande, detrás de la legendaria Ariya Jutanugarn (quien terminó T-60). Patty Tavatanakit vino para quedarse, con un estilo que se está transformando en una costumbre, en el mundo del golf. Su promedio de ¡323 yardas! desde el tee (no es broma lo que les estoy comentando) fue el toque distintivo de una perfomance histórica y contundente. Una performance que generó admiración cuando se pudo apreciar su juego alrededor de los greens. Impuso condiciones y no tembló ante todo el contexto que la rodeaba. Un contexto que, cuando iban aumentando los momentos de tensión, generaba un agobio insoportable para alguien que estuviera en la misma situación que la ex N°103 del mundo y no tuviera la mente que tuvo. Un agobio que surgía de alguien que ya fue campeona aquí, en 2016.

Lydia Ko está acostumbrada a que las cámaras la sigan. Y no es para menos. En este campo se consagró como la segunda persona más joven en ganar 2 majors, detrás del mítico escoces Young Tom Morris, en 1969. Sin embargo, numerosos cambios de entrenadores y caddies (para hacer un resumen a una serie de hechos que dan un análisis para otro momento) la habían hecho naufragar. Un «naufragio» que viene siendo superado en las últimas dos temporadas. ¿Caso similar al de Jordan Spieth? Podríamos decir que sí, con el siguiente agravante: la neozelandesa todavía tiene 23 años, con mucho camino por recorrer.
Cuando arrancamos la jornada dominical, Lydia Ko partía a 8 de la punta. Esa desventaja se esfumó, realizando 29 golpes en los primeros nueve hoyos. El récord fue notorio y nos ilusionábamos con algo grande. Ahora bien, la ventaja nunca se redujo a menos de 2 impactos. De cualquier manera, establecer la ronda final más baja de la historia de los majors, no es para cualquiera: 62 golpes, en un abrir y cerrar de ojos. No se sorprendan que estos momentos de Ko se empiecen a volver una costumbre.
Volviendo a la protagonista principal de la historia, nunca se dejó intimidar. Se salvó en el 14, se salvó en el 15 y se salvó en el 17. Cuando la situación del evento le pedía un poco de serenidad, la tuvo… y de sobra. «Por alguna razón, estuve tranquila. Hay una calma en mí. No sé por qué. Como dije, sólo quería terminar».
Pensar que Patty Tavatanakit declaró lo mencionado, siendo una novata en el circuito. Una novata que se transformó en la primera en ganar su primer major, «de punta a punta». A su vez, es la cuarta jugadora en ganar de esta manera, detrás de las históricas Karrie Webb, Juli Inkster y Amy Alcott (entre la australiana y las estadounidenses suman 19 majors). Inspirada en Tiger Woods (por quien arrancó a jugar), triunfó con una autoridad notable. Estuvo a solo un birdie de igualar el score más bajo en la historia de este major, hecho por nuestra querida Dottie Pepper (en 1999). Todavía consideramos que no es consciente de todos los logros descriptos. No la despierten de este sueño y dejen que Patty Tavatanakit siga EN UNA BURBUJA.

Matías Miguel Torge
Handicap 54