Una historia que nos obliga a «poner los pies sobre la tierra».
Detrás de las bambalinas del show que genera nuestro deporte, se esconde un mundo paralelo. Un mundo que parece inalcanzable e inimaginable para nosotros. Sin embargo, ese mundo es mucho más tangible de lo que parece. Este ejemplo considero que podría ayudar.
Salgamos del modo pandémico (por un instante), imaginando que está en un shopping. Usted, mi querido lector, vio la remera que le gustaba y se dispone a comprarla. Bueno, ¿saben todas las historias que conviven allí, mientras puede comprar ese artículo de ropa? Veamos: por un lado, el vendedor/la vendedora (que recibe su pago) está pensando en terminar el día, para ver qué puede cenar con su familia, sin desbordarse con los gastos. Por otro lado, en el negocio de al lado, podríamos ver a un empresario negociando la creación de un nuevo holding, mientras toma un café irlandés. Si nos vamos unos metros hacia el norte, tenemos a una pareja de enamorados almorzando, luego de su primer año de aniversario. Al mirar hacia el lado opuesto, tenemos a otro matrimonio que decide separarse. Salimos hacia la puerta del complejo y, al cruzar la vereda, tenemos a un señor grande que va a comprar una frazada, para no morirse de frío en invierno. Todo esto (y mucho más) podría pasar mientras compramos una simple remera.
¿Me volví loco? No. Ahora bien, muy pocas veces nos damos este «baño de realidad». El ritmo de vida vertiginoso e incierto (COVID-19 mediante) nos hace olvidar de girar hacia nuestro alrededor y entender dónde uno está parado. Y así, siguen pasando situaciones que merecen ser escuchadas y nos inspiran a mejorar. Esperemos que, luego de escuchar a ella, podamos cambiar (por ciertos momentos) este mal hábito.

Ante actualidades tan impactantes, no hay que entrar en muchos detalles. Por lo tanto, no voy a perder mucho tiempo en presentarles a Laetitia Beck: la mejor jugadora israelí de la actualidad. Una Laetitia Beck que inspiró a su país, siendo la primer jugadora profesional en disputar el LPGA. Si bien nació en Bélgica, a los 6 años emigró a su lugar en el mundo. Un lugar que le provocaría un sentido de pertenencia ejemplar: siempre que puede, muestra la bandera de su país. A su vez, el «compromiso emocional» inspira. Ella disfruta de lo que sería (para nosotros) «una responsabilidad». Va al frente, con una presencia que deberíamos tener en cuenta.
No va a ser una entrevista como las que hemos tenido. De hecho, no sé si llamar así este artículo. Solo buscamos que nos relate lo que pasa por su mente, proponiendo simples tópicos relacionados con la actualidad existente. Tengan en cuenta que el contexto es muy particular. Por un lado, Laetitia viene de obtener su mejor resultado en las ligas estadounidenses (la semana pasada quedó T-2, en el reciente Mission Inn Resort & Club Championship. El torneo pertenece al Symetra Tour). Por el otro, su país estuvo pasando un momento muy complicado, luego de los ataques terroristas del movimiento palestino Hamas (los mismos generaron un conflicto bélico preocupante, recientemente pausado por una tregua). La idea es ir «poniéndonos en sus zapatos». El golf, cuando nos obliga a pensar, nos sirve la realidad en un plato frío.
– Laetitia, ante todo, te felicito por tu gran segundo puesto, en el Mission Inn Resort & Club Championship. Dicho esto, me gustaría arrancar esta charla por tus inicios. ¿Es verdad que solo existe un campo de golf en Israel?
– Si, por supuesto. Para que sepas, dejé Israel para ir a una academia deportiva, cuando tenía 14 años (fui sola. Mi familia se había quedado en Israel). No practico tanto en mi país. Como dijiste, tenemos un campo y no es lo suficiente para trabajar en mi juego. Por lo tanto, normalmente voy a casa en mi temporada baja (a fin de año), cuando me tomo un descanso.
(El único campo de golf de 18 hoyos, en Israel, es el Caesarea Golf Course. El complejo tuvo un pequeño campo de práctica, compuesto por nueve hoyos, cerrado hace unos años atrás. Es el único lugar del país en donde se puede practicar este deporte. Tal es así que Laetitia, a medida que iba avanzando con su juego, tenía la autorización para jugar en los torneos de hombres, ganándoles con total facilidad. Si quieren conocer más el lugar, recomiendo mirar el siguiente video, perteneciente a la serie «Adventures in Golf». La misma corresponde a Skratch TV y la conduce el estadounidense Erik Anders Lang).
– Sin la intención de entrar en tu privacidad (si no querés), ¿cómo podías concentrarte en la competencia del Symetra Tour, teniendo en cuenta la gravedad de lo que estaba pasando en Israel? ¿Tuviste contacto (estos días) con tu familia/amigos allí?
– Estoy en contacto diario con mi familia. Recibí noticias de ellos cuando estaban en los refugios antiaéreos. Mis padres viven al norte de Tel Aviv, que es más seguro. El fin de semana, mis hermanos fueron a quedarse con ellos porque, durante la semana, tenían que ir demasiadas veces a sus refugios. Obviamente que estaba preocupada por ellos. Sin embargo, sabía que (en su mayoría) estarían bien. No es la primera vez que se ataca a Israel y tenemos mucha suerte de tener la «cúpula de hierro» para protegernos.
Te agrego que he recibido muchas palabras amables de las chicas de la gira. Ellas estaban muy preocupadas por mi familia e Israel. Definitivamente, tuve que explicar lo que está sucediendo. Pero estaba feliz de hacerlo.
Además, me decepcionó el manejo del LPGA y del Symetra Tour, por no contactarme. Definitivamente, fue difícil saber lo que está pasando en Israel y una parte de mí quería estar con mi familia. Fue duro el ver todo el odio hacia Israel y la comunidad judía, así como la ignorancia de muchas personas. Tuve que explicar a algunos amigos, en las redes sociales, lo que realmente está sucediendo. Ellos estaban viendo noticias y publicaciones de personas que apoyan a los palestinos y difunden mentiras contra Israel. Fue muy frustrante ver eso. Ahora bien, en el campo, debía centrarme en mi juego.

– Salvando las diferencias (en cuanto a la gravedad de las situaciones planteadas), ¿podríamos decir que lo sucedido te motivó (aún más) para clasificar a los Juegos Olímpicos?
– Sé que tengo lo que se necesita para ser una de las mejores y eso es lo que me motiva. Si puedo jugar mi juego, ser más libre y disfrutar de mi tiempo en el campo, sé que puedo jugar mejor al golf y, como resultado, calificar para los Juegos Olímpicos.
No diría que la situación en Israel es lo que me motiva a clasificarme para los Juegos Olímpicos. Me encanta representar a Israel. Solo quiero poder luchar contra el antisemitismo y educar a la gente. Jugar en los Juegos Olímpicos no creo que ayude a cambiar la opinión de la gente sobre mi país. Pero sí, definitivamente, siempre quiero representar a Israel, las veces que se pueda.

Les puedo asegurar que, cuando supe estas palabras, quedé «en carne viva». Sentía la necesidad de frenar y ponerme a pensar en las veces que uno se deja ganar (de manera tonta) por la adversidad, ante nimiedades. Laetitia Beck nos dio una lección.
Hoy es el día mundial de las mujeres golfistas (y deseamos que ojalá hayan tenido una gran jornada). El jueves, arranca un US Women’s Open que tendrá a nuestras queridas Gaby López e Ingrid Gutiérrez Núñez. A su vez, las mexicanas estarán acompañadas por la ecuatoriana Daniela Darquea. Por otro lado, tenemos a una Laetitia Beck que no disputará este torneo, aunque «su competencia» pasa por otras variables. La misma es con el «día a día», teniendo la intención de romper barreras. Quiere seguir estando en las mejores ligas estadounidenses, buscando mayor regularidad en el LPGA. Actitud le sobra. A nosotros también, luego de escucharla, nos SOBRAN LAS PALABRAS.

Matías Miguel Torge
Handicap 54