La imprevisibilidad y la versatilidad: protagonistas prinicpales de la actualidad del golf.
Hace rato que no veía un nivel de intensidad tan grande. Todas las historias tienen un hilo conductor. El mismo está conformado por 2 variables: la sorpresa (tanto para lo positivo como para lo negativo) y la convivencia ante esa incertidumbre.
Y cuando hablamos de incertidumbre, nos referimos a todos los sentidos que uno le quiera encontrar a la palabra. Pasemos a desarrollar caso por caso, sin un orden jerárquico específico.
1- Memorial Tournament. Koepka vs DeChambeau: el asombro no viene del lado de lo estrictamente ocurrido. Todos sabemos el rencor de ambos costados del «ring». Ahora bien, nunca nos esperamos que Koepka iba a ofrecer cerveza gratis a quienes coreaban su nombre, mientras «Mr. Increíble» estaba dentro del campo. Pensar que todo esto empezó luego de la promoción del match entre Mickelson/Brady VS Aaron Rodgers y el mismo DeChambeau. Como dijimos en nuestra cuenta de Instagram , el riesgo de «lo que vende» nos está llevando a terrenos pantanosos. Repetimos la pregunta de lo publicado: ¿habrá una «zona liberada» para el público? Si este fenómeno se extiende, los principios éticos de nuestro deporte están en problemas.
2- Rex Hospital Open. Mito Pereira y su perseverancia: ¿y acá de qué nos sorprendemos? Era cuestión de tiempo. Tarde o temprano, el chileno iba a conseguir su participación en el PGA Tour. Sin embargo, el trayecto (en esta ocasión) fue maratónico. ¡34 hoyos en un día! La suspensión del jueves (por lluvia) provocó que todo se reprogramara. Así y todo, nunca bajó su nivel. Si a todo esto le sumamos el talento del alemán Stephan Jaeger (N°1 del ranking) para ir a un playoff, la conquista toma mayor espectacularidad. Cuando estaba perdido, el europeo embocó un putt monumental. El talento del sudamericano, en el 1er hoyo del desempate, definiría la situación.
Los pasajes a los Juegos Olímpicos están garantizados. ¿Los boletos al PGA Tour? También. Adjuntamos la nota que le hicimos tiempo atrás, para recordar su historia. Una historia que se fue escribiendo por la capacidad de adaptarse a lo impensado.
3- Porsche European Open. Marcus Armitage. Rápido y furioso: parece que lo inspiró su récord Guinness, luego de ver cómo atrapaban su golpe, con un auto deportivo. Fue la mejor ronda del día (65 golpes), en este torneo a 54 hoyos. Un torneo que fue reorganizado sobre la marcha, teniendo en cuenta las restricciones que había impuesto el gobierno alemán. En esas condiciones, se determinaron las 10 plazas para el US Open 2021.
Primera victoria en el circuito. Es extravagante (a tal punto que, en Kenia, se filmó practicando putts en la habitación del hotel… y sin ropa. Aclaramos que fue una filmación cuidada de vulgaridad) y simpático. Cuando recordó a su madre, fallecida hace 20 años (por un cáncer), se ganó un lugar más grande en nuestros corazones. Hay que agregar que durmió en una carpa (con su padre), mientras disputaba la clasificación del circuito europeo, en el año 2013. Definitivamente, este fue el momento de su vida golfística.
Clasificados al US Open: Richard Bland, Guido Migliozzi, Marcus Armitage, Mikko Korhonen (quien ya avisó que no va a jugar este torneo), Jordan Smith, Adrian Meronk (primer polaco en jugar un major), Edoardo Molinari (hermano de Francesco. Vuelven a compartir un evento de estas características, desde el Open Championship 2015), Dave Coupland, Thomas Detry y Matthew Southgate.
4- US Women’s Open. Yuka Saso, Lexi Thompson y el drama en cuotas: ayer, hemos hablado de la autoridad de la filipina para que, a sus 19 años, se lleve su primer major (y el primero para su país. Hasta el famoso boxeador, Manny Pacquiao, la ha saludado). No obstante, es difícil separar su logro de los instantes fallidos de la americana. De liderar por 5 a… quedar a 1 del playoff, con 2 bogeys consecutivos para cerrar. Doloroso por donde se lo mire.
El approach del 11, el approach del 14, y los putts cortos del 17 y del 18. Hemos visto colapsos notorios, en este tipo de torneos. Ahora bien, lo que le pasó a Lexi Thompson fue cruel. Fue la paradoja de la zanahoria que se iba corriendo, cada vez que el conejo se sentía cerca. Podríamos decir que fue uno de los casos más parecidos a lo de Jean Van de Velde, en el Open Championship 1999: ese momento que nadie quiere recordar pero que sabemos que está.

5- Memorial Tournament. Patrick Cantlay y un campeón testimonial: espero que se entienda lo que diré. Nadie desmerece lo hecho por el actual N°7 del mundo. Todo lo contrario. Luego de lo que desarrollaremos en el próximo inciso, el ambiente era extraño. Para colmo, los putts no entraban y el golf aparecía con intermitencias. Sin embargo, confirmó que su mente es de acero. Si estaba nervioso, lo disimuló de gran manera.
Sin brillar, Collin Morikawa lideraba el torneo, por 1 golpe de ventaja. Una ventaja ínfima, en una «carrera de resistencia». Encima, en el hoyo 17, hubo una fallida suspensión por lluvia (se demoró más de lo previsto, en la reanudación). Muirfield Village era «una olla a presión». Cantlay, cuando todo volvió a la normalidad, embocó su putt y, posteriormente, ganaba en el primer hoyo del playoff. 2da victoria en la casa de Jack Nicklaus. Cuarta victoria en el PGA Tour. Lamentablemente, el análisis no puede ser mayor. Lo que desarrollaremos a continuación, fue un huracán.
6- Jon Rahm y la tormenta perfecta: la imagen del sábado será recordada por mucho tiempo.
Los amigos españoles de «Ten Golf», en el artículo adjuntado, comentaron el periplo del N°3 del mundo, antes de vivir lo que vivió en Memorial. Según sus fuentes, Rahm habría sido vacunado con la dosis de Johnson & Johnson, el pasado miércoles (el turno estaba asignado anteriormente. Sin embargo, como la provisión de la vacuna fue suspendida, la inoculación pasó para el día mencionado). Como no pasaron los 14 días posteriores a esa inyección, tuvo que ser sometido al protocolo de «contactos estrechos» del PGA Tour, al informar que había sido una persona cercana a un caso positivo de COVID-19. Testeos diarios y prohibición a usar las instalaciones interiores del club. La pesadilla comenzaba a gestarse.
El final de esta historia es tristemente conocido. Jon Rahm hizo una de las mejores vueltas de su vida: 64 golpes, 6 de ventaja (la mayor en un día sábado, igualando lo hecho por Tiger Woods, en el año 2000. A su vez, igualó la marca de Scott Hoch, con el score más bajo en 54 hoyos) y claras chances de defender el título. Lamentablemente, al finalizar su día, lo esperaban a la salida. Su última prueba había dado positiva de COVID-19. La misma fue chequeada para un resultado, confirmado en el momento que el español disputaba su último hoyo. Cuesta volver a relatar esta situación lastimosa.
Desde allí, las preguntas surgían exponencialmente. ¿Por qué no jugó solo? ¿Por qué no se vacunó antes? ¿Por qué la gente estaba tan cerca, sin barbijo? Es aquí donde llegar nuestra reflexión más importante.
Amigos, entendiendo las inquietudes existentes, tenemos que priorizar la salud. Era un riesgo grande hacer jugar a Jon Rahm, en esas circunstancias. Y esto no solamente lo digo por su alrededor. Hay que entender que el COVID-19 puede traer (a largo plazo) secuelas de todo tipo. ¡Hasta se pueden vislumbrar secuelas cardiológicas! ¿Qué más podría haber hecho el PGA Tour? Aplicó su protocolo a la perfección. El mismo tiene su lógica y es válido, por mal que nos pese ante la desagradable situación. Además, agreguemos la complejidad de la falta de síntomas. No había nada más por hacer.
Siguiendo como referencia lo dicho por nuestros amigos de «Ten Golf», la vacunación no había podido ser antes por una situación exógena a lo controlable por el español. Y, como conclusión de todo esto, el público estadounidense está entrando en una «post-pandemia». Esto podía pasarle al PGA Tour. Lo importante es que no hubo ninguna negligencia, según nuestro humilde criterio. A su vez, el caso no pasó a mayores. Lo único que puede llegar a preocupar es aquellos golfistas que han jugado con Jon Rahm. Sin embargo, es constatable que la mayoría de ellos están inmunizados.
Ah: hoy es el «día más largo del golf». Como frutilla del postre, estaremos comentando lo sucedido en cada sede de las clasificaciones (disputadas a 36 hoyos) para el US Open 2021. Es el mejor cierre para LA SEMANA MÁS LOCA DEL MUNDO.

Matías Miguel Torge
Handicap 54