Los atletas genuinos salen a la luz. Admiraciones y decepciones, desde nuestra humilde mirada.
Es difícil no ser duro con los que dicen que no, sin esbozar argumentos convincentes. El verdadero atleta mueve montañas. Lo peor es que la nota la tenía pensada publicar ayer. Sin embargo, me imaginé que esto podría ser mayor.
Tampoco quiero que este artículo sea «una cacería de brujas». Este artículo no trata de desmerecer aquellos que optaron por el camino más fácil. Todo lo contrario: es menester resaltar aquellos que dejan todo por su bandera.
Si mi amargura es notoria cuando un representante nuestro decide no pelear por entrar a un major (teniendo en cuenta lo que significa intentar ser parte de la historia), ni se imaginan lo que me pasa cuando veo a muchos de nuestros protagonistas destacados que optan por el «no» a una medalla. Miren, todos tenemos a Río 2016 en la imagen. Ahora bien, para los antecedentes siguientes «más cercanos», nos tenemos que ir a Paris 1900 y a Saint Louis 1904.

- Paris 1900: Del lado femenino, Margaret Abbott fue la primera mujer americana en ganar una competencia olímpica, compitiendo con su madre Mary (única pareja «madre-hija» en participar dentro de una misma especialidad). Del lado masculino, el americano Charles Sands se quedó con el evento, habiendo participado simultáneamente en la competencia de tenis.

- Saint Louis 1904: En esta edición, solo se disputó la especialidad masculina. 4 años atrás, se necesitaron 36 hoyos para definir al campeón. Aquí, se necesitaron 36 hoyos… ¡durante 6 días consecutivos! El primer día fue mediante la modalidad «stroke play», determinando a los 32 mejores. Los mismos se eliminarían directamente, mediante el formato «match play». El campeón fue el canadiense George Lyon, a sus 46 años. 8 años antes, empezó a practicar el deporte.
En 1908, un boicot de los golfistas británicos marcaba una «pausa» que duraría más de 100 años. ¿Cuántas figuras de las que pasaron por ese tiempo darían lo que sea por una medalla, teniendo en cuenta la preocupación por la difusión de nuestro deporte? Dejo esto para la reflexión, mi querido lector.
Salvo un nombre, la lista es la adjuntada… por ahora. Y digo «por ahora» debido a que la sangría de bajas puede ser mayor. Todo comenzó con Dustin Johnson, y Adam Scott (tanto en 2016 como ahora). A esto, sumemos las ausencias de Bernd Wiesberger, Lee Westwood, Sergio García, Rafa Cabrera Bello, Camilo Villegas, Louis Oosthuizen, Tyrrell Hatton y Emiliano Grillo (quien lo acaba de confirmar recientemente. Será reemplazado por Udayan Mane, oriundo de la India). Estamos hablando del 10% del field. El mejor mecanismo de difusión es despreciado. A su vez, pareciera que la bandera se iza cuando conviene. Error garrafal, desde la perspectiva donde se lo mire.
Aclaro, tampoco soy ingenuo. Todos sabemos que esto también «es por plata». Ahora bien, la mejor manera de tener éxito (tanto en el golf como en la vida) es dejar todo, sin importar lo que venga a cambio. En los Juegos Olímpicos, los verdaderos atletas sacan fuerza desde lo más profundo. La bandera infla el pecho y genera una necesidad imperiosa de presentar la mejor versión. Miren, pongo 2 ejemplos.

1- Me da envidia sana, como argentino, la emoción del pueblo mexicano cuando designaron a nuestra querida Gaby López como abanderada de su delegación olímpica. El mismo pueblo mexicano va atrás de ella, sintiéndose identificado. Y la mejor representante latina, en la actualidad, se siente orgullosa de poder tener este desafío. Es una «revancha merecida», tras no entrar en las consideraciones para el «Premio Nacional del Deporte», por un error administrativo de su federación. Si hay algún juvenil argentino que está leyendo mi artículo (sería un enorme placer), le recomendaría ver este ejemplo. Notable por donde se lo mire.
2- Luego de las bajas de Sergio García y Rafael Cabrera Bello, a nuestro querido Adri Arnaus se le abrió una ventana a la gloria. Lo supo. Vio la luz y avanzó sin dudar. Para colmo, estará acompañado del N°1 del mundo (reciente ganador del US Open) y su gran amigo: Jon Rahm. En exclusiva, nos cuenta las sensaciones de un momento que ha revolucionado su rutina.

– Adri, ¿qué se te pasó por la cabeza, al enterarte que vas a representar a tu país en Tokio, en companía de Jon Rahm? ¿Pudiste hablar con él, luego de sus éxitos recientes?
– Es una gran noticia. Un sueño hecho realidad. Para mí, tener la posibilidad de competir en unos Juegos Olímpicos es muy importante. De pequeño, los he mirado en la tele, como si no hubiera nada más. Luego, cuando el golf entró en el mapa de estos eventos, siempre he querido competir allí.
Es extra especial poder hacer esto al lado de Jon. Crecimos juntos, jugando en el Equipo Nacional (casi en todos los torneos europeos más importantes. A su vez, pudimos disputar el Mundial, entre otras competencias).
Por un lado, creo que es una evolución natural: ya lo hicimos en el pasado y lo volvemos a hacer ahora. Volver a jugar juntos se hace bastante cómodo. Por otro lado, con todo lo que está consiguiendo Jon, pues también es (realmente) un privilegio poder jugar con él, acompañándolo. Además, es un privilegio aprender de las cosas que está haciendo. A la vez, tenemos la suerte de llevar el equipazo que llevamos, para poder conseguir medallas olímpicas. Realmente, es una gran semana la que tendremos por delante.
Hablé con él, en la mañana del martes. Hablé brevemente. Está muy solicitado, como te puedes imaginar (risas). El hecho de que se haya publicado esto ahora, después de que Jon ganara el US Open, es realmente una gran coincidencia.
Lo he felicitado a Jon y está súper contento, sin duda. Por otro lado, me comentaba lo siguiente: la última vez que fuimos a Japón juntos, jugamos un Mundial. Ahora, volveremos a jugar las Olimpíadas, lo que genera una situación magnífica.

Ah, nos olvidamos de algo. Danielle Kang «lloró y entró en pánico», cuando se enteró que los Juegos Olímpicos se suspendían por el COVID-19. Ahora, está a solo un mes de poder vivir ese sueño tan anhelado. Por otro lado, Lexi Thompson se tatuó los anillos de la competencia. A su vez, Inbee Park definió como «un gran objetivo de su carrera» poder volver a participar aquí. Jin Young Ko, además, demostró su euforia por ser parte del equipo coreano, en el final de la conferencia de prensa del próximo KPMG Women’s PGA Championship (se juega esta semana, en el mítico Atlanta Athletic Club: uno de mis campos preferidos). Para finalizar, no saben la adrenalina que siente nuestra querida argentina Maggie Simmermacher: necesita mantener el último lugar de la lista femenina, para este evento (las clasificaciones de las chicas cierran esta semana).
Con todo lo dicho, no quedan dudas de que los atletas olímpicos tienen cosas que el dinero no puede comprar. Los verdaderos atletas olímpicos llevan UNA SENSACIÓN INTRANSFERIBLE.

Matías Miguel Torge
Handicap 54