MARÍA HERNÁNDEZ: LAS NUEVAS OPORTUNIDADES SIEMPRE ESTÁN

Una historia que encaja en la palabra más importante de la actualidad deportiva: resiliencia.

Miren, desde chico, a mí me han enseñado que todo pasa para algo. No me he equivocado. El «para», en la frase anterior, reemplaza al «por»… ¿con qué motivo? No hay nada preestablecido en la vida. Sin embargo, la clave pasa por entender el mensaje que nos dejan cada una de las acciones que transitan en nuestra actualidad. Y esto lo escribe alguien que (por momentos) es impulsivo, va al frente y no sabe «parar la pelota» y mirar a su alrededor. Por eso es que esta frase me ha quedado muy grabada. En los momentos en que pienso sobre la misma, doy un pasito adelante. Ejemplos de eso pueden ser los últimos dos finales de mi carrera de Contador Público, posiblemente mencionados en artículos anteriores. Varias veces tuve que pasar por la misma situación, acumulando frustraciones. No obstante, cuando pude pasar el escollo, me di cuenta la importancia de esforzarse y nunca rendirse.

Ayer, en otro deporte que también entra en lo más profundo de los corazones, nuestro país se vistió de fiesta. Y se vistió de fiesta por varios motivos. El primero fue el más sabido: Argentina volvió a ser campeón de la Copa América de fútbol, luego de 28 años. El segundo se dio por la simbología del hecho, teniendo en cuenta el contexto: el mítico estadio Maracaná y Brasil (clásico rival de toda la vida) fueron las variables principales de este logro. El tercero (y el más importante) se generó por el protagonista principal del día: Lionel Messi. El rosarino se sacó una mochila de plomo. Una mochila injusta e inmerecida, conformada por la pérdida de varias finales y las críticas (muchas con malicia) acumuladas. Hasta se aisló de la selección, por un corto tiempo. Sin embargo, en el fondo de su corazón, estaba ese «hambre de gloria» típico de los atletas de élite. Siguió viendo la luz, «en el fondo del túnel». Una luz que lo alumbró en todos los festejos. Él se alegró por nosotros y nosotros nos alegramos por él. Por un instante, entendimos la importancia del esfuerzo, sin importar el nombre que tengas.

Luego de este análisis futbolístico (acción que le queda mucho mejor al gran Enrique Macaya Márquez. Con una caradurez típica, nos hemos metido momentáneamente en el tema), vamos a presentar a alguien que puede dar testimonio de lo planteado. La querida española María Hernández nació en Pamplona, el 24 de Marzo de 1986. Una María Hernández que, aparte del famoso «fuego sagrado» español (del cual hemos hablado hasta el cansancio), sabe lo que es luchar. Ese espíritu competitivo fue incorporado desde la cuna. No es casualidad que rápidamente se haya hecho un lugar en las máximas citas del golf femenino. Trabaja, trabaja y trabaja. Y esta frase se cumple, más allá de todas las piedras que tuvo que sortear en su camino.

Prepárense para una charla original. Una charla que recorrerá todos los lugares posibles. En cuanto a sus inicios, entraremos en profundidad sobre su relación con su tío Víctor Muñoz (destacado ex jugador de su querido Barcelona F.C. ) y el resto de su familia, con las influencias correspondientes. Por otra parte, no descuidaremos su actualidad, con todo lo relacionado a sus últimas buenas actuaciones. Estas performances se conectan claramente con sus inicios en el profesionalismo, en donde confirmó sus destacados resultados en la Universidad de Purdue, haciéndose un lugar claro en el LPGA y en el Ladies European Tour. En el medio de todo esto, repasaremos los problemas que han traído sus lesiones (en especial, una ingrata bacteria china). Como «frutillas del postre», nuestro querido Lionel Messi, la futura Solheim Cup en su país, su relación con la inigualable Marta Dotti-Figueras… ¡Hasta la Premier League Cup tuvo su lugar! Con lo que les propongo, me imagino que será imposible despegarse del sillón.

Aquí vemos a María Hernández disputando la tercera ronda del Scandinavian Mixed 2021, en el Vallda Golf and Country Club (Gothenburg, Suecia).

– María, tuvimos el placer de hablar con vos, en la previa del Scandinavian Mixed. El torneo transcurrió y tuviste una buena actuación, terminando T-46. 2 semanas antes, estuviste cerca de la pelea por el título, en Italia. Además, quedaste en posiciones de privilegio, en el Big Green Egg Open de Holanda (Posición N°18). ¿Qué similitudes podemos encontrar con tus primeras actuaciones en el profesionalismo? ¿Cuáles son tus sensaciones, de cara a lo que viene?

– La verdad es que me voy encontrando mejor con mi juego. Cada vez es más parecido a cuando empecé. Físicamente, a su vez, voy mejorando. Eso también me está ayudando mucho para el golf. Entonces, poquito a poco, los resultados van llegando. Me falta todavía ser capaz de cuadrar tres o cuatro vueltas buenas (dependiendo del torneo). Pero bueno, busco sacar los aspectos positivos e intentar obtener lo máximo de cada semana.

– El golf europeo, tanto en caballeros como en damas, se ha encargado de tener un rol innovador. Algo me has contado de tus sensaciones con Ánnika Sörenstam y Henrik Stenson, en el evento sueco mencionado. Ahora bien, a fines del año pasado, disputaste el Saudi Ladies Team International: un evento que se jugó a nivel individual y por equipos (en esta temporada, el evento tendrá cuatro ediciones. La primera de ellas transcurrió esta semana, en Londres. Aclaramos que la entrevista fue realizada antes del comienzo del torneo). En tu caso, formaste grupo con tu compatriota Nuria Iturrioz y nuestra querida argentina Maggie Simmermacher. Ante todo, ¿nos podrías contar los mejores momentos de esa semana? ¿Pensás que hacen falta mayor cantidad de eventos así, para que nuestro deporte tenga una mayor difusión?

– La verdad que es un torneo diferente. Es divertido por las modalidades que comentaste. Las 3 jugadoras del equipo compartimos lugar con un amateur. En Arabia Saudita, la verdad es que la experiencia fue muy buena, al jugar con ellas.

Te agrego que, en este torneo, nunca se sabe con quién uno va a jugar. Está el «captain pick» (la jugadora que encabeza el conjunto elige a una golfista) y la tercera persona se define por sorteo. Además, tenemos varias semanas pertenecientes a esta competencia. En conclusión, es una semana diferente, divertida y más amena. La misma hace que uno tenga ganas de que llegue.

En esta foto, María Hernández (representando a Purdue University) está compitiendo en la edición 2009 del NCAA Women’s Division I Golf Championship, disputado en el Caves Valley Golf Club (Owings Mills, MD). María ganó la competencia individual.

– Tu garra y tu convicción son dos marcas registradas de tu juego. ¿Cuánto tuvo que ver tu tío, Víctor Muñoz (ex jugador del F.C. Barcelona), en esto? Me gustaría si nos pudieras relatar esos inicios con nuestro deporte. ¿Es verdad que, anteriormente, el fútbol ocupaba un rol protagónico en tu vida?

– La verdad es que el fútbol es lo que más me apasiona en esta vida. Me encanta. En relación a lo que me comentaste de Víctor, yo soy del Barsa (como se lo conoce al club catalán) no sé por qué realmente. Pero bueno, me encanta el fútbol. Veo todo.

Siempre me ha gustado competir, desde muy pequeñita. Me acuerdo cuando jugaba con mi padre a pala (como se conoce a la pelota vasca, en Argentina) o cualquier cosa: siempre tenía que luchar todo. Así que yo supongo que es una cosa con la que habré nacido. Como no me gusta perder ni a las canicas (figuritas), creo que es lo que me lleva a ser así.

– Para nosotros, el análisis de las experiencias universitarias es primordial. En tu caso, podría estar hasta mañana hablando de tus éxitos en Purdue University (Indiana). Por nombrar algunas situaciones al pasar, fuiste campeona del NCAA Division I Women’s Golf Championship 2009. A su vez, ganaste el Honda Sports Award del mismo año: premio que se le da a las mejores atletas de cada disciplina. Ante todo, ¿cuánto ayudó tu experiencia en la “Residencia Blume”? ¿Qué herramientas te brinda esta etapa, al entrar al máximo nivel?

– «La Blume» me ayudó bastante. Estuve ahí dos años, en el momento anterior a irme a los Estados Unidos. Me ayudaron mucho con el colegio y (luego) para entrenar con los entrenadores de los equipos nacionales. Piensa que no es fácil que te hagan un poco todo para, posteriormente, viajar a competir con ellos. Entonces, era mucho más accesible el poder entrenar y el poder estar siempre preparados para competir.

En mi colegio, en Pamplona, no me dejaban viajar a torneos y me complicaban un poco las situaciones. En cambio, aquí te lo facilitaban todo porque era un colegio para deportistas. Así que todo eso sí que me ayudó para ir mejor a Estados Unidos. Además, hay que sumar el haber vivido fuera de casa, durante tres años. Ya llevaba unos añitos fuera de mi hogar, haciendo que el proceso de adaptación fuera más fácil.

En esta foto vemos a María Hernández, levantando el trofeo de campeona del Slovak Ladies Open 2010.

– Rápidamente, luego de ese 2009, pegaste tu salto al profesionalismo. Y de qué manera. Fuiste a jugar las clasificaciones correspondientes al LPGA y al Ladies European Tour, consiguiendo la tarjeta en ambas. ¿Cómo te preparaste para tan ardua exigencia, de arranque? ¿Cuáles fueron los momentos más curiosos que tuviste que pasar, teniendo en cuenta la particularidad de la experiencia?

– No hice nada especial para prepararme en las escuelas clasificatorias. Realmente, siempre entreno para hacer lo mejor en cada campeonato. Y fue un poco lo que hice.

Yo venía de una temporada muy buena, en la universidad. En mi último semestre, lo había ganado todo. A su vez, venía con un nivel de confianza muy elevado. Clasifiqué para un US Women’s Open (la edición del 2009) y jugué 2 campeonatos de la LPGA. Además, disputé el actual Symetra Tour, aunque esa parte no me gustó mucho y dejé de competir allí (no disfruté tanto de esa experiencia).

Lo traté como un campeonato más. Fui con muchas ganas, mucha ilusión y, al final salió.

En la primera fase de la escuela del tour americano, anduve un poco más justa. Pero yo creo que fue porque fui solamente «a pasar». Entonces, el resultado no fue obtenido. Sin embargo, me ayudó mucho para la fase final.

En la clasificación del tour europeo, tuve a mi hermano en la bolsa. Venía, como dices, de la LPGA. Volé directamente a Madrid, mis padres me vinieron a buscar, me dejaron el coche y mi hermano, que realmente no tiene ni idea de golf, me vino a hacer de caddie porque aquí eran dos fases seguidas (la primera y la final). Al venir de tantas rondas, me acompañó.

– Poco tiempo después a tus inicios en las máximas categorías, ganaste por primera vez. El Ladies Slovak Open 2010 te vio coronarte. Le sacaste un golpe de ventaja a la australiana Katherine Smith, sufriendo hasta el final. A su vez, meses más tarde, tuviste un Top 15 en el AIG Women’s Open: evento disputado en el mítico Royal Birkdale Golf Club. Sin lugar a dudas, fueron los momentos más especiales de tu carrera, ¿me equivoco? ¿Cuáles fueron las ventajas (y las desventajas) obtenidas de ese comienzo descripto?

– La verdad que es así. La victoria de Eslovaquia fue importante. Venía de Estados Unidos, que estaba jugando muy bien. Sin embargo, con el putt andaba un poco floja y no obtenía los resultados que estaba buscando. Entonces, me estaba costando un poco.

Ganar siempre es especial. Además, con birdie en el último hoyo. en ese último día, venía por detrás. Hice birdie al 17 y birdie al 18 para ganar por uno.

Luego, en el British Open (como se lo conoce actualmente al AIG Women’s Open), la verdad que me encantó el campo. Normalmente, me suele gustar jugar en condiciones complicadas. Así que disfruté mucho de esa semana. Fue una experiencia muy bonita.

María Hernández disputando el The Helsingborg Open 2013. El evento tuvo como sede el Vasatorp Golf Club (Helsingborg. Skane, Suecia).

– Años más tarde, tuviste que batallar con una gran cantidad de adversidades. En primer lugar, una bacteria china te ha tenido a maltraer durante toda una temporada. A eso (con lo que significa), tuviste que sumarle dolores en la espalda y las cervicales. ¿En qué pensabas para sortear esos momentos duros? ¿Cuál fue el rol de tus colegas (tanto tus compatriotas como el resto de las chicas) ante esta situación? Esto también te lo pregunto, teniendo en cuenta la importancia que está tomando la “salud emocional” (por llamarlo de alguna manera) dentro de nuestro deporte.

– He tenido unas épocas un poco complicadas, por desgracia. Pero bueno, fui afrontando el día a día y el «momento a momento». No han sido lesiones fáciles, en ninguno de los dos aspectos. La bacteria fue la que más problemillas me ha dado.

Yo siempre he tenido suerte. Mi familia y mis amigos han estado ahí. Sobre todo, mi familia. Cuando tienes un grupo cercano que te apoya, al final de todo, se sale. Se sale con ganas, ilusión y querer seguir adelante.

– Volviendo a la actualidad, sé de tu preferencia por las competencias por equipos. Por lo tanto, me imagino tu alegría al enterarte que la Solheim Cup se juega en España, en 2023. Ya has participado en la edición junior del evento, tanto en el 2002 como en el 2003 (con una victoria, en ese último año nombrado). A su vez, hay que agregar que la legendaria Marta Figueras-Dotti (también española y capitana tuya, en tu primera participación) ha tenido mucho que ver en este hecho. Ante todo, ¿cómo está actualmente tu relación con ella? ¿Podríamos soñar con verte en la competencia? De no tener ese pensamiento, ¿quiénes (de tus compatriotas) te gustarían que integren el equipo europeo?

– Tener la Solheim en España es muy especial, tanto para mí como para el país. Y creo que va a ser algo muy positivo para el golf y para las mujeres. Así que esperemos que sea un paso hacia adelante, en el deporte femenino.

Te soy sincera: no es un objetivo que tengo. Voy, como siempre digo, día a día. Y todo se verá. No es algo que me quita el sueño (ni que me lo quitará).

¿Quién me gustaría que estuviese en el equipo? Bueno, cuanto más españolas, mejor. Más que nada, por el hecho que el evento se disputa en nuestro país (siempre es mucho más especial).

La foto se dio mientras se disputaba el Investec South African Women’s Open 2020 (Westlake Golf Club. Ciudad del Cabo, Sudáfrica), De izquierda a derecha, se encuentran las siguientes jugadoras españolas: Marta Martín, María Beautell, María Hernandez, Elia Folch y Carmen Alonso.

– Otro tema que ha tenido mucha controversia fue el surgimiento de la Premier Golf League. La misma quiere tener a hombres y mujeres entre sus filas. ¿Estás al tanto de ella? ¿Aceptarías jugarla, si te proponen una invitación, corriendo el riesgo de ser excluida de los circuitos regulares?

– En cuanto al tema de la Premier League Cup, no tengo muy claro cómo funciona. He estado leyendo un poco, en el tema masculino. Realmente, no le pongo ningún pensamiento en ello. No creo que este evento lo integren mujeres. Que yo sepa, se está hablando (en mayor medida) de los hombres. Así que no es algo que creo que sea posible para nosotras.

– Agraciéndote por tu predisposición, voy a terminar con las siguiente 2 preguntas. En primer lugar, sabiendo de tu mencionado cariño por el F.C. Barcelona, me imagino tu admiración hacia nuestro querido Lionel Messi. ¿Qué te gustaría tener de él (en referencia a sus habilidades intangibles), para aplicar en el campo de golf? ¿A quién podríamos poner en ese rol, dentro del golf femenino?

– Es una pregunta un poco complicada (risas). Más que nada, me gusta su constancia y sus ganas de trabajar. Siempre está ahí, en el día a día y en cada minuto del partido. Parece que no está, pero siempre aparece en el momento óptimo.

En lo que me estás preguntando, podría decir que soy bastante constante (no como Messi, obviamente), intentando estar siempre presente y esperando a que llegue el resultado, de la mejor manera posible.

En cuanto a quién podríamos poner en el rol de Messi, te soy sincera: no tengo una referencia a seguir, en el mundo del golf. Hay diferentes cosas, de distintas jugadoras, que me gustan. Pero no tengo a nadie en especial como para establecer en ese lugar.

– En segundo lugar, me gustaría que nos des un consejo para aquellos que se inician en esto, por amor al deporte, y para aquellos que dan sus primeros pasos como profesional.

– Sean pacientes, disfruten y vayan día a día. Los que empiecen, verán que (con poquito) la bola se levanta, ilusionándose rápidamente.

A los profesionales, les diría también que tengan mucha paciencia. Esto es muy largo. con buen trabajo, ganas e ilusión, todo se acaba sacando.

María Hernández está de vuelta. Como dijimos, esta nota se hizo antes de una nueva edición del Aramco Team Series. ¿Saben cómo terminó, en la competencia individual? T-18. Los resultados hablan por sí solos. De a poquito, volvió a generarse su espacio. Es una eterna guerrera. A pesar de que el golf no tiene un dominio claro de sus predilecciones, pareciera que calza perfecto en su estilo. Es que nuestra querida pasión nos obliga a seguir insistiendo. No nos permite relajarnos. Quien no tiene deseos de mejorar constantemente, tendrá un camino mucho más empinado al éxito. La española entiende esto a la perfección.

Está preparada para el próximo desafío. Si seguimos su otra pasión (el fútbol), «toca de primera y pasa al ataque». Ahora, no tiene miedo de «trabar» y embarrarse. Posee la combinación perfecta entre lo cerebral y la necesidad de dejar todo, en la persecución de nuevos objetivos. María Hernández es un ejemplo de lo que significa «transpirar la camiseta». María Hernández, con su trayectoria, nos demuestra que no hay que olvidarse de lo siguiente: LAS NUEVAS OPORTUNIDADES SIEMPRE ESTÁN.

Matías Miguel Torge

Handicap 54

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