Entrevista exclusiva con una de las imágenes más destacadas del golf, en el mundo.
Antes de nuestro feriado del Día de la Independencia (9 de Julio), decidí hacer algo que creía necesario. Lamentablemente, con lo que provocó el COVID-19, el rubro de las librerías fue uno de los que más ha tenido que soportar la crisis. Tal es así que «El Aleph» (nombre del negocio al que fui, perteneciente al grupo mencionado) tomó la triste decisión de cerrar su sucursal de Plaza Italia. No soy un ávido lector de libros (sí de diarios), pero era la oportunidad ideal para aumentar esa vocación por saber, ayudando a gente que se lo merecía. Aclaro algo, no estoy contando esto por falsa modestia. Lo que ha ocurrido es que el destino me volvió a sacar «un as de la manga».

En la búsqueda por aprender, me he encontrado el libro de la foto personal que les he compartido. Al verlo, hubo una conexión que pocas veces había sentido en mi vida. Es que las personas a las cuales admiro tienen un hilo conductor: saben escapar de las trampas de la complejidad. Y no importa si lo hacen de manera espectacular o lo hacen con una sencillez asombrosa. Enfrentan el problema. No le tienen miedo al fracaso. Son héroes sin capa. Por eso atraen, mueven masas (en cualquier ámbito de la vida) y te obligan a tomar apuntes. Ahorran tiempo para resolver, con lo valiosa que es esta variable. Decimos esto porque, quienes formamos parte «del resto de los mortales», tendemos a rogar para que la jornada tenga más de 24 horas. Este tipo de personas no miran el reloj. Están una jugada más adelante.
En el trayecto de vuelta a mi auto, tenía ansiedad (¡cuándo no!) por ver un poco más sobre este escrito. Creo que la siguiente frase (sacada del libro en cuestión) es el puntapié inicial para esta charla sin precedentes:
«La simplificación no es fácil, pero creemos firmemente que no debe ser complicada, onerosa ni agotadora. En particular, no es necesario esperar para hacer un largo proceso formal de revisión. Es posible hacer progresos ahora mismo». Una frase que encaja perfecto en la trayectoria del legendario Ernie Els.
No quiero traicionar a mi sinceridad. Por lo tanto, sepan que me he pellizcado el brazo, antes de seguir escribiendo estos fragmentos. Al caer en la realidad, podríamos decir que tengo infinidad de maneras para definir a este prócer del golf. Y digo prócer porque todos, en algún momento, quisimos/queremos ser él. El nacido en la ciudad sudafricana de Johannesburgo (el 17 de octubre de 1969) nos regaló momentos inolvidables para la vida de nuestro deporte. Si entro a describir cada uno de ellos, estaría hasta mañana. Por lo tanto, dejo ese ejercicio para ud, mi querido lector. Solamente les comentaré algo, con la intención de que la memoria golfística empiece a tomar impulso: mi primer contacto golfístico, con el ambiente de los majors, fue gracias a él. Muirfield 2002 es el menú perfecto de todo lo que puede pasar en un torneo de estas características. Si quiere saber qué significan este tipo de competencias, recomiendo que se tome el tiempo de ver la película de este evento. ¿Vieron que, para definir su grandeza, no necesito más del 10% de su trayectoria? Saquen sus propias conclusiones.
En la antesala del Open Championship, se tiende a la práctica. Bueno, con todo lo comentado, no los hago esperar más. Solo tratemos de imaginar que estamos en los fairways de Royal St. George’s, teniendo la oportunidad de hacerle una pregunta por cada hoyo en el que haga su precalentamiento. Tan solo es el día martes y no hay mejor manera de conocer el evento más antiguo del mundo (dentro de los majors). Cuando nos encontramos con un ex campeón de este fuste, no es necesario que contemos muchas historias sobre el torneo. Él es la historia misma.
De más está decir que, aparte de sus dos victorias aquí, también entraremos en detalle sobre su bicampeonato en el US Open. Y no solamente se cierra todo acá. La realidad del golf sudafricano, la relación con el Masters y con la Presidents Cup (presten especial atención a lo comentado sobre el querido mexicano Abraham Ancer), su mirada sobre la victoria de Phil Mickelson, las similitudes y diferencias entre Koepka vs DeChambeau y sus enfrentamientos con Tiger Woods… «¡Quiet, please!». El tee del 1 nos espera.

– Ernie, no puedo dejar de lado el surgimiento de tu compatriota Garrick Higgo, en el mundo del golf. Sé que estás al tanto de su historia (como la de todos tus compatriotas), debido a tu preocupación por cada uno de los representantes de tu país. Teniendo en cuenta que ya ha establecido diferentes récords (ej: ser el que menos torneos necesitó para llegar a sus tres primeras victorias, desde 1990, igualando lo hecho por Tiger Woods), ¿hasta dónde crees que puede llegar? La Els Fancourt & Foundation, ¿cuánto tuvo que ver en el surgimiento de esta nueva camada?
– Sí, Garrick es un gran talento. Ha crecido rápido, lo cual es impresionante. Y, obviamente, eso te da mucha confianza. El cielo es el límite para él. Jugará en los Juegos Olímpicos, a finales de este mes, con Christiaan Bezuidenhout, quien realmente surgió a través de nuestra Fundación Ernie Els & Fancourt Foundation, siguiendo los pasos de algunos de nuestros otros ex miembros, como Louis Oosthuizen y Branden Grace. Recuerdo haber visto jugar a Christiaan en ese entonces. Siempre me gustó su actitud. Es un joven bastante maduro y sereno. Al igual que con Garrick, tiene un gran futuro por delante. Estoy seguro de que harán que Sudáfrica se sienta orgullosa en Tokio, a finales de este mes.
– Has reconocido, en entrevistas anteriores, que eras bastante reservado. Y esto lo has dicho a pesar de ser contemporáneo de otra leyenda de tu país, como es el caso de Retief Goosen. La experiencia vivida como capitán, en la Presidents Cup 2019, ¿te hizo arrepentir de esto? De ser así, tengo entendido que no repetirías la experiencia, a menos que vuelva la competencia a Sudáfrica, ¿me equivoco? ¿Qué consejos le darías a tu compatriota, Trevor Immelman, quien pasa a asumir tu cargo?
– Bueno… ¡nunca digas nunca! Pero sí, tuve mi oportunidad. Honestamente, fue maravilloso servir como capitán de un grupo tan increíble de muchachos. Lo dimos todo. Simplemente, no fue suficiente. Lo dije en ese entonces y lo diré de nuevo: mi equipo merecía una enorme cantidad de crédito. Estaban abiertos a una nueva fórmula y un nuevo sistema. Ellos aceptaron absolutamente lo que les dije y dieron el 100 por ciento de esfuerzo y compromiso, desde el principio. Estaba muy orgulloso de la forma en que jugaron durante los cuatro días. Comparabas los dos equipos, en los papeles, y mucha gente se habría reído de nosotros. Pero estuvimos tan cerca de ganar y derrotar a uno de los mejores equipos de golf de todos los tiempos. Realmente, se siente como si nuestro equipo estuviera yendo en una buena dirección. Sé que Trevor será un buen capitán. Él era uno de mis asistentes, por lo que estuvo involucrado en toda la toma de decisiones y la planificación. Él conoce el tema.

– ¿Se podría saber lo que recuerdes (sin entrar en intimidades, si no querés) sobre tus conversaciones con el mexicano Abraham Ancer, en su match con Tiger Woods? Más allá del resultado, ¿podríamos decir que esto representa la importancia de los latinos, de cara a lo que viene en el futuro del evento?
– Anteriormente, en esa misma temporada, había jugado con Abraham, en el Open Championship. Y quedé impresionado. Es un jugador muy bueno. Es un joven fuerte, con mucha confianza. Era un novato, salió y estuvo invicto en sus primeros cuatro partidos, lo que fue una gran actuación. Pero obviamente Tiger también estaba jugando bien. Hizo siete birdies (o algo así) en 16 hoyos. Sigue siendo un gran debut de Abraham y me quito el sombrero ante él.
– Actualmente, estás en el Champions Tour: un circuito que se vio revolucionado por la gran victoria de Phil Mickelson, en el PGA Championship de este año. ¿Es la mejor motivación que pudiste tener, en esta etapa de tu carrera? A su vez, ¿podríamos decir que es la mejor enseñanza que podrían tener jugadores como Brooks Koepka y Bryson DeChambeau, teniendo en cuenta sus recientes rispideces?
– ¡No sé si Bryson o Brooks necesitan la ayuda de alguien, dentro o fuera del campo de golf!
En cuanto a Phil, fue inspirador ver lo que hizo en el PGA Championship. Esa fue una actuación increíble. En relación a mi motivación, nunca me ha abandonado. Todavía amo la competencia. Estoy jugando bien y disfrutándolo aquí, en el Champions Tour. ¡Fue agradable tener un par de victorias en mi haber! ¡Obviamente, intentaré ganar muchas más veces, antes de que me retire!


– Cambiando de tema, podría estar hablando eternamente acerca de tus logros. Marcaste un legado en el golf mundial. Más allá de que ya venías haciendo “ruido” en el circuito, empezaste a demostrar tu talento único, con tus victorias en los US Open de 1994 (en Oakmont, mediante un playoff con el estadounidense Loren Roberts y el escocés Colin Montgomerie) y de 1997 (en Congressional Country Club). El haber ganado tan rápido este tipo de eventos, ¿fue lo mejor que te pudo pasar para tener la carrera que tenés? ¿Cuáles son los mejores momentos que se te vienen a la cabeza, luego de semejantes conquistas?
– Por supuesto. Quiero decir lo siguiente, ¡nunca es un mal momento para ganar un US Open! (risas). Hablando en serio, y mirando hacia atrás, fue casi como un shock la forma en que sucedió. Nadie, ni siquiera yo mismo, pensó que iba a ganar un US Open tan pronto. Siempre soñé con ganar bastantes majors. Sin embargo, en realidad pensé que mi primer major probablemente sería en Augusta o tal vez en The Open. No obstante, esto se dio en el US Open, ¡lo cual estuvo bien para mí! Esa victoria fue realmente la plataforma de lanzamiento de mi carrera. Todo se volvió loco, en el buen sentido, después de eso.
– Me voy a permitir realizarte una “confesión golfística” personal. La primera vez que vi un major fue cuando ganaste el Open Championship 2002 (en Muirfield), a mis 10 años. Un Open Championship que tuvo todos los condimentos. El terrorífico clima del sábado y el playoff más multitudinario (en este tipo de eventos. Disputaste ese desempate junto al francés Thomas Levet y los australianos Stewart Appleby y Steve Elkington) fueron las 2 situaciones más destacadas de la competencia. El belga Jos Vansthiphout, tu recordado psicólogo deportivo, ha tenido mucho que ver en este campeonato. ¿Recordarías, para quienes no conocen la historia, las principales ideas de lo que te dijo? ¿Se te pasó por la cabeza esto, cuando hiciste ese inolvidable approach desde del bunker, en el último hoyo del desempate?
– Hombre, era un personaje increíble. Jos realmente me entendió y me alentó. Siempre me dijo la verdad, de una forma absolutamente honesta, exactamente en los momentos en que la necesitaba: especialmente en Muirfield, en 2002. Justo antes de comenzar el playoff, me llevó a un lado y me dijo (en términos muy claros) ¡que sacara el dedo fuera de mi trasero! Me dijo que hiciera lo que él me había enseñado a hacer. Me enseñó a pensar de cierta manera y creo que lo que trabajamos juntos, en ese año, me ayudó a ganar ese Open Championship, sin duda. Formamos un buen equipo durante varios años. Tendría que revisar mis récords. Pero diría que, en nuestro tiempo juntos, ganamos más de 25 torneos en todo el mundo. Era una persona con talento e integridad, un buen hombre y un amigo especial. Lo echamos de menos. No solo yo, sino mucha otra gente.
– 10 años después, repetirías la proeza en Royal Lytham & St Annes. Si bien fue triste lo que ocurrió con Adam Scott (tuvo 4 bogeys en sus últimos 4 hoyos, perdiendo el torneo por un golpe. Si querés hacer una mención al respecto, lo dejo a tu criterio), no podemos desmerecer tu gran actuación del día domingo, a tus 42 años. Tengo entendido que Sherylle Calder (prestigiosa doctora, encargada de ejercicios de visualización que permiten mejorar las decisiones bajo presión, entre otras cosas) ha influido mucho en esa semana, ¿verdad? Nos gustaría saber cuáles fueron los factores diferenciadores que te aportó. ¿Me podrías describir las emociones que se sienten, al escuchar tu nombre seguido del “Champion Golfer of the Year”?
– Gracias. Sí, fue una semana increíble. El domingo del Open Championship fue uno de los mejores días de mi carrera. Ya sabes, saqué lo mejor de mí, en el final. Jugar esa dura vuelta en cuatro bajo par, dadas las circunstancias, la convierte en una de las mejores rondas de mi carrera. Fue muy divertido. Y el putt del 18 fue lo más perfecto posible, justo en el corazón del hoyo. Fue una sensación increíble y la reacción de la multitud fue alucinante. Son los momentos con los que sueñas.
Como dices, lo que le pasó a Scotty fue duro. Es un buen amigo mío y realmente lo siento por él. He estado en el otro lado más veces de las que he estado en el lado ganador, así que sabía lo que estaba sintiendo. ¡Pero le dije después que ganaría un major pronto y no me defraudó! Fue y ganó el Masters, al año siguiente. Eso no me sorprendió.

– Hablando de majors, no puedo dejar pasar tu historia de “amor-odio” con Augusta National. Tus 2dos puestos (en 2000 y 2004. Ambos eventos fueron ganados por Vijay Singh y Phil Mickelson, respectivamente) y tus “yips”, en la edición del 2016, explican esto. ¿Se podría saber qué has intentando anteriormente, para “amigarte” con el lugar? ¿Has tenido charlas con ex campeones, sobre tu experiencia aquí?
– Supongo que fue una especie de “amor y odio” con Augusta. Tengo el mayor respeto por el torneo y por los miembros. Pero, en los últimos años, no estaba consiguiendo nada y luego te preguntas, ¿cuántas veces quieres tropezar con una pared?
No tengo malas sensaciones. Es un lugar mágico y, cuando miro hacia atrás, al menos puedo decir que estuve en la pelea, cuando la multitud se estaba volviendo loca. Hacía buenos tiros y mis oponentes estaban haciendo buenos tiros. Pero he terminado con eso. Y ya fue suficiente para mí.
– Es imposible olvidar tus memorables batallas con Tiger Woods. El playoff del 2000 (en Hawaii) y la definición de la Presidents Cup 2003 quedarán en la historia, más allá de los resultados. Al principio de la entrevista, te he mencionado la rivalidad Brooks Koepka vs Bryson DeChambeau. A la misma, te podría agregar los enfrentamientos entre Rory McIlroy y Patrick Reed. ¿Qué similitudes y qué diferencias podríamos encontrar entre lo descripto? ¿Alguna vez extendiste una “batalla” así, “fuera de las sogas”, y no nos hemos enterado?
– No, no lo creo. Obviamente, Tiger y yo tuvimos muchas grandes batallas a lo largo de los años, pero siempre hemos sido amigos. Tenemos el mayor respeto el uno por el otro, por lo que siempre ha sido una rivalidad amistosa, creo que se podría decir.
¿Nos hubiera gustado que siga esta función? Obviamente. Cuando uno lo ve en un campo de golf, el aplauso es inevitable. A su vez, cuando uno lo escucha/lee, pasa exactamente lo mismo. Ernie Els es el mismo tanto para sus colegas como para nosotros, que lo buscamos para una entrevista. Ernie Els no hace alardes de sus logros… ¡Y miren que posee una gran cantidad de los mismos! Ernie Els es un embajador de nuestro deporte. El campo de Bahamas, sede del tradicional Hero World Challenge, es solo una gran muestra de la innumerable cantidad de diseños bajo su autoría, en el mundo. De alguna manera, se las rebuscó para dejar su huella. Una huella que será imborrable para un equipo Internacional (por ejemplo) que marcó tendencia, en la Presidents Cup, por la variedad de sus culturas y la química entre sus integrantes. Ernie Els es sinónimo de nuestro deporte.
Espero que se hayan emocionado como yo, luego de sus palabras. Gracias a él, tuvimos el privilegio de saber las condiciones necesarias para ser parte de la historia. Y, como habrán visto, no hay ninguna receta mágica. Ernie Els nos hizo entender la importancia que tiene el conocer LA ESTRUCTURA DE LA SIMPLIFICACIÓN.
¡Muchas gracias a Ernie y a todos los que me ayudaron a cumplir este sueño!

Matías Miguel Torge
Handicap 54
Para los que nos gusta este hermoso deporte esta entrevista es un placer indescriptible, gracias Matias!!!!
Me gustaMe gusta
Gracias a vos, Carlitos querido, por seguirnos siempre 😊
Me gustaMe gusta