El golf y aquellos centímetros que pueden marcar «un antes y un después».
Todos los que somos fanáticos de este deporte hemos soñado (en algún momento) con que nos tomen las medidas para el saco de Augusta National. En menor medida, también nos gustaría vestir el «cardigan» de Arnold Palmer, luego de triunfar en Bay Hill. Como conclusión, podríamos decir que el éxito es una cuestión de centímetros. Luego de esta frase, cualquier similitud con la realidad es absolutamente casual.
Antes que nada, hay que remarcar otra gran actuación de Mito Pereira. Pensábamos que el chileno iba a requerir de mayor tiempo para adaptarse. Ojo: nadie duda de sus condiciones (y, con lo que hablamos sobre él, en este tiempo, lo confirma). Sin embargo, el PGA Tour siempre te hace pagar «el derecho de piso». No obstante, el chileno vio una chance clara de proyección y la aprovechó, teniendo en cuenta los beneficios que dan los «torneos alternos». T-5 y a 2 del campeón (en cuanto al resto de los latinos que han pasado el corte: el puertorriqueño Rafael Campos terminó T-20. Por otra parte, el colombiano Camilo Villegas terminó T-53).
Luego de describir la situación de nuestros representantes, debemos comentar que la resolución de la competencia fue por una situación con gran contenido de «crueldad golfística». No hay otra manera de describirlo. Hay que tener en cuenta que James Tyree Poston (conocido en el medio como J. T. Poston) contaba con un dominio contundente. La ventaja llegó a ser de 4 golpes. Encima, el accesible par 5 del hoyo 15 era el próximo capítulo en su jornada. La pesadilla se empezaba a gestar.
Tuvieron que llamar al árbitro para ver si la salida del americano se había ido fuera de límites. El resultado fue negativo y, desde allí, todo empezaba a tomar un camino «barranca abajo». Bogey al hoyo 16 y había que aguantar como se pudiera. Para colmo, el irlandés Seamus Power pegaba un tiro de antología, en el difícil hoyo 18, haciendo que el score de -21 se empezara a ver con buenos ojos. Por suerte para Poston, la situación desembarcó en un playoff.
Lo más insólito de esta situación transcurrió en el primer hoyo del desempate. Mientras Poston parecía que terminaba su sufrimiento, Seamus Power embocó un chip crítico para seguir con vida. Luego de esto, la definición «a muerte súbita» siguió la tónica de los antecedentes directos. Los hoyos pasaban y no había una diferencia determinante… hasta llegar al sexto hoyo del desempate. Nuevamente, el destino le pegó un cachetazo duro al americano.
La salida visitaba el agua, luego de un pique fortuito. J. T. Poston veía como sus chances se diluían mientras nuestro simpático irlandés cerraba su primer triunfo «bajo siete llaves». Pensar que luchó mucho para mantenerse en la máxima categoría (de hecho, estaba jugando con un status menor al completo, al quedar entre el puesto 126 y el 150 de la FedEx Cup pasada. De no ser por el COVID-19, estaría en el Korn Ferry Tour). Sin embargo, las circunstancias hicieron que pudiera cumplir su sueño.
Hay que saber bien que, en este ambiente, las medidas influyen. A su vez, para el éxito, LOS SASTRES NO ESPERAN.
Matías Miguel Torge
Handicap 54
handicap54.golf 
EXCELENTE NOTA!!!
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Gracias amigo =)
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