Un tema que dejó de ser tabú, para transformarse en necesario e imprescindible.
Hace unos días, fue Simone Biles. Hace unos meses, fue Naomí Osaka. En ese tiempo, Bubba Watson y Nelly Korda hablaron al respecto. Es hora de prestar atención.

Aquellos que sufrimos momentos de ansiedad, sabemos lo difícil que es lidiar con el tema. Pensar en muchas cosas a la vez y querer resolver todo, teniendo en cuenta el contexto, la gente que nos rodea, la gente que necesita una respuesta de nosotros por quién sabe qué… El freno se vive rompiendo.
Simone Biles no perdió una medalla de oro. Simone Biles ganó mucho más que una medalla de plata. Decidió no competir en la final de gimnasia (por equipos), alegando problemas de salud mental. Y lo expresó al mundo, sin ningún tapujo: como debe ser. Y algunos, en nuestro país, subestiman la comunicación… La humildad de los grandes también se refleja aquí

Quizás, este blog fue parte de una necesidad que tenía sobre saberme expresar. Detrás de quien les escribe, se esconde una persona que tiene que grabar 7 veces el mismo audio de WhatsApp, para decir lo que quiere decir. Detrás de quien les escribe, se esconde una persona que perdió un montón de relaciones sociales, por no saber decir lo que quiere decir. Detrás de quien les escribe, se esconde una persona que desaprobaba los exámenes de la universidad, queriendo salir del momento de tensión vivido. Detrás de quien les escribe, se esconde una persona que dice 30000 palabras (o no dice ninguna), cuando habla con alguien que se admira o te atrae. Detrás de quien les escribe, se esconde una persona que (en conclusión) perdió más de lo que ganó, por la ansiedad.
¿Con esto me quiero victimizar? NO. No obstante, no hay nada mejor que describir esto en primera persona, para entender la importancia del problema en cuestión. Ahora, vamos a sumar lo siguiente: el público, los managers, la ardua competencia, la búsqueda de la perfección, las obligaciones comerciales, las obligaciones administrativas… Y la lista sigue. Además, en el específico caso de Biles, hay que sumar una variable de gravedad.

Simone Biles sufrió un abuso sexual por el «ex-médico» del equipo estadounidense. Luego de esta situación, tuvo que tomar medicación contra la ansiedad, generada por el mencionado hecho aberrante. En paralelo a todo lo dicho, el público estadounidense la miraba como su «esperanza» a seguir, en estos Juegos Olímpicos. El cuerpo comenzó a dar señales.
Los «twisties» (bloqueos mentales. Este es el término que se usa en gimnasia, para su descripción) dijeron presente en las prácticas. En el momento de la final, hicieron mella, con el riesgo de causarle daños severos, mientras realizaba su performance. Decidió retirarse. Minutos más tarde, se encargaría de comunicar lo que le pasaba.

«Es terrible cuando luchas contra tu propia mente». Esto fue lo que dijo Simone Biles, cuando salió de la competencia y dio a conocer sus razones. Valentía y honestidad. Usó la herramienta de la comunicación, como debe ser. Simone Biles nos volvió a mostrar LA IMPORTANCIA DE LA SALUD MENTAL. Estos son los valores que uno quiere destacar. Gracias a esto, mucha gente que convive con esta situación (día tras día) puede explicar mejor, cuando necesita ayuda.
Amigos, hay que saber parar la pelota. A su vez, hay que saber entender las señales. No importa de qué lado del mostrador esté. Les puedo asegurar que, para una persona que convive con la ansiedad, no hay nada más lindo que sentirse contenido, mediante un abrazo o un apoyo desde la distancia. Y del otro lado, no está mal pedir este tipo de gestos, si es que son necesarios. No es dar lástima. Todo lo contrario: es la mejor señal para poner los pies sobre la tierra. Vivimos a niveles estratosféricos y, en vez de evitar darnos la cabeza contra la pared, sentimos el dolor.
Tratemos de no dejar a nadie solo. Todos tenemos una historia por contar. Una historia que te puede (y nos puede) ayudar. En los caminos de la vida, es mejor ir acompañado.

Matías Miguel Torge
Handicap 54