VALENTINA ROSSI: ESAS PEQUEÑAS GRANDES COSAS

Una de nuestras próximas estrellas, en el golf argentino. Aquellos aspectos que no se ven y marcan la diferencia.

Si hay algo que nos trajo el COVID-19 fue el hecho de valorar momentos que, con el trajín del día a día, nos parecían insignificantes. Les doy un ejemplo: ¡cuántas anécdotas salen, en un asado! Y ni que hablar de la organización anterior a la reunión. Siempre está el que lleva la carne, el que prepara las ensaladas, el que «hace el fuego» (algunos con su técnica milenaria, ordenando el carbón/la leña como si fuera un rompecabezas), el que vigila la parrilla (también está el que se saca fotos con la parrilla. Reconozco que entro dentro de este grupo), el que prepara la famosa «picada» (con las rodajas de salame, queso y mortadela, junto a las aceitunas) y el que pone la mesa. Piensen que todos estos pasos parecen obvios. Sin embargo, no nos detenemos a ver la importancia de cada uno de ellos. Es que se había convertido tan rutinario esto, que cada ítem sale de memoria.

¡Cómo nos olvidamos de los procesos! Muchas veces, el resultado tapa el «día a día». Vemos la foto y no vemos todo lo necesario para llegar a esa imagen. Por lo tanto, sacamos nuestra opinión (y me incluyo en esta frase) según compartimientos estancos y aislados. Y hay veces que, para avanzar (tanto en el golf como en la vida), el análisis debe ser exhaustivo y detallado. La autocrítica y la planificación deben ser dos ejercicios troncales. Para colmo, hay que sumar que los argentinos tenemos ese «bichito del exitismo», generando falsas expectativas y metas astronómicas. Por eso hacemos tanto hincapié en el aspecto descripto. De hecho, la historia de hoy nos «obliga» a empezar a generar un cambio de paradigma. Nos obliga a «poner los pies sobre la tierra»: algo que hace nuestra protagonista en cuestión, de manera habitual.

Nuestra querida oriunda de Rosario, Valentina Rossi, nació el 16 de julio de 2001. Una Valentina Rossi que trabaja sin parar. Trabaja de manera metódica. Es que, justamente, su personalidad es el activo diferenciador. No oculta nada. Va al frente, a pesar de las adversidades que le pueda tocar enfrentar. Ese puñito cerrado, a la hora de meter un putt, es el combustible para el campo. A su vez, busca optimizar todos los recursos que tiene a su disposición. No deja ningún detalle librado al azar, viviendo cada momento al máximo. Su enfoque no se desvía.

Entraremos al túnel del tiempo. Arrancaremos por sus comienzos, en el «Kentucky Club de Golf». Luego, recordaremos qué tuvo que sacrificar para llegar donde está ahora. A su vez, repasaremos 3 acontecimientos que nos servirán como referencia: sus participaciones en Copa Andes, el World Amateur Team Championship y la final del Abierto Argentino de Aficionadas 2019 (contra otra amiga de la casa: Agustina Zeballos). Transitaremos por sus razones para comenzar su camino en Michigan State University y por sus contactos con nuestras queridas Silvia Bertolaccini y Maggie Simmermacher (hemos hablado con ambas). Además, en relación a la pilarense, entraremos en ese intercambio de mensajes, mientras ambas disputaban el US Women’s Amateur y los Juegos Olímpicos de Tokio. Obviamente que también ingresaremos a cada instante del Abierto Estadounidense para Aficionadas. Hay mucho trayecto por recorrer.

– Valentina, toda historia tiene su comienzo. En este caso, podríamos decir que tus primeros pasos fueron a los 7 años, ¿verdad? Nos gustaría que revivas esos primeros momentos con el deporte. ¿Qué influencia tuvo tu familia, en este primer contacto con el golf?

– Exactamente fue así. Arranqué a jugar a los 7 años. Lo que sucedió, en ese momento, fue que mi papá jugaba mucho con sus amigos, en un barrio en el que nosotros vivíamos (llamado Kentucky. Allí estuve hasta el 2018). Estábamos a una cuadra del golf.

Mucha gente me pregunta cómo arranqué jugando de zurda, en Argentina (porque es re difícil conseguir palos para zurdos. Esto pasa en los chicos, más que nada). Una actual amiga, que vivía a una cuadra, me prestó sus palos. Y así fue como comencé: jugando junto con ella.

– Quizás, esta pregunta es trillada. Probablemente, te la hayan hecho muchas veces. Sin embargo, me parece importante volverla a formular, teniendo en cuenta la cantidad de chicos que nos siguen. ¿Qué tuviste que sacrificar para llegar donde llegaste? Relegar actividades personales, ¿es una ventaja diferenciadora o un camino necesario?

– Obviamente que dejé de lado un montón de cosas. Especialmente, dejé mucho en lo que fue el colegio secundario, más que nada. Y no solamente dejé de ir a cumpleaños. Esto lo digo porque la gente, en algunas ocasiones, piensa que uno solo se pierde fiestas. Para que te des una idea, yo dejé de lado mi viaje de egresados, dejé de lado campamentos del colegio… dejé proyectos escolares grandes.

En el momento, todo esto te da bronca (y me arrepentí mucho). Pero, a su vez, me di cuenta de que ese esfuerzo valió la pena.

De izquierda a derecha: Ela Anacona, Valentina Rossi y Magdalena Simmermacher. Las 3 representaron a la Argentina, en el World Amateur Team Championship 2018, disputado en Irlanda.

– De a poquito, fuiste marcando antecedentes. Podríamos empezar por tus participaciones en Copa Andes (el evento sudamericano amateur más importante, por equipos) y en el World Amateur Team Championship 2018 (en Irlanda). ¿Qué enseñanzas te quedaron de esos primeros momentos, en donde empezaste a representar a nuestra bandera?

– Representar a la Argentina es algo muy lindo y difícil de explicar. Es difícil de explicar lo que se siente realmente, al estar parada en el «tee del 1», jugando por tu país.

En Irlanda, la verdad que fue una experiencia increíble. Pensá que me enteré un mes y medio antes de ir para allá. No me lo esperaba para nada. Es más: estaba de viaje (con mi familia) y, de repente, me llega un mensaje diciendo que jugaba. No paré de emocionarme.

En Copa Andes, fue diferente. Yo clasifiqué al evento, mediante el ranking de aficionadas. En el último torneo que contaba para la clasificación, pude ganar. Y la verdad es que estuvo muy bueno todo.

En conclusión, cada vez que puedo representar a nuestro país, vivo una experiencia muy linda. Más que nada, es muy lindo cuando me toca jugar por Argentina, en torneos como los que nombraste. Son eventos por equipos. Por lo tanto, está muy bueno poder jugar con otras personas, luchando por lo mismo.

En esta foto, podemos ver a Valentina Rossi, consagrándose como campeona del Abierto Argentino de Aficionadas 2019.

– Otro “momento bisagra” fue tu memorable final, con Agustina Zeballos, definida en el 37mo hoyo (igualando el desenlace más extenso del torneo en cuestión). Estamos hablando del Abierto Argentino de Aficionadas 2019, disputado en San Isidro: un evento que quedó en la historia. ¿Qué hace falta para mantener la concentración, durante tanto tiempo? ¿Sentiste que, en algún momento, se te escapaba?

– Ese fue uno de los momentos más lindos que viví (hasta ahora) en el golf. Obviamente, sentía muchos nervios. Sentía una emoción pura. Primero, estaba emocionada por jugar la final. Además, estar jugando con Agus (que es una tremenda jugadora, dentro de las 100 mejores golfistas amateurs del mundo), fue muy bueno.

Intenté mantener la concentración todo lo que pude. Como dije sobre lo que me pasó la semana pasada (en el US Women’s Amateur), tenés mucha adrenalina para seguir jugando. A tal punto que no parece que jugaste 36 hoyos. Podés seguir jugando muchísimos hoyos más.

En el match, busqué mantenerme en mi juego. A lo último, casi se me escapa porque venía entre 3 y 4 up (no lo recuerdo bien) … y terminamos empatadas, al disputar el hoyo 18. Imaginate que, al ir al 1 (para el desempate), pensé que se me escapaba. Pero sabía que estaba jugando muy bien. Por suerte, metí un putt de 7 metros, para ganar. ¡Y me cayó todo de golpe!

– Hablando de Agustina Zeballos, ha disputado el Augusta Women’s Amateur 2021 (sin pasar el corte). Te gustaría repetir la experiencia, ¿me equivoco? Soñemos un poco, en el caso que te toque jugar el evento: ¿qué momento te gustaría reproducir, en referencia a las situaciones históricas de la competencia?

– Cualquier amateur (por lo menos, de mi edad) sueña con estar jugando allí, algún día. Tengo una compañera de la universidad que estuvo muy cerca (y ojalá, el año que viene, pueda entrar). Obviamente que quiero conseguir eso y trato de hacer lo mejor posible para lograrlo. Hay cosas que pensás que son realmente imposibles… y pasan, no pudiendo caer después (me pasó en el US Women’s Amateur pasado).

En cuanto a lo relacionado a los momentos históricos del torneo, no se me vienen muchos a la cabeza. No obstante, ya con pensar que estaría jugando el campo en donde se juega el Masters (con la cantidad de gente, la trayectoria del campo y la clase de jugadores que van), sería increíble.

En su cuenta de Instagram, Valentina Rossi compartía el festejo de su equipo universitario (Michigan State), luego de ganar el «Big Ten» 2021

– ¿Cuándo decidiste ir a Michigan State University? Nos encantaría que relates esos primeros pasos, en Estados Unidos. ¿Cuáles son los aportes más importantes, generados por esta etapa?

– Estoy muy contenta de estar acá, en Estados Unidos. La verdad que Michigan State me está dando una oportunidad increíble. Y estoy aprendiendo mucho, no solamente como golfista: me está dejando muchas enseñanzas para la vida. Mucha gente me dice: «vos porque estás en Estados Unidos y tenés todo arreglado…» Y es verdad. Puedo jugar y estudiar, al mismo tiempo. Ahora bien, hay momentos que realmente me ayudan a crecer. Muchas personas no se dan cuenta que, por ejemplo, estos días me estuve mudando. Y tengo que hacer todo sola (mis compañeras y mis coachs me dan una mano, obviamente). Aprendés todo el tiempo.

Apenas llegué (volando sola y arreglándome el tema de la visa), tenía que aprender un nuevo idioma, conocer una nueva cultura y hacer amistades nuevas (porque ahí no tenés a nadie). Recuerdo que, en esos primeros instantes, tuve que ir al banco y sacar una tarjeta. Son cosas que nunca me imaginaba estar haciendo. Cosas complicadas, en las que me están ayudando mucho.

En cuanto a lo golfístico, es genial el nivel que hay acá. En un año, lo noté mucho. Hace un año y medio atrás, ni siquiera se me pasaba la idea de jugar el US Women’s Amateur. Y, la semana pasada, estuve disputando el torneo. Ahí te das cuenta lo que realmente aprendí.

En la universidad, ganamos el «Big Ten» (que sería nuestra conferencia), jugamos regionales y entramos a los campeonatos nacionales, yendo a competir en Arizona. Esos momentos fueron únicos. Estoy muy contenta (por todo) y espero seguir aprendiendo.

– Hemos mencionado al US Women’s Amateur 2021 y, hace unos días, nos tuviste pegados al televisor (risas). Tu actuación, en esta competencia, empezó con una Qualy muy dura. La misma se disputó en Nueva York. ¿Cuáles eran tus objetivos, antes de comenzar esa clasificación? El COVID-19, ¿afectó la planificación? ¿Cómo empezó esa gran relación con Margarita Llanos, tu caddie?

– Jugué la Qualy, en Nueva York, el 21 de junio. Siempre juego las Qualy ahí cerca, por conveniencia: tengo familia en New Jersey (a una hora de la sede). Me quedé todo el verano acá, en Estados Unidos. Y mi idea era entrar al US Women’s Amateur y poder jugarlo.

En cuanto a mi nivel, me sentía jugando bien. Estuve entrenando en lo de Hernán Rey (en su academia de Orlando). Él y Agostina Parmigiani (integrante del staff) me ayudaron a conseguir mi mejor momento golfístico. Luego de eso, jugué increíble la Qualy, realizando muchos birdies (creo que conseguí mi récord personal. A su vez, creo que pude volver a superar esa marca, en la competencia de la semana siguiente).

Como dije en un montón de lugares, juegan 1500 golfistas, entre todas las clasificadas. Entonces, ya estar entre las 156 del field (y estar jugando el torneo), me hace dar cuenta que este torneo lo juegan aquellas golfistas que lo merecen. Obviamente que la clasificación es un día. Por lo tanto, quizás tenés tu mejor día y entrás. Pero ya entrar, entre 1500, es algo muy bueno.

En cuanto al COVID-19, no me afectó porque estoy vacunada y aca, en Estados Unidos, ya casi que ni se habla del tema. Está muy normal todo.

Sobre mi relación con Maggie, la conozco hace muchos años, por el club. Después de estar en Kentucky, arranqué a jugar en el Jockey Club de Rosario, compartiendo momentos con ellas. Disputamos varios «Torneos de Interclubes» juntas. Luego, Maggie entró a trabajar en la federación de la región. De cualquier manera, siempre hablaba con ella. Y, ahora, somos re buenas amigos ahora. Por suerte, ella pudo viajar y se dio algo que fue muy bueno.

– Luego de los primeros 36 hoyos (que determinan si podes jugar las etapas finales y en qué lugar del cuadro), tuviste que batallar en cada uno de tus partidos. Solo 1 de ellos no llegó a terminar en el 18vo capítulo. En mi humilde criterio, diste una exhibición sobre el green, en situaciones de extrema tensión. ¿Hubo alguna diferencia con la mencionada final del Abierto Argentino de Aficionadas 2019, en cuanto a cómo trabajó tu cabeza? ¿En algún momento eras consciente de lo que te estabas jugando?

– Es verdad que todos los partidos los peleé un montón. Como dije en muchas entrevistas, yo sentía que no tenía la presión. Además, si llegaba a perder un partido (obviamente que siempre contaba con muchísimas ganas de ganar, dándolo todo), me quedaba con lo que había jugado y hasta dónde había llegado.

Si ves en los papeles, yo perdí contra la ex N°1 del mundo (la taiwanesa Yu-Chiang Hou). En cuartos de final, jugué contra Brooke Seay: una chica de Stanford, que realmente tiene muchísima experiencia. En los papeles, obviamente que yo no ganaba casi ningún partido. Pero bueno, lo di todo y por eso no tenía la presión de nada. Así es como lo sentí, estando muy relajada. Sin embargo, cuando llegué al hoyo 19 (disputando uno de los matches. No recuerdo contra quien fue), se me cerró el pecho y no podía ni respirar. No obstante, lo intenté controlar.

No sé si, en ese momento que te describí, me acordaba del match contra Agus. Sin embargo, todas estas experiencias suman. Pensá que, por ejemplo, en Copa Andes hemos jugado partidos durante la semana, entre la mañana y la tarde. Todo eso nos prepara para los momentos vividos, en este evento. Siempre se aprende, en cada torneo disputado.

– En el medio de tu competencia, Maggie Simmermacher estaba disputando los Juegos Olímpicos de Tokio. Recordando que fue compañera tuya, en los torneos (por equipos) que hemos mencionado. ¿Pudieron contactarse? ¿Te inspira su actuación, para lo que viene en tu carrera?

– Con Maggie hemos hablado (de manera personal, el último día). Generalmente, nos comunicábamos por intermedio de Juan Gil (coach de la pilarense), quien estaba allá. Nos mandábamos videos y fotos, alentándonos unos a otros (todo el tiempo) y deseándonos suerte.

Lo que hizo Maggie es una cosa admirable. Ojalá pueda estar (algún día) en la posición en la que ella estuvo.

– Como dijimos, al llegar a semifinales, perdiste con la ex N°1 del mundo: la taiwanesa Yu-Chiang Hou. El match se definió por detalles, en los últimos dos hoyos (17 y 18). Supongamos que hubiera un momento que te gustaría cambiar, de ese partido. ¿Sería alguno de los nombrados, u otro? Viendo el logro memorable que conseguiste, ¿podríamos decir que lo ocurrido es un gran argumento para el salto al profesionalismo? ¿O todo tiene que tener su tiempo?

– No modificaría nada del torneo. Eso sí, después de este tiempo, pienso que podría haber cambiado el segundo tiro del hoyo 17. Claramente, no la tenía que pasar de la bandera… y la pasé. Pero bueno, son esos errores que pasan. No tengo bronca por eso. Fue un increíble torneo. Anda saber si perdía igual, a pesar de que ese tiro hubiera salido bien. Ya está.

En cuanto a mi futuro, todavía no sé muy bien lo que haré. No sé si voy a saltar al profesionalismo o no. Ahora bien, en ningún momento esto me hizo pensar el hecho de dar ese paso. Quiero vivir mis próximos cuatro años aquí, en Michigan State. Después veré para dónde salgo. Pero, en cuanto a los próximos pasos de mi carrera golfística, no tengo nada decidido.

Antes de este torneo, pensaba que no tenía nivel para hacerme profesional. Con mis coaches, después del evento, hablamos y llegamos a la siguiente conclusión: esto es un gran aprendizaje para mí. Realmente, estuve jugando contra las mejores del mundo. A su vez, me di cuenta de que (si quiero lograrlo) puedo. Además, no tengo ningún freno. Por lo tanto, en este tiempo, esperaré estos 3 años que vienen y aprenderé de los mismos.

– Valen, sos de la misma provincia que una leyenda de nuestro país: Silvia Bertolaccini. ¿Has tenido la posibilidad de conocerla personalmente? ¿Qué te gustaría tener de su personalidad?

– A Silvia no la conozco en persona. Pero sé que tiene una carrera maravillosa, en nuestro deporte. Sé que representó muchísimas veces a la Argentina. Creo que, hace poco, salió distinguida por la Federación (del Litoral). Y es increíble cómo sigue estando presente, en el golf argentino. Eso es algo que me encanta de ella.

– Para finalizar, como en todas las entrevistas, busco que mis invitados nos dejen un consejo para aquellos que empiezan a tomar contacto con este deporte. ¿Cuál sería el tuyo?

– A mi me gusta sugerir que disfruten el golf. Sé que es un deporte en donde mucha gente se frustra, al principio. Cuando no te salen las cosas, querés seguir intentando, seguir intentando y seguir intentando. Ojo: eso está buenísimo que pase. No obstante, hay que seguir intentando más (todavía) porque en algún momento saldrá. Es un deporte que parece fácil, pero no lo es.

En conclusión, no dejen de seguir intentando y seguir disfrutando. A su vez, vayan a jugar con gente que les genere un ambiente divertido. Creo que estos son los mayores consejos que puedo dar.

Definitivamente, es parte del futuro del golf argentino. Pareciera no desviarse de su trayecto. Cada paso dado tiene un por qué. Aparte de su lucha, tiene una inteligencia que la va a llevar muy lejos. Si Valentina Rossi está dispuesta, tendrá más momentos apreciables por delante. Y no es solo una expresión de deseo. Sabe tomar decisiones, argumentando sus razones. No es una tontería, en este deporte que constantemente te bifurca el recorrido. No se nubla. Y, en el caso de que eso pase, busca asesorarse de la mejor manera posible. Reconoce sus limitaciones y trabaja para que no influyan tanto.

Bajada la espuma del US Women’s Amateur, la rosarina nos llama a la cautela. Y eso que ella, como todos nuestros juveniles (aprovechamos para pedir disculpas por no haber mencionado la buena actuación de Mateo Fernández de Oliveira, en el US Amateur disputado en Oakmont), nos ilusiona. Ahora bien, podemos quedarnos tranquilos de que no habrá pasos en falso, de manera alocada. Cuando Valentina Rossi se propone algo, lo planifica y no para hasta cumplirlo.

Con lo que dijimos, estaría bueno que empecemos a reconocer la parte actitudinal de nuestros atletas:. Son ESAS PEQUEÑAS GRANDES COSAS que marcan la diferencia.

Matías Miguel Torge

Handicap 54

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