PENSANDO EN FRÍO

La solución a los momentos de resoluciones extremas.

Fueron las tres palabras que definieron esta semana. Una semana en la que había mucho en juego. No obstante, vivimos una semana en donde los protagonistas aplacaron cualquier tipo de show existente. Y es un gran mérito.

Antes de entrar al «corazón» de la cuestión, quiero hacer mención a lo que puede ser una premonición de lo que vendrá en dos años. El Marco Simone Golf & Country Club romano será la particular sede de la próxima Ryder Cup. Una sede que pudo ver a… ¿uno de 2 futuros participantes europeos? ¿Presenciamos el surgimiento de una nueva pareja de hermanos exitosos?

De izquierda a derecha: los daneses Rasums y Nicolai Hojgaard, posando con el trofeo del Italian Open 2021 (conquistado por Nicolai), disputado en el Marco Simone Golf & Country Club (Roma, Italia).

Con un birdie en el último hoyo, Nicolai Højgaard repetía lo que hizo su hermano Rasmus, en la semana pasada. Ah, tenemos un detalle de color: son los primeros gemelos que ganan en este circuito. A su vez, son los primeros hermanos que triunfan en semanas consecutivas. Ambos cuentan con solo 20 años. Sus mentes dicen otra cosa.

Hablamos de mentes y no lo podemos dejar de nombrar. Es muy difícil explicar lo que pasó en el Tour Championship, sin tener en cuenta lo ocurrido con esta variable. Es verdad que el formato polémico lo ha ayudado. Miren, al venir liderando la FedEx Cup, Patrick Cantlay partió con 2 golpes de ventaja. Esto hizo que (junto a Dustin Johnson y Tiger Woods) sea uno de los 3 jugadores que ganaron la FedEx Cup, arrancando desde el primer lugar. Y no podemos agregar mucho más. Lo hizo de vuelta.

Fue un torneo deslucido y poco atractivo (en el día domingo, tuvimos la «vuelta más rápida de la historia», en 1 hora y 53 minutos. La misma fue hecha por el chileno Joaquín Niemann, teniendo una trascendencia inusitada), con dos excepciones: las actuaciones de Jon Rahm y Kevin Na.

Si no se hubiera contado el score anterior al comienzo del torneo, el europeo y el americano debían disputar un playoff. Por el lado de Rahm, persiguió a Cantlay… con todo su arsenal. ¿Lo único para reprocharle? Haber embocado un poco más de putts. Ahora, es muy loco pedirle más a alguien que fue uno de los mejores, en estos cuatro días. En conclusión, así de insólito es este sistema: claro para el resto del mundo, pero con ciertas injusticias.

En el otro sector tenemos a un Kevin Na que pide (a los gritos) ser convocado por Steve Stricker. Tiene motivos para estar en Whistling Straits. 1 solo bogey, en 72 hoyos. Nunca se vio algo igual, en este torneo. Se cansó de realizar approachs y putts. Lo que pasa es que no tiene la distancia de Koepka (quien tuvo una lesión en la muñeca, luego de pegarle a una raíz, en el hoyo 10) o DeChambeau. No es el jugador que llame la atención. ¿Se dan cuenta que, cuando «el negocio» supera el sentido común, pasan estas cosas? En nuestra humilde opinión, no debería discutirse su selección. Esperamos verlo en Wisconsin.

Hablamos de integrar un equipo y debemos viajar (por un instante) a Victoria National Golf Club: uno de los mejores campos de Estados Unidos, en nuestra pequeña mirada. Su sede es testigo de definiciones descarnizadas. Piensen que, al llegar a este pintoresco club, quedan en juego otras 25 tarjetas para el PGA Tour. De hecho, ningún latino (de los que estaban presentes) ha podido conseguir (o recuperar) la estadía en la máxima categoría, siendo más «doloroso» el caso de nuestro querido Roberto Díaz (el mexicano estuvo entre esos 25, fallando el corte aquí. Quedó a 2 puestos de ser considerado en este grupo).

En esas historias, podemos encontrar nombres como los de Aaron Rai, Lucas Herbert, Matthias Schwab, Kurt Kitayama y Christiaan Bezuidenhout: nombres habituales del European Tour. A su vez, visualizamos golfistas como Austin Cook, John Huh, Patrick Rodgers, Kiradech Aphibarnrat, J. J. Spaun, Peter Uihlein (quien también podría figurar en el grupo anterior) y Trey Mullinax, quienes ya conocen de esto. Ahora, son solo 9 ejemplos. La lista no termina allí: Joseph Bramlett, Bronson Burgoon, Sahith Theegala, Vincent Whaley, Alex Smalley, Joshua Creel, Callum Tarren, Dawie van der Walt, Michael Giglic y… las 2 «aventuras» que más nos asombraron.

La primera de ellas tiene que ver con Scott Gutschewski. Volverá al PGA Tour, luego de ¡10 años! Estuvo pensando en empezar a dar clases, aunque nunca bajó los brazos. Y eso que las lesiones lo habían vuelto loco. Nunca hay que rendirse. ¿Dónde festejó nuestro querido amigo? En Denny’s: un típico restaurante familiar estadounidense, sin lujos estrafalarios. No es el único ejemplo de humildad.

La otra historia que quería remarcar es la del «último pasajero»: Justin Lower. En 2018, por un solo golpe, se había quedado afuera de la máxima gira del golf. Esta vez, tuvo revancha. Y de qué manera. Necesitaba un buen approach, desde 30 yardas. Tan cerca y tan lejos de la gloria, una vez más. Tuvo revancha y consiguió «el boleto sagrado».

Para finalizar, hay 2 situaciones que no debemos pasar por alto. En primer lugar, la sueca Maja Stark se consagró campeona del Creekhouse Ladies Open sueco. Y decimos esto porque es otra golfista que empieza a dar sus primeros pasos como profesional. Es parte del futuro del golf europeo. Un golf europeo que brilla por su excelencia.

En segundo lugar, había que cerrar con el gran triunfo del equipo del Viejo Continente, en la prestigiosa Solheim Cup. La victoria fue ajustada: 15 a 13. Ahora, el resultado merecía ser más abultado. Europa tuvo amplio dominio en los matchs en parejas, destacándose el tándem conformado por la irlandesa Leona Maguire (debutante, en este evento. No perdió ningún partido, en los 5 matchs jugados) y la inglesa Mel Reid. No tuvieron oposición.

Si nos detenemos en la joven irlandesa, parecía una veterana. Se transformó en la tercera jugadora que logró más de 4 puntos, en esta competición. Llegó a declarar que se motivó por algunas palabras (que estuvieron fuera de lugar) de la joven Jennifer Kupcho. No le importó nada. Y eso que, del otro lado, estaba (por ejemplo) la N°1 del mundo: Nelly Korda.

Fue una «pesadilla» para la americana. Junto a su hermana Jessica, perdió por primera vez en la competencia (el día jueves, contra las nombradas Reid y Maguire). Además, quedó envuelta en la polémica más importante del torneo, ganando un hoyo por una decisión arbitral. En su partido contra Madelene Sagstrom y Nanna Koerstz Madsen (el día viernes. Nelly estaba acompañada por Ally Ewing), la jueza decidió que su putt para águila, en el hoyo 13, quedó dentro de la superficie del hoyo. Por lo tanto, como Sagstrom levantó la pelota antes de que pasaran los 10 segundos correspondientes (teniendo en cuenta la situación descripta), el capítulo quedó para las americanas. A su vez, el partido siguió ese rumbo. ¿Se imaginan si el resultado final de la competencia hubiera sido el mismo, de manera invertida?

Volviendo (estrictamente) a las acciones definitorias de la competencia, el día final no podía tener un mejor cierre. El último putt fue hecho por la finlandesa Matilda Castren, ganándole a nuestra querida Lizette Salas, en el hoyo 18. ¿Y por qué decimos esto? Piensen que, en 2020, la golfista nórdica había logrado un solo Top 10. Encima, si no hubiera ganado el Gant Ladies Open (en el que estuvo cerca nuestra querida Maggie Simmermacher), se quedaba sin la posibilidad de ser seleccionada por la escocesa Catriona Matthew. ¡No tenía status para el LET! El sueño se hizo realidad.

El primer bicampeonato europeo, desde 2013. El histórico Inverness Club fue el último testigo de la importancia que tiene el hecho de estar PENSANDO EN FRÍO.

Matías Miguel Torge

Handicap 54

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