EL SÍNDROME DEL CIUDADANO ILUSTRE

Pequeña reflexión acerca de por qué no realizaré cobertura del VISA Open de Argentina.

A pesar de mirar poco cine, me han marcado muchas de las películas que se originaron en nuestro país. Y creo que una de ellas puede explicar mi relación con lo relacionado a la comunicación del golf argentino.

¿Me duele no estar cubriendo el Abierto de mi país? Me duele. Disculpen que tenga que enumerar lo que he hecho: es horrible para mí. Ahora, creo que es la única manera de argumentar mi bronca por no ser considerado. Veamos.

En uno de los medios que es parte del evento, he tenido el privilegio de entrevistar a un top 30 del mundo, como lo es Kevin Na. A su vez, pude hablar con dos golfistas que fueron Top 50 y Top 60 del OWGR, como el sudafricano Dylan Frittelli y el español Pablo Larrazábal, respectivamente. He conseguido también muchas notas con su grado de color (que no dejan de ser tan importantes como las realizadas), haciendo referencia al primer jugador en ganarle 2 veces a Tiger Woods, bajo la modalidad Match Play (con lo que eso significa): el australiano Nick O’Hern. También, en esta categoría, podría entrar el hijo de quien fue el mejor jugador europeo de la historia, en alusión a Javier Ballesteros, uno de los «herederos» de Seve. Y así podría seguir enumerando a los principales «laburantes» de nuestro país. Algunos de aquellos golfistas argentinos con oficio, que se rompen el lomo por la camiseta, como Augusto Núñez, Alejandro Tosti y Emilio «El Puma» Domínguez. Ah, también fui el principal gestor (aunque no realicé estas charlas) de las entrevistas que tuvo este medio con Vicente «El Chino» Fernández y el actual campeón defensor del torneo: el colombiano Ricardo «Pipo» Celia. ¡Y todo esto en casi 3 meses! Solo voy a decir eso porque la intención de esta reflexión no es tener problemas con nadie. Necesitaba descargarme. Y la historia, por suerte, no termina ahí.

Gracias a este hermoso proyecto propio, hecho con una computadora, un celular y mucho sacrificio, tuve grandes privilegios. Aparte de seguir entrevistando a exponentes de nuestro país (del pasado, del presente y del futuro), como el gran Raúl Travieso y el querido «Tati» Carballo, pude hablar con grandes ganadores de majors y golfistas que quedarán en la historia de los mismos, más allá de no haber podido triunfar en este tipo de eventos. ¿Empiezo a enumerar? Len Mattiace, Michael Campbell, Dottie Pepper, Costantino Rocca, Paul Lawrie, Todd Hamilton, Ernie Els y Justin Leonard (me gustaría saber cuántos de los que estuvieron en la conferencia de prensa del torneo pueden decir lo mismo).

Además de todo esto, he podido charlar con varios de los mejores representantes de nuestra región: Gaby López, Fabrizio Zanotti (abanderados olímpicos), Guillermo «Mito» Pereira, Maggie Simmermacher (ya la considero actual referente, en nuestro país), Roberto Díaz, Regina Plasencia e Ingrid Gutiérrez Núñez. Y no todo termina allí.

En el blog, también tuvo su lugar el golf femenino, como debe ser SIEMPRE: Agustina Zeballos, Nora Ventureira, Martina Gavier, Valentina Rossi, Silvia Bertolaccini, Victoria Tanco, Dolores Nava y Delfina Acosta (pudiendo hablar con las únicas cuatro argentinas que disputaron el US Women’s Open). Súmenle grandes exponentes actuales del golf femenino internacional: María Hernández, Nuria Iturrioz, Laetitia Beck (y su emocionante historia de vida) y Pia Babnik. Creo que hubo charlas para todos los gustos.

Aparte de lo dicho, nunca descuidamos aquellos jugadores que se van destacando en los circuitos más importantes del mundo del golf, como Adri Arnaus, Lucas Herbert y Michael Thompson. Y hablando de referentes, tuve el honor de poder tener una charla con una persona que engalana a nuestro deporte, como es el caso de Joseba del Carmen (el coach de Jon Rahm y uno de los mejores del mundo, en cualquier actividad).

Y para ponerle el «broche de oro» a todo esto, me di el lujo de poder participar en una conferencia de prensa del PGA Tour, entrevistando a Viktor Hovland. Y si ustedes vieran de verdad cómo trabajo y todos los esfuerzos que hago para llegar a los mejores del mundo, con la intención de tener ese testimonio y lograr que la gente se siga enganchando con mi amado golf, en mi amado país, entenderá mi amargura. ODIO hacer esto. No me gusta pelear, de verdad. La paso mal. Termino muy cansado. Ahora, también se genera una frustración enorme cuando sé que lo que hice vale MUCHO (sin desmerecer para nada al resto, con muchísima más experiencia que yo) y ni siquiera soy considerado. ¿Será porque, en algunas cosas, pienso distinto al resto? ¿Está mal?

Creo que mi bronca también resume un poco el ambiente del golf argentino. Yo creo que la mayoría del ambiente del golf argentino (no todos. Sería muy injusto si generalizo) es ambicioso con el resto y generoso con uno mismo, cuando debería ser al revés. Les pongo un ejemplo: en los Premios Olimpia (distinciones que se le dan a los mejores deportistas de nuestro país), para el golf, han surgido los siguientes tres nombres: Maggie Simmermacher, Emiliano Grillo y Abel Gallegos. En este tema, ya he expresado mi opinión y, para mí, la pilarense debería llevarse este premio… ¡por escándalo! Ahora, sin desmerecer la actuación de los otros dos compatriotas (y muchísimo menos la de Maggie): ¿nos pusimos a pensar si algún/alguna golfista de nuestro país tiene méritos para compartir esa terna? Creo que podemos encontrar dos respuestas posibles.

Respuesta N°1: No evaluamos correctamente a nuestros representantes (quiero inclinarme por esta opción).

Respuesta N°2: Es difícil encontrar otro representante distinto a estos 3 golfistas.

Otra pregunta que me hago es el hecho de por qué nuestro querido torneo ha perdido la calidad de sus referentes, sin despreciar a los que están. Lo más loco de todo esto es que tiene una plaza para el Open Championship. Y, sin embargo, muchos de los jugadores que podrían venir miran el torneo con indiferencia. Es verdad que la situación relacionada a los calendarios dificulta mucho. Ahora, ¿se han hecho las gestiones suficientes para intentarlo? Con el mayor de los respetos y sin intención de ofender, ¿cómo puede ser que un «outsider» del ambiente golfístico (como me considero) tenga mayor capacidad para contactarse con jugadores habituales del PGA que quienes nos representan en el deporte? Y, si me equivoco, creo que nuestros dirigentes caen en un grosero error, al no aprovechar el momento de la conferencia de prensa para contar qué se hace para que nuestro Abierto de la República no perdiera prestigio o tenga un prestigio mayor del que tiene.

Les pido mil perdones pero la verdad me sacaron las ganas de cubrir el Abierto de la República. El recibir desprecio de alguna gente «importante» del golf argentino, que me podría decir «che, ¿te ayudo en algo?» , hace que pierda interés sobre el evento. Ojo, también esto hace que valore más lo que hago, realizando un esfuerzo tan grande que solo los que me conocen lo saben. He perdido hasta cierta calidad de vida por este deporte que tanto amo, con la intención de ayudar a que se desarrolle aún más. Pero bueno, como en la película, hay muchos que no somos «profetas» en nuestra propia tierra. Hay muchos que sufrimos EL SÍNDROME DEL CIUDADANO ILUSTRE.

Matías Miguel Torge

Handicap 54

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