HAY QUE MIRAR AL ORIENTE

Hideki Matsuyama como principal representante de una corriente golfística que va tomando mayor fuerza.

Por distintas circunstancias, fortuitas o producto del dinero (lo dejamos a gusto del consumidor), el golf asiático se consolida en el mundo de nuestro deporte. Ya quedaron atrás los «casos aislados». Hay un proceso. Un proceso tan paciente como la cultura japonesa: país de origen de 2 de los nombres que tomaron protagonismo, en esta semana.

Isao Aoki fue «la piedra fundacional» de una camada de jugadores que, con su simpatía y su carisma, se llevaban muchas de las miradas disponibles, dentro del campo. Y lo nombramos (como el primer artífice) por un hecho que pasó a las páginas memorables de la historia del Sony Open (y del PGA Tour). Aoki, con un águila desde 130 yardas, dejaba sorprendido a un Jack Renner que veía cómo se le escapa su tercer título en el circuito: un título que quedaría en manos del japonés, siendo el primer asiático en entrar al círculo de campeones de la gira, en ese 1983. Un título que sería usado como referencia, 29 años después.

Lo más loco de todo esto es que muy pocos tenían (en su grupo de candidatos) a Hideki Matsuyama, luego de finalizar los primeros dos días. Estaba a 6 golpes de un Russell Henley que desfilaba por Waialae Country Club. Aclaro algo, esperando que no me malinterprete: nadie duda de su categoría. Ahora, el actual N°10 del mundo necesitó dos rondas seguidas de 63 golpes, consiguiendo su menor score para los últimos 36 hoyos. Y esto vino por una herramienta que es el «termómetro» del japonés: el putter.

«Hasta los putts errados entraban». Esto fue lo que contaba Matsuyama, al finalizar el día sábado. No lideraba porque el japonés tenía a un rival que, aparte de haber sido campeón aquí (en 2013), cuenta con un juego sobre el green cercano a la perfección. Es que es para copiar la rutina de Russell Henley, en este aspecto del juego. De hecho, el americano escoltó al ganador del Masters 2021, en los golpes ganados por esta variable descripta. Encima, al arrancar el día domingo, había acelerado a fondo. Del hoyo 6 al hoyo 9: 3 birdies y un águila, de manera consecutiva. Piensen que la ventaja era de 5 golpes. No obstante, la máquina se iba apagando, paulatinamente.

Nadie discute el manejo, en el corto par 4 del hoyo 10. Allí, Henley repitió la misma estrategia de toda la semana. Sin embargo, el hoyo 11 fue muy costoso para las aspiraciones del oriundo del estado de Georgia. Allí, la ventaja (que se había reducido a 4 golpes) pasaba a ser de tan solo 2 impactos.

A todo esto hay que sumarle que el mismo Henley reconoció que le cuesta dormir, cuando va encabezando torneos. A pesar de esto, intentó defender la diferencia: una acción cercana a lo imposible, al escasear el acierto de fairways. El birdie de Matsuyama, en el hoyo 15, levantaba la temperatura del ambiente. Se veía venir la crónica de un final anunciado. Faltaba el «moño decorativo».

El hoyo 18 fue el lugar en donde Matsuyama arribó a la punta del campeonato, logrando forzar un playoff. En ese desempate (disputado en el mismo lugar), mostró su calidad, con una madera 3 perfecta. 276 yardas, recorridas con una precisión milimétrica. Hace casi 7 años (desde el Barracuda Championship 2015, gracias al estadounidense J. J. Henry) que no se lograba cerrar una instancia así, con un águila. Además, con este Sony Open, Hideki Matsuyama consiguió su octavo título en el circuito, igualando la marca de mayor cantidad de victorias para un asiático (K. J. Choi, el legendario golfista coreano, es el otro jugador que ostenta este logro). Todo empieza a tomar una forma más consistente.

Para terminar, me gustaría referirme a 2 hechos en particular:

1- La presencia del japonés Keita Nakajima: N°1 del ranking amateur. La joven estrella ha terminado en el puesto N°41, coronando una buena actuación, en su preparación para el Masters. «Necesito una mejor mentalidad, como el Sr. Hideki», declaró en la entrevista post-ronda final.

2- El pequeño coreano, Joohyung Kim (quien ya tenía un título aquí y, a su vez, había hecho una buena participación en la CJ Cup 2021. Cuenta con 19 años y, con este triunfo, se volvió a meter en el Top 100 del OWGR), ganó el The Singapur International, luego de otro playoff, contra el tailandés Rattanon Wannasrichan. El tema es que tercero ha salido el sorprendente Ratchanon Chantananuwat (también tailandés), convirtiéndose en el jugador más joven en quedar en el Top 500 del ranking mundial… ¡con tan solo 14 años! Nuestro querido Tati Carballo (quien terminó en la posición N°59) nos abrió, de manera inconsciente, un panorama que estaba tomando su lugar.

El tiempo nos va diciendo que HAY QUE MIRAR AL ORIENTE. Las señales son cada vez más claras.

Matías Miguel Torge

Handicap 54

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