El Puerto Rico Open y el Arnold Palmer Invitational como pruebas de que los acontecimientos golfísticos no se deben mirar por arriba.
¿Por qué, en grandes ocasiones, me desespero ante el manejo (en mi humilde criterio) de la información? Creo que lo que pasó en Bay Hill y lo que pasó en Puerto Rico son dos situaciones que me servirán como gran oportunidad para que usted pueda entender la indignación. Miren, aquellos que tratamos de cubrir al deporte tenemos un importante beneficio: la información la tenemos al alcance de las manos. Solo tenemos que razonarla. La parcialidad queda en evidencia, ante un mal uso (deliberado o no) de los datos.
Aclaro algo, obviamente que estoy dentro de esta situación. Por eso, cuando aparecen historias como las de Ryan Brehm (por ejemplo), me pregunto el por qué no me puse a ver su trayectoria antes. Y ese es el gran desafío que tenemos. Y ese es el gran desafío que tienen sus colegas, también. Es que las oportunidades, por momentos, son una quimera. Ahora, la magia que tiene nuestro deporte es esa: lo que parece imposible, aparece. Y nos genera un cimbronazo que nos obliga a salir de nuestro eje y nuestra zona de confort. Relajarse (y quedarse en un éxito momentáneo) es un grave error.
¿Y por qué lo nombramos a Ryan Brehm? Bueno, el estadounidense tenía solo una salida disponible, en esta temporada del PGA Tour. Una salida que tenía 2 caminos para llegar a esa «tierra prometida»: una victoria o un segundo lugar, en solitario. El tema es que nunca había llegado al Top 10, en la gira. Ah, la exención médica tuvo este límite por lo siguiente: el americano dio positivo de COVID-19, en el Zurich Classic 2021 (iba a jugar con Joel Dahmen, en el torneo por parejas). A todo esto, hay que sumarle el fallecimiento de su mamá, en ese mismo 2021. El contexto explica su dificultad por sí mismo.
Ryan Brehm estuvo acompañado de su mujer, quien le auspició de caddie. Ambos sabían que no tenían nada que perder. Y actuaron en consecuencia. Su ventaja de 3 golpes, en la ronda final, se había robustecido con 2 birdies iniciales (en los primeros 5 hoyos). Nada podía salir mal, a pesar de los vientos típicos de la zona tropical. De hecho, esa diferencia se transformó en una de 6 golpes. De seguir en el Korn Ferry Tour a conseguir un pasaje directo para el THE Players Championship. Ah, perdón. Me olvidé de agregar un detalle: el mejor resultado de Ryan Brehm, antes de esta victoria, fue un T-11 en el Puerto Rico Open 2021. Los antecedentes nos dieron un parámetro.
El segundo caso altisonante viene dividido en dos aspectos. El primero tiene que ver con un Scottie Scheffler que ganó el Arnold Palmer Invitational, en un campo preparado sobre el límite (también se otorgaban plazas para el The Open, otorgadas a Taylor Gooch y Chris Kirk). Un Scottie Scheffler que logró su segundo triunfo, en sus últimas tres presentaciones. Sí, se ha destapado. Ahora, muchos nos hemos vuelto locos cuando Steve Stricker lo había seleccionado como parte del equipo estadounidense, en la Ryder Cup. Eso no implicaba que uno tenga cierta predilección por su swing (en mi criterio, uno de los más pintorescos del circuito). No obstante, esto indicaba que había un cierta resistencia a presentarlo como una futura estrella. Una estrella que ahora es una realidad y, mediante una serie de resultados (Jon Rahm debe terminar en un lugar peor que el 10mo, en solitario. Por otro lado, Colin Morikawa debe terminar en un lugar peor que el T-2, empatado con 2 jugadores más), tiene su chance para llegar al N°1 del mundo.
Su ronda de 72 golpes ha sido la más alta, desde que Phil Mickelson ganó el PGA Championship 2021 (73). A su vez, si contamos a los eventos fuera de los majors, es la ronda más alta, desde que Jon Rahm ganó el Memorial Tournament 2020 (75). Justamente, en la casa de Nicklaus, surgió el próximo tema de análisis: la configuración del campo.

«No sos recompensado con los buenos tiros, en un campo así». Esto decía un Rory McIlroy que bramaba por un fin de semana compuesto de un cóctel brutal: greens rápidos y firmes, sumado a un rough largo y demandante. «No me importa que los campos de golf sean penalizantes, cuando erras. Ahora, si no se recompensan los buenos tiros, ahí se comienza a cruzar la línea». Ojo: no es la primera vez que McIlroy hace pública una queja contra el setup.
A fines de agosto del 2021, el ex N°1 del mundo empezó a plantear la idea de una configuración de campo estándar para todas las sedes del PGA Tour, excluyendo a los majors. Con estas opiniones, ¿el mérito queda en el ojo de la tormenta? Sabiendo que el norirlandés es un «ejemplo a seguir» para el ambiente informativo de nuestro deporte, ¿no es un mensaje preocupante el hecho de brindarle un abanico de excusas al golfista promedio, sabiendo que este último necesita entender que hay que adaptarse a las circunstancias que toquen?

A todo esto, entramos en la semana del THE Players Championship. Una semana que no contará ni con Bryson DeChambeau (que se está preparando para «algo grande», según los dichos a GolfWeek), ni con Phil Mickelson. A todo esto, sumemos que Jay Monahan (Comisionado del PGA Tour) hablará mañana, a las 11:00 PM (hora de Sawgrass). Esperemos que los ejemplos no continúen y la situación vaya tomando el camino hacia la claridad.

Sé que a muchos les puede molestar este artículo. Entendiendo esto, cerraré con algunas frases del periodista argentino, Carlos Pagni, en una entrevista que le hizo Pablo Sirvén, para el programa titulado «Hablemos de Otra Cosa».
- «Significa cuando uno lee a alguien que quiere que sea su vocero. No que me aporte algo, sino que me exprese».
- «Hay una tendencia muy fuerte a esto, a la «cámara de eco», a gente que no puede escuchar una idea distinta, que no puede ponerse en el punto de vista del otro y que supone que todo lo bueno está en el lugar de uno y todo lo malo está en el lugar del otro. Esto termina infantilizando todo el debate».
- «La verdad siempre se construye «entre». La verdad no está en un lugar. No llegás ni siquiera a enriquecer tu propia idea. No llegás a interrogarte».
- «El rol del periodismo es justamente interrogar y salir de ese sesgo confirmatorio. No confirmar, sino preguntar, cuestionar, mirar el otro lado. Suspender (por un momento) al prejuicio y entender si el otro no tendría algo o una parte de la verdad. Escuchar al otro».
- «El debate profesional de la información va quedando cada vez más arrinconado. Y, para ser aceptados en la red, los periodistas también nos banalizamos y nos infantilizamos. Y nos ponemos en blanco y negro para evitar que «cuando te corrés, te castigan». Está prohibido correrse. Y la función del periodismo es correrse».
- «Creo que pago un costo si no me corro, si no me interrogo y si no planteo otro punto de vista. El día que yo aplauda o critique (demagógicamente) a un conjunto de gente (la mayoría de los cuales no tienen ni un nombre, ni un apellido), me dedico a otra cosa».
¿Por qué usé estas frases? Más allá de estar de acuerdo o no con él y su actividad del día a día, creo que estas oraciones se pueden reproducir claramente en el contexto comunicativo del golf. Aquí se estaba hablando de LA TEORÍA DEL SESGO CONFIRMATORIO, algo que debe cambiar en nuestro deporte, si se busca que el mismo crezca.

Matías Miguel Torge
Handicap 54
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