El «The Masters»: un «huracán» que arremete con la realidad golfística.

Pobre J. J. Spaun. No tiene la culpa de esto. Encima de ser su primer triunfo en el tour, luego de un arduo esfuerzo, será su primer paso por Magnolia Lane. Y siempre es difícil ganar en esta gira. De hecho, tuvo que sufrir en todo momento. Si vamos hacia el principio de su ronda, hace 14 años que nadie era campeón del PGA Tour, luego de un doble bogey en el primer hoyo. Si vamos hacia el final de la vuelta, su salida le hizo encender las alarmas, a pesar de sus 2 golpes de ventaja. Todo fue trabajado. Ahora, el calendario del Valero Texas Open hacen que este prestigioso evento se transforme en una bala de plata para llegar al primer major del año. ¿Y esto desmerece el título del americano? Para nada. Sin embargo, como siempre siento la obligación/vocación de dar la mirada correspondiente a la realidad que uno ve, no podemos obviar que las circunstancias de esta semana fueron muy particulares. El mundo del golf sigue esperando que se oficialice un secreto a voces: el secreto más deseado por los que amamos este deporte.
Es el tema central. Que «el minuto a minuto» de sus viajes hacia el campo, que su nueva marca de zapatos (FootJoy entró en su vestimenta, acompañando a viejos conocidos del Team Woods, como la gente de Nike. Aunque el carácter de «condicional» se mantiene vivo, en los movimientos del ex N°1 del mundo)… Todo el mundo está esperando que la tensa espera se termine y que nuestra leyenda termine de concretar uno de los momentos más históricos de la historia del golf (comparado con el regreso de Ben Hogan, por el cierto paralelismo de sus accidentes y su resiliencia para buscar la vuelta a la competencia), si es que ya no lo concretó en las sombras. A ver, no tiene la obligación de confirmar su regreso. De cualquier manera, pareciera ser imposible que todo lo que está haciendo Tiger Woods no termine en su presencia en el tee del 1, el día jueves. Billy Horschel dijo que lo vio muy bien, llegando a las 290 yardas de salida (en promedio). Cam Davis, a pesar de reconocer la lentitud en el fairway del 17 y del 18, dijo que no había ninguna razón para no hacerlo. Y Bubba Watson parece que metió la pata, diciendo que «está contento de verlo de vuelta, en el Masters».
Amigos: «a buen entendedor, pocas palabras». Preparen las cámaras y las grabaciones. De no mediar ninguna locura, el futuro está cantado.
Tiger Woods genera una atracción imposible de ignorar. Sé que digo una obviedad. Ahora, es necesario que lo aclare porque no fue lo único que provocó un cimbronazo, en estos días. De hecho, recientemente, Bryson DeChambeau (en la conferencia de prensa del torneo. Nuestro bombardero está aquí, a pesar de que los médicos le han aconsejado otro tratamiento de sus lesiones) dijo que no tuvo contacto con Phil Mickelson y que se volvió imposible de contactar. Por la forma en que lo dijo, ¿podríamos decir que la reconocida «cultura de la cancelación» llegó a perjudicar hasta el ánimo de «Lefty»? Creo que la preocupación podría ir en ascenso (por lo menos, considero necesario el hecho de poner esta variable sobre la mesa), pensando que se debería contemplar la posibilidad de reconsiderar ciertas acciones al respecto.
Hablando de la acción de reconsiderar, ¿podríamos decir que la situación de Richard Bland es otra de las desafortunadas faltas de atención de este prestigioso evento? Todos sabemos las dificultades para conseguir una invitación en el The Masters, fuera de los criterios establecidos. Personalidades como Ernie Els no fueron tenidas en cuenta, en algunos de sus buenos momentos. Ahora, más allá de todo esto, el inglés entró dentro de los 50 mejores del mundo… una semana tarde. Igualmente, demasiado fue el castigo. No se podía dejar de mencionar.

Y tampoco se puede dejar de mencionar a Jennifer Kupcho: pionera del Augusta National Women’s Amateur y actual ganadora del The Chevron Championship. Se quedó con el histórico último salto a «Poppie’s Pond». Es que hay que hacer un párrafo aparte para el abandono (¿necesario?) del histórico trazado de Mission Hills CC. Los beneficios económicos traen costos mayores al dinero en sí, pasando las tradiciones a un segundo plano.
Kupcho tuvo un nivel avasallante (similar al de la campeona defensora: la tailandesa Patty Tavatanakit, quien quedó cuarta), haciendo que la diferencia final (2 golpes. Segunda salió Jessica Korda, con una destacada ronda final) sea mentirosa. Una diferencia final que había alcanzado los 7 impactos. Piensen que la oriunda de Colorado hizo que la última ronda estuviera de más. A su vez, al ganar su primer major (y primer torneo en el circuito), confirma que hay una nueva camada, en el golf femenino, que viene por todo. ¿No me creen? Voy con algunos ejemplos:

1) Pia Babnik: nuestra querida eslovena, a quien hemos entrevistado, sigue demostrando que los grandes torneos son su hábitat natural. Ha entrado al Top 50 del Ranking Mundial (N°43), luego de un tercer puesto… ¡en su tercer major! Sus 66 golpes generaron una de las mejores rondas del día domingo. Y todavía sigue en el Ladies European Tour (aunque no sé qué podría pasar, luego de esta notable performance) por decisión propia. Amigos: su mente competitiva es privilegiada. Su humildad es moneda corriente. Y a eso hay que sumarle que tiene uno de los swings más pintorescos (de los mejores que vi en mi vida), en el mundo del golf. Nada puede salir mal, si no se desvía de este camino.

2) Atthaya Thitikul: la tailandesa ya está entre las mejores 5 del mundo. Era algo que se veía venir. Y no lo decimos solamente por su título en el JTBC Classic. El año pasado, en nuestra cobertura rutinaria del Ladies European Tour, no nos cansamos de nombrarla, por méritos de ella. Recordemos que es la más joven en ganar un torneo profesional. Cuando irrumpió en el Abierto de su país (edición 2021), asustando a la legendaria Ariya Jutanugarn (quien se consagró campeona de esa edición), demostró una convicción por llegar a la actualidad que está teniendo.

3) Gabriela Ruffels: más allá de que ahora está en el EPSON Tour, no hay que dejarla de lado. Su ronda final, en este torneo, no fue de las mejores. Así y todo, terminó T-25: su peor posición en el primer major del año, en 3 presentaciones. ¿Se dan cuenta de lo que hablo? En sus 6 presentaciones, en torneos de este calibre, no falló ningún corte. Es lógico que el paso al profesionalismo tenga sus complicaciones, teniendo en cuenta el constante seguimiento de las cámaras sobre ella. No obstante, no presume estas situaciones. Solo se concentra en trabajar, con un profesionalismo de alguien que tiene más de 20 años en el tour. No duden de que también escucharemos el nombre de nuestra querida australiana, en mayor medida y muy pronto.
Amigos, como podrán apreciar, estos días fueron decantando en UNA MIRADA OBLIGADA HACIA GEORGIA.

Matías Miguel Torge
Handicap 54
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