HAOTONG LI: UN EJEMPLAR CUENTO CHINO

El renacimiento de una carrera única e irrepetible, en el BMW International Open.

Ganar, en cualquier ámbito y por lo que sea, siempre genera un mimo al alma. Cuando uno compite por un premio, siempre quiere ser el mejor. Y no importa que sean 48, 72 o 144 los que están allí, en la misma situación. Miren, no me voy a olvidar más el día que perdí la posibilidad de jugar una final, por un viaje a la famosa «Casa de Campo», de Pete Dye. Los amigos de START GOLF, quienes nos sponsorean (aclaro que solo cuento esto por el ejemplo en sí), habían determinado que los 2 mejores de ese día (en cada categoría) jugarían un partido por conocer uno de los lugares más icónicos de la región. Y mis chances eran latentes, a pesar de no haber dormido nada, en la noche anterior. Amaba el campo de Fincas de San Vicente y me sentía con mucha confianza. ¿Cómo terminó esta historia? Me doblé el tobillo, pisando un pozo… ¡en el segundo hoyo en disputa! Terminé el día en una pierna y (a pesar de que un amigo logró el objetivo) mi bronca era abrumadora.

Estoy seguro que muchos se sentirán identificados con lo que les conté. Imagínense si acentuamos este tipo de frustraciones, en el profesionalismo. Es que lo que estaba pasando Haotong Li era una verdadera pesadilla. Para que se den una idea, aquel Volvo China Open de 2016, perteneciente al DP World Tour, lo había hecho entrar a un mundo distinto, poniendo a su país en lo más alto del golf mundial.

Si bien no inauguró el palmarés de China, en el tour (Ashun Wu había ganado el mismo torneo, el año anterior), empezó a generarse su lugar. Tal es así que llegó al tercer puesto del Open Championship 2017 (el mejor en majors, para los golfistas masculinos de su país) y logró quedar en el puesto N°32 del ranking mundial, siendo el primer jugador chino en traspasar el Top 50. Encima, lo venció a Rory McIlroy, en el Omega Dubai Desert Classic 2018. El camino estaba rodeado de flores. Y llegó la tormenta.

Casi gana el Saudi International 2019. Los resultados iban en declive, reflejados en la Presidents Cup de Royal Melbourne. Tal es así que, en 2020, el PGA Championship dejó todo al descubierto: luego de acertar solo 4 fairways, lideraba el torneo. Obviamente, era el primero de su país en liderar un major, tras 36 hoyos. Sin embargo, se quedó practicando. ¡El tema es que practicó durante más de cinco horas y media! Si bien terminó dentro del Top 20, las señales no eran nada buenas. Tal es así que falló 14 cortes de manera consecutiva, en el 2021. Realmente estaba perdido.

Haotong Li, en el green del hoyo 17, durante la ronda final del Sony Open in Hawaii, disputado en el Waialae Country Club (Honolulu, Hawaii. Créditos de Gregory Shamus/Getty Images).

El Alfred Dunhill Links Championship (su sede principal es el campo de St. Andrews) lo había visto cortar ese 2021 espantoso. Un 2021 que casi lo lleva al retiro, como lo confesó hoy. Luego de eso, un segundo puesto en el Volvo China Open de ese año (se jugó en diciembre, como parte del circuito de China, por todo lo relacionado al COVID-19) y se empezaba a vislumbrar la luz. De hecho, el Sony Open de este año (con sus anteojos «a lo Tom Kite») le daba cierta ilusión de que no todo estaba perdido. Era cuestión de seguir intentando.

Había empezado a encontrar cierto equilibrio. Ahora bien, no podía poner cuatro buenas vueltas juntas. Y llegó el BMW International Open, en donde dominó gran parte de estos cuatro días. Tal es así que casi no había adversarios.

El tema es que nuestro deporte lo obligaba a dar algún que otro paso más. Y decimos esto por un Thomas Pieters que lo igualaba en la punta, quedando 3 hoyos por jugar (también aquí entraba el neozelandés Ryan Fox, pero rápidamente quedaba fuera de todo, al llegar al hoyo 16, en donde el Li y Pieters conseguían sendos birdies, de una gran manera).

Li había recuperado la ventaja, en el 17. Pero el belga respondía con un birdie, en el 18. El drama seguía en el desempate.

Por si faltaba algo más, Li coqueteó con el agua, en el primer hoyo del playoff (el 18). Tal es así que la ventaja la tenía Pieters, con un corto putt para birdie. Sin embargo, desde aproximadamente 40 pies, el golfista asiático embocaba un bombazo, logrando ponerle un nuevo capítulo a su historia. Y sí, es entendible su genuina emoción, sabiendo todo lo que pasó.

Es uno de los jugadores más queridos del deporte. Y merece recuperar la alegría, dentro de un campo de golf. Tal es lo descripto que dijo que firmó cada uno de los autógrafos que le pidieron, luego de terminar el torneo. No es para menos.

Así es como concluye UN EJEMPLAR CUENTO CHINO: un cuento chino que nos deja enseñanzas.

Matías Miguel Torge

Handicap 54

Latinos que pasaron el corte: el paraguayo Fabrizio Zanotti quedó T-32. Por otro lado, nuestro querido Rafael Echenique quedó en la posición N°65.

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