Las historias positivas de un John Deere Classic inmerso en el caos golfístico mundial.
Verdaderamente, el nivel de caos que tenemos es atroz. Y no me refiero a mi querida Argentina, maltratada por los políticos de turno. El mundo del golf vive momentos de incertidumbre innecesarios, por la impericia de sus dirigentes contra el mundo LIV. Tal es así que, como anunció James Corrigan (en Telegraph Sport), varios de los jugadores de la gira comandada por Greg Norman quieren tener un permiso de emergencia para jugar el Scottish Open… ¡e irán a la justicia! Nunca pensé en ver esto, pero es real. Es todo desconcertante y parece que este ambiente es el que reinará por bastante tiempo, a menos que hayan gestos de cordura dentro de las principales ligas del mundo. Ahora, si ya empezamos a entrar en el terreno legal, lo veo difícil.
Con todo lo dicho, hay que ser justos con aquellos que disputaron este John Deere Classic. Un John Deere Classic que se había quedado sin sus principales figuras, luchando por no quedar en el ostracismo, ante el boom que veíamos con la mencionada victoria de Branden Grace. Para colmo, el desarrollo no tuvo grandes emociones. Ya de por sí, el TPC Deere Run suele dar grandes ventajas desde el tee (no desmerecemos la calidad de campos del PGA Tour. Ahora, sin lugar a dudas, esta sede tiene un nivel de complejidad menor que el promedio del PGA Tour). Si a eso le sumamos el contexto descripto, el cisne negro era perfecto. Por suerte, las tres historias de esta semana (con pasajes para el The Open N°150, en St. Andrews) rescataron algunas sensaciones positivas, en una de las semanas más duras de la historia del PGA Tour.
Empecemos por un J. T. Poston que ha dominado de principio a fin, nuevamente (primero en hacerlo aquí, luego de 30 años). Consiguió su segunda victoria en el PGA Tour. Y la primera se había dado en un Wyndham Championship (2019), en donde no había realizado ningún bogey y también triunfó de punta a punta. Es un golfista que sabe acelerar cuando las circunstancias lo piden. Y no es de esos jugadores que tienen excentricidades en su juego. Ahora, no suele fallar cuando entra en ritmo. Cabe remarcar que esto lo decimos sabiendo que sus emociones corrieron por el lado contrario, en esta semana. Sin embargo, nunca perdió el control de las acciones, mostrando que su equipo de trabajo ha hecho bien en apoyarlo al 100% y logrando que su swing vuelva a darle frutos como estos.
Más allá de algunos traspiés entre el hoyo 5 y el 7, fue un justo campeón. No obstante, eso no eclipsa la buena actuación de un Emiliano Grillo que termina con parte de sus fantasmas. Y lo decimos por los serios riesgos que tenía de perder la tarjeta del PGA Tour. Tal es así que este segundo puesto le aseguraría la tarjeta de la máxima gira, quedando muy pocos torneos en disputa. No paró de sufrir hasta el final, en la temporada.
Hemos sido muy críticos con el aspecto comunicativo del argentino. Tal es así que tampoco estamos de acuerdo con su gesto irónico, en el corto par 4 del hoyo 14: lugar donde supo que perdió el torneo, según su testimonio. No obstante, también entendemos el nivel de falta de confianza que venía pasando. Por lo tanto, nos alegra (de todo corazón) cuando lo vemos sin tantos errores arriba del green y desplegando una pegada parecida a la que lo vio destacarse en la máxima gira estadounidense. Si Emiliano Grillo logra darle importancia a cada pequeño avance que le ocurre, sin pensar en lo que era y concentrándose en su actualidad, puede revertir las cosas. Su talento ha hablado en el pasado, en innumerable cantidad de ocasiones. El tema es que su mente debe dar el impulso y agarrarse de las pequeñas cosas buenas que le van ocurriendo. Ojalá pueda aprovechar esta oportunidad para volver a ser el que era. Cuando a un representante argentino le va bien en nuestro querido deporte, no hay nada que me ponga más feliz.
Y el último lugar se lo queríamos reservar a un Christiaan Bezuidenhout que ya sabe lo que es el hecho de superarse día a día. Para aquellos que no conocen su historia, una accidental ingesta de veneno líquido para ratas lo hizo tener tartamudez, desembocando en dificultades severas con la ansiedad. Por esto, tuvo que tomar medicamentos al respecto, durante un largo tiempo. Tal es así que, lamentablemente, esto le había costado una suspensión por dopaje, pasando un momento horrible. Por suerte, las cosas se aclararon, la sanción se redujo y, desde allí, fue ascendiendo constantemente. De hecho, gracias al circuito europeo, llegó a estar en el puesto 33 del ranking mundial.
Al llegar este 2022, tampoco venía con momentos de confianza, a pesar de haber conseguido la tarjeta del PGA Tour (él era un tradicional jugador del DP World Tour). De hecho, no había conseguido un Top 10 hasta ahora. Por suerte, luego de una gran ronda de 66 golpes, todo vuelve a la normalidad para él. Luego de este resultado, Christiaan Bezuidenhout queda en el puesto 59 del OWGR.
Como aquellos comunicadores del clima, desesperados en atravesar las peores condiciones del tiempo, los 3 protagonistas de la fecha fueron CAZADORES DE INCENDIOS. Tienen su mérito.
Matías Miguel Torge
Handicap 54
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