Un 3M Open en donde primó la locura y la falta de capacidad para cerrar eventos.
¿Pueden dos jugadores, serios candidatos al título, tener un triple bogey dentro de su tarjeta final? Claro que sí. El tema es si esos protagonistas siguen con chances de triunfo. En una semana que corre por el carril de la lógica, la respuesta claramente iría a la negativa. No fue este el caso.
Amigos: los 3 protagonistas del día de hoy, candidatos a llevarse el 3M Open, son conocidos por sus serios problemas para culminar bien los torneos. Por lo tanto, es imposible seguir los parámetros de lo lógico, teniendo que estar preparados para cualquier cosa. Es que el golf tiende a sorprendernos. Ahora, en estas circunstancias, las alarmas se activan.
Nuestro análisis tiene que empezar por un Scott Piercy que venía iluminado sobre el green: algo raro en él. Es que esa variable es la que más dolores de cabeza le da. Sin embargo, era el que menos putts había ejecutado, antes de comenzar la cuarta ronda. De hecho, había hecho el récord del campo, luego de 54 hoyos. ¡Y lo hizo con una ampolla en el pie! 4 de ventaja, al entrar al día domingo. Nada podía fallar.
A todo esto, hay que sumarle a un Emiliano Grillo que se había sacado del torneo solo, en el hoyo 7. Sí, mi querido lector: no le miento. En ese momento, la ventaja había pasado de 4 a 7 impactos. Un segundo tiro totalmente pasado del green, una pelota injugable y, desde allí, la típica frustración de un golfista que sentía que la historia se repetía. A continuación, luego el bogey del hoyo 8, la situación se extendía y la apatía era entendible. Encima, instantes después, el argentino era apurado por un oficial. Estaba todo servido para el oriundo de Las Vegas. Se confió demasiado.
Esa frustración pasajera, luego de la advertencia del juez, se transformó en energía de impulso: algo que el chaqueño está empezando a cambiar, con la compañía del gran caddie español: Javier Erviti. Y no estamos diciendo que el argentino no tenga garra. ¡Este domingo la demostró con creces! Ahora bien, los momentos de adversidad tienden a invadirlo más de la cuenta. De cualquier manera, Emiliano Grillo reaccionó a tiempo, luego de birdies en el 10, 11 y 13 (hay una evolución en su juego sobre el green, luego del cambio de grip aplicado). Todo empezaba a cambiar, paulatinamente. El tema es que ninguno de los 2 tomó real dimensión de quién venía por detrás.
Tony Finau, viendo que en el ambiente predominaba la incertidumbre, se animó a más. Y así consiguió 3 birdies, entre el 14, el 15 y el 16. Arrancó 7 impactos por debajo. Y ahora, lograba ser parte del dominio de las acciones, sin nada asegurado. En el medio de todo esto, Piercy regalaba 3 golpes en el hoyo 14. ¡Un Piercy que llegó a tener 5 de ventaja! Como podrán apreciar, el nivel de anarquía era grotesco.
Por si faltaba algo más, en el hoyo 17, Finau casi se va al agua, luego de llevarse por delante a la tribuna del fondo del green. Encima, en el hoyo 18, salió con el drive… ¡y visitó la laguna! Menos mal que el caddie lo hizo entrar en razón, obligándolo a usar un tiro más, así llegaba más cómodo al green. Resignó el bogey, mientras Grillo se había quedado sin aciertos y Piercy deseaba que el día se termine.
No necesité agregar muchas más palabras. Así de vertiginoso fue todo, con 3 personas que trataban de perseguir el objetivo de conseguir el título, a su manera. 3 golfistas que podrían formar parte de LA BRIGADA EXPLOSIVA.
Matías Miguel Torge
Handicap 54
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Gran descripción y análisis de los hechos acontecidos!
Saludos
Guillermo
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Muchas gracias, querido Guille 🙂
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