Jon Rahm y una demoledora exhibición de golf, en este Acciona Open.
Antes que nada, quiero mencionar esto. Le tenía una fe ciega a este chico, teniendo en cuenta todo el esfuerzo que pone, día tras día. Hoy logró su primer Top 10, luego de 14 años. Y podría haber sido mejor. Talento no le falta a uno de los mejores swings del tour, desde mi humilde criterio. Es fenomenal lo de Alfredo García-Heredia. Un ejemplo en la gira. No lo dude.
Volviendo a lo estrictamente relacionado al ganador, hay que decir que la ventaja ha sido de 6 golpes, al quedar 4 hoyos. Terminó con esa misma diferencia, por mérito de él y porque el francés Matthew Pavon tuvo su buen final. Pero el número es sólo una anécdota. Lo importante es lo que demostró hoy. Sabía que necesitaba una victoria más, con la intención de igualar al legendario Severiano Ballesteros, en su tierra. Fue por ello y no perdonó a nada, ni a nadie.
Los fue derribando de a poco. Los trabajó. Y los trabajó moralmente, luego del par del hoyo 1: vital para sus aspiraciones. Aceleró en el 2, pero el australiano Min Woo Lee (quien terminó siendo el rival que más tiempo le duró) nunca se le despegaba. Tal es así que, por ejemplo, su bogey del hoyo 4 quedó en el olvido, con un gran tiro en el 6. «Me he enfadado», dijo en conferencia de prensa (un poco en broma, un poco en serio). El tema es que el ex N°1 del mundo embocó un putt de más de 50 pies, sin ningún tipo de problemas. Lo volvió loco. ¡Y volvió loco al público! Todo era un estadio de fútbol.
Y si no me habían creído lo anterior, supo responder el ataque de Lee, en el 7. Mientras el oriundo de Perth hacía un águila sensacional, Rahm conseguía un birdie que le permitía mantener la delantera. Una delantera que nunca era cedida, a pesar de haber estado en peligro. Tal es así que, en el difícil par 3 del 9, volvía a levantar al público, con otro birdie más. Insisto: los iba derribando de a poco.
El birdie al 11 fue el antepenúltimo golpe. El birdie del 12 fue categórico. Y el águila del 14 (que podría haber sido un albatros) fue letal. Encima, en el 17, embocaba otro putt, como para que no queden dudas de su faena. De hecho, la ronda de él (62 golpes) y la del nombrado Alfredo García-Heredia (64 impactos) fueron las mejores vueltas del día. «Un animal», con todas las letras. Es que hay que usar las mismas palabras que fue mencionando el público, que logró ser el famoso «jugador N°12» (permítame usar esa jerga futbolística, mi querido lector. Es la ocasión).
3 victorias aquí, igualando el récord de Severiano Ballesteros. Desde Max Faulkner que alguien no gana 2 o más torneos, con 5 o más golpes de diferencia (aquí triunfó por 6 y en 2019 triunfó por 5). Se ganó el trono allí, entre los más grandes de su país. No tiene que haber la menor duda. Fue una actuación imponente, impactante, con una actitud humilde y carismática con el público. Jon Rahm es la mejor imagen del golf español y el golf español se siente identificado con Jon Rahm. Es un amor que, por ahora, no pasa de moda.
Ah y también tuvo sus comentarios para Eugenio López-Chacarra (reconoció que vio el torneo), mencionando que es una victoria española, que tan solo tiene 22 años, que lo felicita y solo deseaba «empezar con una victoria española y terminar con una victoria española». A su vez, cuando nuestro querido Hugo Costa le preguntó sobre el dinero ganado, dijo «que compre lo que quiera». Desdramatizó el asunto, sintiéndose también contento por la victoria del equipo de Sergio García. En resumen, fue una conferencia de prensa digna de la leyenda que es él.
Volviendo a lo estrictamente relacionado al torneo, hay que decir que los trabajó a sus rivales. No los perdonó. Definitvamente, Jon Rahm puede ir por más, tanto aquí como en el mundo del golf. ES SU RING.
Desde Madrid, en exclusiva.
Matías Miguel Torge
Handicap 54
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