La International Series de Marruecos y nuevo ejemplo de que el Asian Tour va tomando mayor presencia golfística.
El Asian Tour siempre fue un circuito digno de respetar. Por dar el primer ejemplo que se me viene a la cabeza, basta con nombrar al mismo Todd Hamilton (a quien hemos entrevistado), quien ganó el Open Championship 2004. La gira educa, forma y premia con justicia. ¡Y ahora está en crecimiento! Encima, desde que se crearon estas International Series (también podríamos incluir a LIV Golf en la ecuación), la motivación es aún mayor. Pareciera como que todos saben que se está buscando una expansión. Por lo tanto, podríamos decir que eso trajo como consecuencia que «los históricos» sean desafiados por aquellos que van mostrando sus primeras armas. En conclusión, no hay que confiarse de nadie, a la hora de entrar en momentos definitorios. El circuito va tomando cada vez más temperatura, haciendo que la curiosidad nos invada y podamos descubrir distintos talentos, ocultos por la injusta centralidad de la información.
Esta semana arrancamos con las palabras de un Gonzalo Fernández-Castaño, que es muy consciente de todo lo que explicamos en un principio. De hecho, el día viernes nos decía que tiene pensado jugar la Qualy de este tour, dependiendo de cómo sea su actuación en la última etapa de la gira europea. Más allá del T-65 (aprovechamos para mencionar que nuestro querido representante argentino, Miguel Ángel «Tati» Carballo, terminó T-67), el histórico español es otro ejemplo del momento que está viviendo nuestro circuito protagonista. No hay margen para el error y la competencia está abierta. Todos lo saben.
Hablando de españoles, tampoco podemos dejar de destacar a un David Puig que pareciera ganarse su territorio. Es que este es recién su segundo torneo como profesional. ¡Y arrancó liderando la jornada, tras 54 hoyos! Lamentablemente, nunca pudo generar el envión correspondiente y quedó tercero, a 2 del líder. De cualquier manera, como nos contó el día sábado, lo tendremos más seguido por estos lugares, con la esperanza de ver a un jugador que dará que hablar. No lo dude.
Y no podemos dejar de ser justos con un campo que otorga emociones por todos lados, como el Royal Golf Dar Es Salam de Marruecos. Su final no permite parpadeos. Y lo sabía un Richard T. Lee que arrancó imponiéndose, con cuatro birdies consecutivos (entre el hoyo 6 y el hoyo 9). Piensen que el canadiense ya se había adaptado al cambio de horario, en Dubai (4 días antes). Además, tiene un vuelo de pelota bajo, que achica el error. Por lo tanto, no fue casualidad que pasara a dominar las acciones. El tema es que no se esperaba que la música vendría en los grupos que estaban delante de él.

Jazz (cuyo nombre original es Atiwit) Janewattananond no es un improvisado. Su tarea, en el PGA Championship 2019, fue eclipsada por un Brooks Koepka que dominó con absoluta autoridad. Ahora, su estilo agresivo de juego es ideal para momentos como este, en donde los finos detalles tienen su importancia. Tal es así que, en compañía de Sarina Schimdt (la alemana es jugadora del Ladies European Tour y es novia del tailandés), tuvo un sprint final alucinante.
Los birdies del 11 y del 15 lo dejaban con una chance, de cara a los últimos 2 hoyos. El tema es que el drive del hoyo 17 fue perfecto. Putt de 20 pies, águila realizada, y la puerta se abría para el capítulo final. Allí, Janewattananond se encontraría con otro birdie, que iba a ser letal para las aspiraciones de Lee. Piensen que el canadiense se pegaba a un árbol, en la salida del nombrado 17. Perdió un golpe y no embocó su putt para birdie, al llegar al 18. Fue todo muy vertiginoso. ¿No me creen? El mismo tailandés lo explica.
«Me quedaban tres hoyos y ni siquiera estaba cerca. Terminé muy bien, todo fue muy rápido. Cuando cayó el último putt, me sentí tan aliviado. El juego de espera había comenzado, ¡y ahora estoy aquí!». Piensen que Jazz Janewattananond no ganaba desde 2019, en el Masters de Tailandia. Y llegaba sin muchas expectativas. Sin embargo, con esta International Series de Marruecos (séptimo título en el Asian Tour), expuso su calidad y su soltura. ¡QUE SUENEN LOS SAXOS! El espectáculo estaba garantizado.
Matías Miguel Torge
Handicap 54
Créditos de las fotos: Asian Tour.
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