El Real Club Valderrama y El Camaleón Mayakoba Golf Course: 2 lugares que están en la misma situación.
Definitivamente, un final bastante particular para el WWT Championship at Mayakoba. Un final que nos hizo acordar a lo que vimos en Europa, hace menos de un mes.
Recordemos nuestro análisis, cuando terminó el Estrella Damm Andalucía Masters. Uno de los tradicionales torneos europeos, que se veía absolutamente dominado por un Adrián Otaegui que daba una gala de su buen juego. Tal es así que la última ronda estuvo de más. ¡Y estamos hablando del Real Club Valderrama! Si bien el campo presentaba condiciones benévolas, el oriundo de San Sebastián llegó al récord del campo, con absoluta comodidad. Administró sus 6 golpes de ventaja, tras finalizar los primeros 3 días. Llegó a su cuarto título de la gira y demostró que está para pelearle de igual a igual, al que venga.
Toda esta historia tuvo su «frutilla del postre». Tal es así que el mencionado Real Club Valderrama se había sentido destratado por la gira (Javier Reviriego, director general del lugar, expresó este sentimiento a los amigos de «Ten Golf»). Y el lugar estaba en el último año de contrato con el DP World Tour. En conclusión, la mencionada sede se quedó sin su fecha para el circuito europeo y es un «secreto a voces» que estará en LIV Golf. Crónica de un desenlace anunciado, como lo que vivimos en esta semana… al otro lado del océano.
Nos es muy díficil destacar algo de un WWT Championship at Mayakoba que padeció la «falta» (obligada, por la sanción del PGA Tour) de sus dos principales estrellas: Abraham Ancer y Carlos Ortiz. Y no se crean que esto lo digo con indiferencia. Lo digo con dolor. No me gusta que salga como noticia que Greyson Sigg hizo un «hoyo en uno» y nunca se dio cuenta… ¡porque no había gente allí, viéndolo! No es un ejemplo grato. Es un ejemplo que muestra la desidia que tuvo la gira estadounidense con una de las tradicionales citas latinas, que mostraba la calidez humana de un público amigable, pasional y colorido. Es un ejemplo que marca la crónica de otro desenlace anunciado.
Este evento también tuvo 18 hoyos de más. El estadounidense Russell Henley dio un espectáculo imponente, de tee a green. Tal es así que también llevaba 6 golpes de ventaja, de cara al día final. Y no dio ningún tipo de chances. El bogey del hoyo 5 fue solo un espejismo de agua, en un desierto. De hecho, luego de esa situación, consiguió 3 birdies consecutivos, haciendo que todo quede minimizado a una pelea por el segundo lugar.
Scottie Scheffler terminó empatado en el tercer lugar, con una gran ronda de 62 golpes y arreglando cosas de su putter. Seamus Power compartió ese puesto, consolidándose como el N°1 de la FedEx Cup, luego de un sábado eléctrico (con 2 tiros embocados desde afuera y un «hoyo en uno»). Brian Harman fue el que logró el segundo lugar, siendo el que cuenta con más «Top 10» (25), si contamos como inicio a la temporada 2017-2018 y si tomamos en cuenta a los jugadores que todavía no tienen una victoria en la gira estadounidense. Y todo quedó empañado por un Russell Henley que empató el récord del torneo, hecho por Viktor Hovland (en 2021, con 261 golpes).
La emoción era grande, en el estadounidense. Concretó su segunda victoria, luego de pasar por 7 situaciones similares, al entrar al día domingo. Las lágrimas eran lógicas. Fue lo único emocionante de un torneo que apagará las luces y las prenderá cuando LIV Golf aparezca. Una situación similar tendrá el Real Club Valderrama, desde el otro lado del océano. Pareciera que ambos lugares son «hermanos separados al nacer». Llevan VIDAS PARALELAS.
Matías Miguel Torge
Handicap 54
Donaciones para financiar las actividades de la página (quien esté interesado):

