El International Series de Egipto y «la justicia divina» de un golfista que «sufrió más de la cuenta».
Definitivamente, esto fue lo peor de la lucha LIV Golf vs. PGA Tour. Muchos jugadores quedaron en medio de una guerra, de manera injusta y pagado costos excesivos. Y uno de ellos fue un Andy Ogletree que venía «cosechando» situaciones pálidas. Luego de su victoria en el US Amateur 2019, convivió con varias lesiones (las más importantes fueron en la cadera y en el labrum, con un desgarro. Tuvo una operación), la pérdida de confianza y la falta de dinero. A esto había que sumarle el parate por el COVID-19. Piensen que los malos resultados del PGA Tour (solo se destacaba que había sido el mejor amateur, en el Masters 2020) iban siendo el «combustible» necesario para que las adversidades se juntaran en su cabeza. Por lo tanto, no era extraño que nuestro protagonista acepte jugar el primer torneo de Londres, cuando LIV Golf lo llamó: un llamado que le costó más de lo pensado.
Luego de su participación en el Centurion Club (terminó último), quedó fuera de la consideración de los nuevos torneos de la gira emergente. Encima, el PGA Tour lo había suspendido… ¡sin tener status! Para colmo, las agresiones por redes sociales eran insoportables. Por lo tanto, solo quedaba considerar el Asian Tour y ver qué pasaba. Por suerte, el circuito en expansión lo hizo agarrar confianza (contando esta semana, tiene 5 presentaciones), llevándolo al nivel que le vimos en esta semana.
Arrancó con 3 golpes de ventaja, al llegar al día final. Piensen que su contrincante directo era el austríaco Bernd Wiesberger, cuya experiencia no se la puede subestimar. Cabe remarcar que el europeo fue integrante de la última Ryder Cup y ganó 8 veces en el Viejo Continente, antes de entrar a LIV Golf. Dijo que se sintió «orgullo de sí mismo, por la ronda que jugó». Y no es para menos. En todo momento, puso presión al estadounidense. Ahora bien, nada de lo que hizo fue suficiente. Estamos hablando de una ronda de 63 golpes… ¡que no alcanzó!
“Ha sido una semana increíble. Primera vez en Egipto. Pude experimentar todo lo que hacen los turistas: fui a las pirámides, nos hospedamos en un gran hotel y el campo de golf fue espectacular. Ha sido realmente increíble. Mi primer viaje a Egipto es uno que nunca olvidaré”. Es que no se le puede pedir más al americano Andy Ogletree. Sacó a relucir su mejor nivel. De movida, en los primeros 9 hoyos, logró 5 birdies (y un bogey). La ventaja se había ampliado a 4 golpes. Luego, a pesar de que Wiesberger le había descontado 2 impactos (águila, en el 10. Luego, el birdie del hoyo 13), nunca perdió la calma. La ventaja volvía a los 4 golpes, luego del 16. El nivel fue supremo, digno de un legítimo campeón.
“Siempre he sido un gran fanático de las competencias de match play. Y eso es lo que terminó siendo nuestro último día, al final: básicamente, fue una contienda de dos golfistas. Y solo traté de seguir igualando lo que él estaba haciendo, logrando muchos putts. Afortunadamente, pude jugar mejor que Bernd (Wiesberger), que es un gran golfista. Por lo tanto, con todo lo que pasó, fue realmente increíble llegar a obtener este triunfo”. La descripción fue contundente, sincera y perfecta. Ogletree demostró que hizo bien en mantenerse paciente, esperando su momento. Y así fue, recibiendo una merecida segunda oportunidad, presentada por el destino: el mismo destino que lo hizo «sufrir» deportivamente, sin haber hecho acciones para que esto pase. Nos alegra que esto haya pasado.
La International Series de Egipto lo vio ganar. Nosotros vimos que Andy Ogletree logró ir SOBREVIVIENDO AL CAMPO MINADO que terminó siendo el golf, en este tiempo.
Matías Miguel Torge
Handicap 54
Latinos que pasaron el corte: Álvaro Ortiz terminó T-58.
PD: Agradecemos a la gente de prensa de la organización del torneo, quienes nos han facilitado material durante toda la semana. Algunas de las fotos son cedidas por ellos.
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