CAMBIO DE AMBIENTE

Adrian Meronk y Thriston Lawrence, demostrando que merecen ser mirados con otros ojos golfísticos.

Si usted no los vio, les recomiendo que los vea ahora. Los 2 tienen sus estilos, que quizás no puedan resultar lo que los libros dicen (si es que hay un libro que explique cuál debe ser el swing perfecto del golf: sería más fácil encontrar una gota de agua, en un desierto). Ahora, los dos están hechos de un carácter digno de copiar. Son simples, entienden de dónde vinieron y no dejan nada librado al azar. Por lo tanto, todo esto era una cuestión de tiempo, más allá de que sea la segunda victoria de ambos. Ambos pueden aspirar a más, sin ningún tipo de problemas.

Empecemos por un Adrian Meronk, que ya lo veníamos siguiendo desde hace tiempo. ¿Por qué hacemos hincapié en nuestra experiencia con él, en el Italian Open? Es que allí vimos también cómo se maneja, fuera del campo. Siempre con una sonrisa y siempre con mucha amabilidad, sin importar si eras seguidor, periodista o marshall. Ahora, pasa las sogas y deja todo lo que tiene. De hecho, fue contundente de tee a green, al llegar al Horizon Irish Open 2022. Y es visto como uno de los probables proyectos a futuro, en la Ryder Cup 2023. El tema es que ya no es más un «proyecto a futuro». Ya es una realidad.

A contramano con nuestros horarios, se estaba disputando el ISPS Handa Australian Open. Un ISPS Handa Australian Open que otorgaba 3 cupos para el 151th The Open, otorgados a los siguientes golfistas:

1- El australiano Min Woo Lee: sus últimas actuaciones le iban a permitir esto, de alguna u otra manera.

2- Su compatriota, Haydn Barron, quien se había hecho profesional recientemente, a sus 26 años. Birdie y águila para terminar T-4 en su país y asegurarse el boleto para el Royal Liverpool Golf Club.

3- El español Alejandro Cañizares: un veterano de mil batallas, en la gira europea. No tiene status completo aquí. Sin embargo, hizo una mágica ronda de 64 golpes. Desde el 2012 que no está aquí. Además, jugará la semana que viene, en Leopard Creek. Mejor imposible.

Ahora, el protagonismo se lo han llevado 2 personas. Por un lado, vimos a un Adam Scott que estaba dando un recital de buen juego, en su país. No tenía mayores preocupaciones, sin subestimar el contexto. De hecho, buscaba tener seguridad, sin dejar de estar disfrutando. No obstante, la presencia de Adrian Meronk allí (quien confesó que admira al australiano) obligaba al ajuste constante y a la minimización de los errores. Y si el ex ganador del Masters 2013 no tuvo esto en sus planes, los resultados están a la vista. Tal es así que el europeo no aflojó, desde el minuto 1. No aflojó y le movió el escritorio, al llegar al tee del hoyo 2. Méritos claros.

Scott había mostrado una reacción, luego del hoyo 5. Sin embargo, 2 bogeys consecutivos (hoyos 7 y 8) del local dejaron a Meronk con 3 de ventaja. Esa ventaja había llegado a 1, al tee de 14. Una ventaja que pasó de 1 a 5, en los últimos 4 capítulos. De hecho, al llegar al 18, cerró con un fenomenal águila. «Sabía que si tenía una mejor salida, al llevar una ventaja de 3 golpes allí, contaba con una oportunidad». Adrián Meronk entendió el panorama. Triunfo concretado, que lo llevaría al puesto N° 48 del ranking mundial y con boleto para el Masters 2023, de mantenerse el listado así, hasta el 31/12. Ah: el mismo Meronk confesó que uno de los motivos de este viaje vino por tener el deseo de llegar al Augusta National Golf Club. Menos mal.

(En cuanto a las chicas, el torneo lo ganó la sudafricana Ashleigh Buhai. Por una cuestión de tiempo y de poco material recibido, no hicimos una cobertura del evento femenino. Es una situación excepcional, entendiendo que nunca dejamos de lado al LPGA, al Ladies European Tour y al EPSON Tour).

No podemos dejar de lado a lo que pasó en Sudáfrica. Quizás, en la ronda final, sufrió más de la cuenta. Ahora, es justo que el local Thriston Lawrence haya sido el Novato del Año. Supo cómo aguantar los finales de un torneo. Y supo cómo aguantar todo, sin jugar en su mejor nivel. De hecho, el francés Clément Sordet le generó una buena oposición. Tal es así que, en el primer hoyo, las cosas estaban igualadas (y el local llevaba 2 golpes de ventaja). No pudo descansar nunca. Necesitaba despegarse, con autoridad. Y cumplió su cometido. Ahora, no estuvo exento de sustos.

La ventaja era de 5 golpes, al llegar a tee del hoyo 14. Todo parecía bajo control. Y decimos «parecía» porque el colapso arribó en el momento menos indicado. De hecho, al disputar los últimos 2 capítulos, las cosas estaban igualadas. Sin embargo, Sordet falló un corto putt, en el 17. Ese respiro cambió la vida de un Lawrence que se llevó el Investec SA Open Championship y dijo que «esto es por lo que te esfuerzas. Soñé mucho desde niño, para este momento: ganar un evento tan prestigioso, frente a una multitud increíble». Es que todo estaba por diluirse. La emoción no es para menos.

En conclusión, tanto Adrián Meronk como Thriston Lawrence lograron un CAMBIO DE AMBIENTE. Ambos tienen al lugar de privilegio ganado.

Matías Miguel Torge

Handicap 54

PD: como siempre, agradecemos a la gente de prensa del DP World Tour, quienes nos aportan el material.

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