Tiger Woods y la importancia del PNC Championship, con solo aportar su presencia.
La locura de este 2022 nos llevó a ver situaciones como las de este fin de semana. Y no lo digo solo por el PNC Championship. Lo digo por el peligroso ambiente que se vio, en este último tiempo.
LIV Golf ha conseguido algo muy valioso, en este período: marcar una tendencia. Esa tendencia se vio reflejada en el tema de empezar a pensar al golf como una actividad entre equipos, la necesidad de empezar a ver otro tipo de formatos golfísticos (aprovecho este instante para ver CUÁNDO VOLVEMOS A DARLE IMPORTANCIA A LA COPA DEL MUNDO DEL GOLF, con sedes en distintos países y como era hace unos años) y la búsqueda de ampliar nuevos horizontes. Una tendencia que se adoptó en los Aramco Series, por ejemplo, con absoluta inteligencia. Una tendencia que también se vio en las International Series, visitando lugares como Inglaterra (algo inédito para el Asian Tour), Marruecos y Egipto, entre otros. Una tendencia que se está tirando abajo, con la preocupación en declaraciones que no suman nada y con la necesidad de mostrar que «todo el mundo está loco», por estar en contra de la nueva de serie de torneos y por mostrar situaciones (como la renuncia de Atul Khosla, COO de la compañía y N°2 de Greg Norman, en la parte operativa) que solo muestran debilidad. Es que tendríamos que estar hablando de los posibles nuevos jugadores y de la versatilidad de un calendario convincente, entre otras cosas. Y estamos hablando de “qué tan equivocados están Rory McIlroy y Tiger Woods, por no unirse al grupo de jugadores que tienen a Greg Norman como Comisionado”. Tal es así que hay muchos comentarios violentos sobre la leyenda estadounidense, sin repudiar, por el simple hecho de pensar distinto (fíjense que aquí no nombro al norirlandés, que ha cometido errores comunicativos notorios, cooperando con esta división).
¡Yo no estoy a favor de todo lo que diga o haga Tiger Woods! Ahora bien, Tiger Woods ha hecho crecer al mundo del golf, sin lugar a dudas. Marcó un antes y un después, con situaciones que rozan lo irreal… ¡y que pasaron! Tal es así que (con el respeto a un torneo que se nota que deja todo de sí, con la intención de hacer una buena organización) revivió un PNC Championship deslucido, generando momentos inolvidables de interacción con Charlie: su hijo. Es que Woods, con todo lo que sufrió en cuanto a lesiones, podría estar en su casa… ¡y hubiera estado bien! Pero miren su capacidad competitiva y su importancia de la palabra «legado», que hasta el mismo Charlie Woods jugó con una torcedura de tobillo, siguiendo el ejemplo del padre.
Todos pusieron sus ojos en la familia Woods, dejando de lado que el torneo fue ganado por Vijay Singh y su hijo Qass. Es que el ex N°1 del mundo, a pesar de su fascitis plantar (recordemos que el torneo le permitía usar carrito), mostró pasajes de su clase. Los ejemplos fueron varios, tanto en el sábado como en el domingo. Y hay que aclarar algo: a los dos se les notaban sus achaques. Y los dos respondieron, regalando una clase de compromiso con el golf (de manera familiar), que vale la pena aplaudir. Padre e hijo, en una demostración que fue mucho más allá que un torneo. Por algo la gente los aprecia mucho, sin importar qué tipo de golf les interese.
Ojalá LIV Golf se de cuenta que se pondría en contra de su principal lema, «hacer crecer el juego», si deja que gran parte de su ambiente (no generalizo. Hay gente que le gusta lo que propone la nueva gira y no se olvida de lo que ha causado el ganador de 15 majors) le tome bronca a Tiger Woods. Tiger Woods generó que muchas personas estén jugando golf competitivo, al más alto nivel. Tiger Woods es EL «SEÑOR GOLF». En estos días, cuenta con el valor de LA ÚLTIMA PALABRA. No hay que subestimarlo, si la intención es formar parte del ecosistema de nuestro deporte, buscando mejorías.
Matías Miguel Torge
Handicap 54
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