El Aramco Saudi Ladies International, con protagonistas de un perfil sencillo y un talento extraordinario.
Creo que, en esta semana, se han reflejado valores que fueron más allá de la suculenta bolsa de 5 millones de dólares. Es más, me animaría a decir que este torneo fue una advertencia, en aquellas jugadoras que aspiran a seguir escalando posiciones dentro del mundo del golf femenino. Hay una cierta diferencia de valores, reflejada en lo actitudinal.
En primer lugar, quiero empezar con algunas de las jugadoras de nuestra región. Y no se crean que para mí es grato expresar estas palabras. Pero no puedo dejar de ser sincero con lo que veo y con lo que pienso, como siempre lo he sido aquí. En primer lugar, más allá del decimoprimer puesto (a 8 de la punta), no estoy observando a la María Gabriela López Butrón que creí conocer (desde el aspecto golfístico, obviamente). Siento que la mexicana no está dando las garantías que solía dar, en torneos anteriores. Muchos errores no forzados, bastante dependencia «del approach y el putt» y considerable irregularidad, en situaciones en donde la ronda pedía un envión anímico. Por lo tanto, si María Gabriela López Butrón quiere pelear majors con mayor frecuencia, no debería contar a esta semana traicionera: una semana en donde tampoco se la vio con ese mismo semblante cálido, que tenía con todo el mundo (sin importar si están dentro o fuera del campo de golf). No estoy entendiendo a esta «nueva» María Gabriela López Butrón, entrenada por el chileno Edoardo Miquel. Y de corazón, ojalá el tiempo no me otorgue la razón. La mejor jugadora de nuestra región (por ranking) no se puede dar el gusto de dilapidar prestigio.

Por otra parte, también quiero hacer una mención para una Magdalena Simmermacher que también pasó a ser invadida por la inconsistencia. Ha quedado anteúltima, entre 120 participantes. Cabe remarcar que su status parcial, en el LPGA, ha sido un espejismo. De los 14 «Top Ten» conseguidos en el Ladies European Tour, solo 2 surgieron desde julio (momento en que había decidido cambiar parte de su equipo de trabajo). Como podrán ver, los costos son muy grandes, ante decisiones tan delicadas.

La única «excepción a la regla» fue una María Fassi que está volviendo a su mejor nivel, con un perfil bajo y pensando en conseguir mayor terreno. T-12, a 9 de la punta y la ilusión de regresar al protagonismo se mantiene intacta. Es la que mereció más, en cuanto a las 3 integrantes de nuestra región. Corresponde reconocerlo como se debe.
Ahora, la lucha más importante estuvo entre tres personas. Una de ellas fue una Lilia Vu contundente, líder tras 54 hoyos. Y no podemos dudar de su poderío. Ya ha llegado al LPGA, luego de sus tres victorias en el EPSON Tour (2021). A su vez, el 2022 fue un punto de inflexión para ella, con 8 «Top 10». Por lo tanto, estoy seguro que esta performance se podrá ver en mayores ocasiones. Es que la americana, si no visitaba el agua del hoyo final, podría haber contado con una situación distinta. De cualquier manera, con su perfil bajo, sigue apareciendo en las primeras páginas. Es meritorio.
¿Hablamos de méritos? No podemos obviar el notable comienzo de nuestra querida hindú. Nunca vas a ver a una Aditi Ashok desesperada, sin mirar a nadie y mostrando sensaciones de frustración/fastidio, con mucha intensidad. Con su padre como caddie y confiando en todas sus herramientas (su corta distancia es compensada con su gran regularidad y su fantástico juego sobre el green), confirmó el por qué es la actual líder de la Race To Costa del Sol. Ya había arrancado con una victoria, en el Magical Kenya Ladies Open. Luego, su tercer lugar de Marruecos (en la Lalla Meryem Cup) podría haber sido mucho mejor de lo que reflejó el tablero. Y aquí, en Arabia Saudita, luchó hasta el final. «Sabía que necesitaba hacer algunos birdies. Sabía dónde estaba parada, después de los primeros nueve hoyos, cuando miré el tablero. No hice mucho, hasta el hoyo 14. Y ayer hice birdies, en tres de los últimos cuatro capítulos. Por lo tanto, traté de pensar que hoy también era posible. Terminé haciendo birdies, en dos de los últimos cuatro. Esto también fue bueno». Simpleza, hasta el último minuto.
Este evento quedó en manos de Lydia Ko. Si no decíamos nada, teniendo en cuenta que la neozelandesa es la N°1 del mundo, usted podía pensar que todo esto fue un trámite. Claramente, como pudieron apreciar, el sufrimiento vino incluido.
«El marcador estaba justo detrás del green, por lo que fue muy difícil pasarlo por alto». Esto vivió Lydia Ko, luego del crucial birdie, hecho en el hoyo 17. «Tenía mayor curiosidad, al llegar al 18. El águila se podía dar, como lo hizo Lilia (Vu) y Emily (Pedersen), ayer. Ahora, con esta bandera, sabía que sería complicado. Pero solo quería hacer un par de buenos tiros. Por suerte, tuve un muy buen segundo golpe, con la intención de tener un wedge y llegar al green. Y el final fue un poco más estresante de lo que me hubiera gustado, pero no importa cómo lo hagas».
Una mentalidad única, olvidándose de su protagonismo y poníendose de «igual a igual» con todas sus competidoras. «He estado muy agradecida. Están sucediendo muchas cosas maravillosas (recordemos que Lydia Ko se ha casado), especialmente en los últimos meses, una y otra vez. No sabes si esto es real o no, ¡pero he estado tratando de disfrutar estar en el campo de golf!». A su vez, la leyenda oceánica reconoció estar jugando «con las mejores del mundo» y que «el campo fue realmente bueno, sabiendo que iba a ser un desafío». Creo que no necesito decir mucho más.
Lydia Ko (en el rol de campeona de su segundo Aramco Saudi Ladies International), Aditi Ashok y Lilia Vu demostraron que LA HUMILDAD GANA CAMPEONATOS: un mensaje para poner en práctica.
Matías Miguel Torge
Handicap 54
PD: el crédito de la foto de portada corresponde a Tristan Jones/LET.
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