La historia más conmovedora de la semana, mostrando que las historias más directas son las que generan más amor para el golf.
Chris Kirk triunfó sobre TODOS.
Chris Kirk ganó un The Honda Classic que parecía ser destinado al ostracismo: esto lo decimos porque nuestro evento en cuestión pasó a ser un evento «no elevado». De hecho, «Honda» se irá del torneo, luego de ser el sponsor más antiguo del PGA Tour.
Chris Kirk le ganó a golfistas sacrificados y con una chance «única» (sin tomar a la palabra con absoluta literalidad) para sus vidas: Por un lado, tuvimos a un Eric Cole, un «novato» de 34 años y ganador de más de 50 títulos… ¡en los Minor League Golf Tours! Por otro lado, tuvimos a un Ryan Gerard que consiguió uno de los puestos de clasificación de los lunes y consiguió la invitación para el Puerto Rico Open, por terminar cuarto.
Si no fuera por ese anteúltimo putt, que bordeó al primer hoyo del desempate, Eric Cole podía terminar coronando una semana en la que no le faltó nada, poniendo en jaque a un jugador más que experimentado. Su voluntad y su metódico estilo fueron los artífices de un desempeño para aplaudir. También es para aplaudir que el nombrado Ryan Gerard, con un nuevo «Top 10» en «la isla del encanto», tendría invitaciones gratuitas para lo que resta de la temporada.
Chris Kirk triunfó sobre la idea de limitar los eventos elevados: el golf lo componen los mejores jugadores del mundo y lo componen jugadores como el oriundo de Atlanta, que peleaba para salir de sus dificultades. Por lo tanto, limitar el field de los «eventos elevados» a 70 (como se está esparciendo el rumor) sería un grosero error. A su vez, debería haber una conexión clara entre este tipo de eventos y los eventos de mejor cuantía.
Chris Kirk le ganó a los que solo ven el dinero como lo más importante: les puedo asegurar que el americano no estaba pensando en si había 8 o 20 millones de dólares en juego.
Chris Kirk triunfó sobre un insípido LIV Golf Mayakoba: y aquí lamento decir esto, por los jugadores intervinientes y por la organización local, quienes trataron de hacer todo lo posible para que el evento esté a la altura de las circunstancias. Ahora bien, la organización oficial y el enfoque que le están dando a este tipo de torneos son dos factores que están repercutiendo, de una manera totalmente negativa, en el posible «desarrollo» de la organización (dentro del ecosistema golfístico). A excepción de un Peter Uihlein que está demostrando compromiso, un Matthew Wolff que se lo nota con otra energía y un Carlos Ortiz asumiendo responsabilidades, no hay mucho para destacar. La misma transmisión se está encargando de fomentar situaciones que tienen que ver con el consumo excesivo de alcohol y con el descontrol constante, tomando al golf como una excusa. Creo que esto «no hace crecer el juego», por más que muchos de sus integrantes se esfuercen notablemente. La organización perdió el rumbo y se equivocan en el concepto «golf ruidoso». El golf pasó a ser una «excusa», queriendo copiar al peor torneo del PGA Tour: el Waste Managment Phoenix Open. Y si el golf pasa a ser una «excusa», no estamos hablando de algo serio.
Chris Kirk le ganó a Charles Howell III: el también veterano jugador de Georgia, en esta LIV Golf League, logró su primer triunfo (su equipo, conformado por Paul Casey, Anirban Lahiri, Bryson DeChambeau y él, ganó el primer evento en conjunto. Ellos son los Crushers GC), en un torneo totalmente deslucido. Lo que se veía en el campo reflejaba eso.
Chris Kirk le ganó a Cameron Smith, Sergio García, Phil Mickelson, Bryson DeChambeau, Brooks Koepka y Patrick Reed: el australiano no es el del 2022, más allá de su sexto lugar. No otorga la solvencia con la que contaba cuando ganó el 150th The Open. Por el lado del español, lamentablemente nunca estuvo en la pelea, otorgando una versión totalmente distinta a la vista en Omán (esto no implica que siga pensando que, en lo relacionado a Rory McIlroy, el oriundo de Borriol tenga sus válidos argumentos. Ojalá retorne a su nivel, por la Ryder Cup).
En relación a «Lefty» y los 2 «bombarderos», realmente es preocupante el pobre desempeño de los 3, pensando en que nos tendremos que acostumbrar a que los mejores momentos de cada uno ya pasaron (y ojalá me equivoque, de todo corazón). Y en cuanto al polémico jugador americano restante, se nota que le falta ese rival que lo haga sacar su mejor versión.
Chris Kirk le ganó a cada uno de los «Community Manager» de los equipos de LIV Golf: no se necesita forzar cada situación, con la única intención de contar una historia.
Chris Kirk le ganó a un Joaquín Niemann más preocupado por sus negocios con la TV… que por jugar al golf: los golfistas deben preocuparse por el deporte en sí. Por lo tanto, los capitanes no tienen que contar con un rol dirigencial. No están preparados para eso.
Chris Kirk le ganó a sus miedos: luego de un mal segundo tiro, en el hoyo 18. Se recuperó con un tercer tiro quirúrgico, en el primer hoyo del desempate (situado en el mismo lugar nombrado). Ese swing cancino todavía tiene su talento, bajo presión.
Chris Kirk le ganó a la depresión y a su adicción al alcohol: «Sí, a mi sobriedad le debo todo lo que tengo en mi vida. Si no fuera por la sobriedad, ya no estaría haciendo esto para ganarme la vida. Probablemente ya no tendría la familia que tengo actualmente.Estuve muy cerca de perder todo lo que me importaba. Y para que eso sucediera y funcionara para mí, obviamente hubo algunas decisiones que tomé. Pero sobre todo, tuve la gracia de Dios y muchas otras personas, que realmente me ayudaron en el camino. Es algo que tengo constantemente en mente, por lo que me es bastante fácil ver que ganar el Honda Classic es una especie de bonificación. Literalmente, todo lo bueno que tengo en mi vida se lo debo a mi sobriedad».
No se necesita EXAGERAR todo. Hay que dejar que las cosas fluyan. Es que el golf es un gran ordenador, en la vida. El golf hace crecer a la gente, tanto en el talento como en lo personal. Si eso se pierde de eje, por más que los protagonistas sean los mejores del mundo, el golf pierde su esencia. Si, Charles Howell ganó un par de millones más que Chris Kirk: es verdad. Ahora, Chris Kirk SE GANÓ A SÍ MISMO, luego de haber tocado fondo. ¡Y ESE ES EL MENSAJE QUE HACE QUE EL GOLF SEA ESPECIAL! ¡EL GOLF TE OBLIGA A VISITAR TU ESENCIA!
LIV Golf tendrá 13 semanas más para enderezar el rumbo. Y ojalá lo haga, porque su presencia ha beneficiado al golf, desde otro lugar. El tema es que deberían volver a determinar un horizonte más sano y concentrarse en las verdaderas virtudes que tienen, como el golf por equipos. Si esto sigue así, tal cual hemos visto en Mayakoba, no veo buen futuro (a menos que el DP World Tour pierda el litigio con ellos/las International Series tengan un lugar más preponderante y el field se amplíe, con otro tipo de clasificaciones). Al que sí le veo un gran futuro es a Chris Kirk, quien desde 2015 no ganaba: un Chris Kirk que TRIUNFÓ SOBRE TODOS.
Matías Miguel Torge
Handicap 54
Latinos que pasaron el corte: Jhonattan Vegas terminó T-21, Tano Goya quedó T-55 y Augusto Núñez finalizó T-71.
Mejor latino, en LIV Golf Mayakoba: Sebastián Muñoz terminó octavo.
Donaciones para financiar las actividades de la página (quien esté interesado):

