Un Valspar Championship que supera todos los pronósticos, desnudando las falencias de un LIV Golf carente de elementos básicos.
Antes de que me pregunten, «¿por qué no estás hablando sobre LIV Golf?», voy a explicar mi opinión actual sobre la nueva liga de capitales saudíes, esperando que quede clara mi postura. Siempre fui franco, a la hora de escribirles a ustedes. Esta no será la excepción.
En LIV Golf Tucson, Danny Lee se ha quedado con el torneo, en el tercer hoyo del desempate entre cuatro jugadores. Uno de esos 4 jugadores fue el querido Carlos Ortiz, quien guió a los Fireballs GC (el equipo que también es conformado por Eugenio López-Chacarra, Abraham Ancer y Sergio García. Este último es el capitán del conjunto) al título, en esta modalidad. Ahora bien, lamentablemente, todo queda licuado por los constantes (y exasperantes) errores de comunicación, sumado al hecho de tratar de imponer una peligrosa narrativa, autorizada por directivos de esta nueva gira.
No se crean que para mí esto es agradable. Creo que hay gente que verdaderamente se está preocupando MUCHO para que LIV Golf tenga éxito. Y uno de ellos es el mencionado Carlos Ortiz (por ejemplo), a quien estimo. Ahora, cada vez que me he sentado a ver LIV Golf, en estos dos torneos, noté como si quienes transmitieran me quisieran imponer constantemente que «la nueva gira es mejor que el PGA Tour». Por otra parte, en las redes sociales, han aparecido algunos seres nefastos, asistidos por la directiva de la organización (y difundidos por muchos de los protagonistas), queriendo establecer un constante halo de sospecha, bajo el lema «todos los medios son corruptos». Además, en el «rol de periodista» (también autorizados por la organización), hay una serie de personas que agredieron a Rory McIlroy y Fred Couples, con términos despectivos, mientras hacían una pregunta. Por lo tanto, quienes queremos informar con la mejor intención, vivimos en una situación de constante incomodidad y presión.
Piensen que a Danny Lee le preguntaron por las «sensaciones distintas» que vivía en Tucson y el dinero, en varias ocasiones. Mientras tanto, si uno iba a la página web, el leaderboard no aparecía (estuvo colgado durante gran parte de los momentos definitorios del torneo). También, como mostró Grant Boone (reconocido periodista estadounidense), la transmisión había sido cortada parcialmente, mientras se estaba disputando el playoff. En paralelo, se ha informado que LIV Golf no les pagará los aportes patronales a los trabajadores de la transmisión. ¡Y muchos jugadores pensaron que sus contratos eran solo por 10 torneos, como mencionó Alan Shipnuck! Por lo tanto, creo que con todas estas circunstancias mencionadas, ustedes me entenderán el por qué no estoy informando sobre LIV Golf: un LIV Golf que DEBERÁ GANARSE SU TRASCENDENCIA, TRABAJANDO CON SERIEDAD. Y este problema no lo tenemos en las International Series, ni en las Aramco Series. En conclusión, desde nuestro lado, LIV Golf «quedará en el freezer», hasta ver cuestiones que consideremos relevantes para nuestra región/para el mundo del golf. Por ahora, no las estamos encontrando.
Tuve que hacer esta introducción por el simple hecho de que fue alucinante lo que vimos el día domingo, en el Valspar Championship. Es que tuvimos protagonistas por todos lados. Ahora, debemos quedarnos con los 4 más importantes, por una simple cuestión de economía de palabras.
Siempre es genial tener a jugadores como Tommy Fleetwood y Jordan Spieth, en la pelea. No obstante, esto se daba de una manera especial. En primer lugar, hay que tener en cuenta que el inglés nunca ganó en el PGA Tour, a pesar de su categoría. Y todo parecía cambiar, al llegar a los hoyos finales. Tal es así que nunca se alejó a más de dos golpes del liderazgo. ¡Y llegó a igualar todo, luego del primer tercio de la ronda! Sin embargo, el par 5 del hoyo 14 y un segundo tiro con mucha mala suerte (la pelota quedó pegada en la pared de un bunker) generaron una situación totalmente perjudicial para las aspiraciones del inglés. T-3 y a 2.
Es raro, por otro lado, hablar de Jordan Spieth y no hablar de una victoria. Ahora, esto se está convirtiendo en una costumbre. Y se está convirtiendo en una costumbre por las constantes irregularidades del tejano. Bueno, allí también está su actual atractivo. El putt del hoyo 9, para par y seguir en la punta, es un resumen de lo que estamos diciendo. También, Jordan Spieth es quien ha salvado un fantástico bogey, en el hoyo 16 y luego de depositar su tiro de salida en el agua. El tema es que también hay que decir que Jordan Spieth es el que falló un corto putt para birdie, en el difícil hoyo 17, perdiendo la chance de volver a igualar el liderazgo y limitando sus chances para el capítulo final.
Fíjense lo complicado que nos resulta separar historias, al tener situaciones en simultáneo, durante todo el tiempo. Y una de esas historias era la de un Adam Schenk que no paró de luchar. Recordemos que Schenk venía de su décima semana consecutiva en el campo, esperando a que su bebé nazca en los primeros días de abril. Y estaba en la punta del torneo, a pura pasión. Es que ya, en el par 5 del hoyo 1, pudo conseguir un birdie que se había complicado, desde 20 pies. Por otra parte, supo remontar las adversidades que tuvo que enfrentar, tanto en el hoyo 6 (fallido tiro de salida) como en el hoyo 8 (3 putts), con sendos birdies… ¡al llegar al capítulo siguiente a los bogeys mencionados! Así de inspirado estaba el oriundo de Indiana, aguantándose a dos grandes de este deporte, como los mencionados Fleetwood y Spieth. Encima, el monumental putt de 71 golpes (el más largo de su carrera) parecía que le ponía un moño a una semana perfecta. El tema es que faltaba el surgimiento de un protagonista más.
La historia de Taylor Moore, en esta semana, surgió desde la intuición. Sí: estamos hablando de la misma «intuición» que le salvó la vida, hace 4 años. En un regreso a casa, un virus estomacal se transformó en un colapso de los pulmones. Y el segundo tejano que hemos nombrado, en un semáforo, tomó la decisión de ir para el hospital (obviamente, sin conocimiento de la gravedad del asunto). Fue oportuno, como en los últimos 9 hoyos de este domingo.
Más allá de sus tres birdies, en la segunda parte del campo, lo más valuable fue la actuación de Taylor Moore, en el famoso «Snake Pit» («nido de serpientes»). El birdie del hoyo 16 fue seguido por dos pares trabajados e interesantes, en el 17 y en el 18. Tal es así que el -10 terminó siendo el único score de dos dígitos, en el leaderboard (párrafo aparte para el «setup» de la sede, que siempre complica a sus visitantes). Un -10 que fue inalcanzable, de la manera menos pensada.
Schenk se había salvado, de manera espectacular, en el hoyo 17. A esa altura, igualaba con Moore (Spieth estaba a 1 y culminó con un bogey). Sin embargo, su salida queda pegada a un árbol. No obstante, Schenk decide arriesgarse… ¡jugando como zurdo! La apuesta salió bastante bien, teniendo que hacer “approach y putt”, desde 100 yardas y con la intención de llegar a un playoff. El tercer tiro quedó corto y el putt para par tocó el hoyo, saliendo por exceso de fuerza. Dejó todo lo que tenía, generando la cuota de épica que le faltaba al evento.
LA HISTORIA MEJOR CONTADA, esta semana, vino del PGA Tour. Es odioso tener que entrar en este tipo de comparaciones, porque nos gusta TODO el golf. El problema es que el dramatismo, la entrega y el suspenso son tres variables que no se pueden pedir en un shopping.
Matías Miguel Torge
Handicap 54
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