Un RBC Heritage que alimenta las esperanzas de aquellos que estén en el Marco Simone Golf & Country Club, ejerciendo el rol de conjunto local.
Creo que el equipo europeo de la Ryder Cup debe tomar nota de lo que vimos en este día domingo. Bueno, en realidad, los apuntes han empezado desde que dejamos Augusta National Golf Club. Y está bien que así sea. Los 2 protagonistas a mencionar, sin lugar a dudas, serán dos de los grandes exponentes del Viejo Continente. Uno tomó el lugar de líder emocional del equipo, sin lugar a dudas. El otro pide pista, mostrando que no se olvidó de jugar y sigue vigente, ain importar la persona que tenga en frente.
Básicamente, manifestó que esto lo hacía por el público que estaba allí, poniéndose en el lugar de ellos. Por lo tanto, sabiendo todo lo que vivió en el The Masters (y lo que significó para la historia del golf español, convirtiéndose en el cuarto campeón de su país, dentro de este torneo), es realmente valorable lo que hizo Jon Rahm aquí. Y no lo digo para generar una comparación tonta con Rory McIlroy, más allá de que el norirlandés no ha cumplido con reglas que se crearon con gran influencia de su presencia (decidió no estar aquí, faltando a su segundo evento designado y resignando el 25% del Player Impact Program del 2022, valuado en 3 millones de dólares). Tal es así que nadie puede negar el talento del norirlandés. Sin embargo, tampoco hay alguna persona que pueda negar el compromiso del español, con el deporte, con el show y con la oportunidad de dar todo de uno mismo, durante cada minuto. Ah: terminó T-15, logrando mantener el N°1 del mundo. Abismal.
Lo que hizo Rahm quedó eclipsado por un Matthew Fitzpatrick inspirado, entendiendo lo que el momento pedía. Y decimos esto porque realmente había un ambiente adverso para el inglés. En primer lugar, hay que mencionar a un Patrick Cantlay que compartía el último grupo con ellos y volvió a hacer de las suyas, en lo que al ritmo de juego se refiere (encima, Fitzpatrick es totalmente opuesto a él, en esta variable). Mas allá del loco bogey del hoyo 14, quedó a 1 impacto del campeonato y no aprovechó los períodos de buen presente. Ahora, eso no fue todo.
Debo reconocer que este Jordan Spieth consiguió un magnetismo especial. Esto lo aclaro porque he sido crítico con la manera en la que se habló de él, en el último tiempo. No obstante, el tejano está logrando algo interesante, en lo que respecta a su juego: aprendió a convivir con el abismo, constantemente. Nos lleva a momentos en donde no logramos entender cómo hace para realizar lo que hace, en un abrir y cerrar de ojos. Y la espectacularidad no siempre radica en la forma (algo que lo caracteriza a Phil Mickelson), sino en la gestión de emociones para ejecutar un camino determinado. Un ejemplo claro es el cómo logró mantener viva la ronda, en el par 4 del hoyo 10 y luego de visitar el agua. El par que sacó allí fue perfecto, teniendo en cuenta la penalidad del primer tiro. Nos mostró una «facilidad» que ninguno de nosotros había pensado. Por eso lo quieren tanto. Y por eso Fitzpatrick debía sacar todo su repertorio.
Luego de sus birdies consecutivos, entre el 15 y el 16, el inglés sabía que no podía bajar la marcha. Ahora, Spieth no le iba a conceder nada, llevándolo a un playoff que duró 3 hoyos y estuvo cargado de emociones (de hecho, hubo cantos en contra de Fitzpatrick, apoyando al americano). Más allá de todo esto, la disputa se definió con un segundo tiro letal del europeo, desde 186 yardas. Verdaderamente, parecía que estábamos en el Marco Simone Golf & Country Club.
Segundo inglés que gana aquí (Nick Faldo lo hizo, en 1984). Vuelve al Top 10 del OWGR (en el puesto 8). Nada podía salir mejor para Matthew Fitzpatrick, al conquistar este RBC Heritage: un lugar donde vacacionaba desde chiquito. Y si sumamos su performance a lo que viene logrando Jon Rahm, podemos llegar a una conclusión simple y contundente: Luke Donald, nuestro querido Edoardo Molinari y todo el equipo europeo de la Ryder Cup están contentos cuando ven EL EMOJI DE LA CHAQUETA, enviado por algunos de sus referentes. No es para menos. La ilusión se vuelve a encender, con mayor potencia.
Matías Miguel Torge
Handicap 54
PD: cabe remarcar el gran torneo de Emiliano Grillo. El argentino culminó T-7, a 4 de la punta. La foto de portada es de Getty Images.
Donaciones para financiar las actividades de la página (quien esté interesado):

