MICHAEL BLOCK Y EL EQUILIBRIO DESDE LA INCERTIDUMBRE

La mejor historia del momento, contada desde una protagonista muy cercana al personaje principal y a nuestra región. La importancia del rol de su esposa, con el golf como variable preponderante y ordenadora.

Quiero y no quiero estar en los zapatos de Michael Block, al mismo tiempo. De hecho, tuvimos que romper las estructuras de nuestros artículos, como él lo hizo con el mundo del golf, en estos días. Y ese es el atractivo de nuestro deporte. Nunca sabes cuándo aparece esa situación en donde el eje troncal de una historia se corta y genera una revolución a la que hay que adaptarse. De repente, uno se debe transformar en un surfista, tratando de que la tabla no se caiga y pasando una ola tras otra. Puede ser entretenido, pero no es para cualquiera. La gente y la locura por seguir viviendo esa realidad pueden ser dos elementos muy traicioneros. Y para eso, la frescura mental es esa balsa (siguiendo con las metáforas acuáticas) a la que hay que aferrarse. Sí: estamos hablando de la misma frescura mental que agregó nuestro protagonista de estos días, ante una realidad golfística convulsionada y asfixiante.

En la conferencia de prensa del día sábado, Michael Block la nombró a ella: «su cable a tierra». Y ella tiene una preponderancia importante, en este cuento de hadas. Tal es así que estamos hablando de la argentina Valeria Garrone, esposa del personaje principal en cuestión. Valeria, nacida en el pueblito cordobés de Wenceslao Escalante, es una persona a la que también la ha sorprendido las circunstancias de la vida. De hecho, ella conoce a Michael (es un año y medio mayor que él), dentro de una fiesta de cumpleaños en Laguna Beach, hace 20 años. Como se darán cuenta, es realmente complicado obtener un guión tan perfecto como este. Solo Dios sabe si lo que estamos diciendo estaba pensado de antemano.

Lo más loco de todo esto es que me estoy dando cuenta que me quedé corto con todo lo que quiero saber de estos 7 días que pasaron: 7 días que desembocaron en este Charles Schwab Challenge y el RBC Canadian Open… ¡como el comienzo! Pero justamente ahí está el atractivo de esta situación mágica. La gente se ha enganchado como una novela. La gente se quedó petrificada, volviendo a sentir que estamos hablando de un deporte y no de una pelea entre distintas organizaciones. Volvimos a sentir esa frescura que otorga el campo. Y la intención de esta entrevista es revivir esa frescura, desde el ángulo de la compañera fiel del profesional de la PGA más famoso de estos últimos tiempos. Había que dejarse sorprender. Tal es así que es para aplaudir el cuidado y el cariño que tiene hacia él: son 2 variables admirables, emocionantes y claramente explicativas del por qué hemos llegado hasta aquí.

– Bueno, antes de empezar esta charla, me has contado que a Michael lo conociste hace 20 años (viajando para Estados Unidos) y tenés origen en Córdoba, ¿correcto?

– Correcto.

– A su vez, me has dicho que sos 1 año y medio mayor que él. ¿Vengo bien?

– Sí.

– Sin entrar en cuestiones íntimas, ¿por qué decidiste viajar a Estados Unidos?

– Había estado en Estados Unidos varias veces, antes. Y ahí me enamoré con esta zona del país. Tuve una oferta de trabajo y me vine para acá, a trabajar.

– ¿Michael te ha enseñado a jugar al golf, en estos 20 años que pasaron juntos?

– La verdad que, cuando conocí a Michael, no tenía ni idea del golf. Me parecía uno de los deportes más aburridos del mundo (risas). Eso sí, empecé a jugar a este deporte hace unos cuatro años, para poder pasar más tiempo con mis hijos (que también son súper jugadores de golf). Ahí es donde empecé a ser «un poco más fan» del golf.

– Córdoba tiene una gran cultura golfística, ¿te han guiado tus familiares, en este tema?

– Mira, yo viví muy poco en este lugar de Córdoba, donde mi papá tenía campos. Lentamente, nos mudamos a la ciudad de Rosario (Santa Fe), la ciudad de Leo Messi. De hecho, mi mamá sigue viviendo allí. Lo único, me acuerdo de ir creciendo y ver a mi papá los domingos, sentado en el sillón y mirando al PGA Tour y dormitándose/despertándose. Y yo lo veía tan aburrido, que lo miraba a mi papá y le decía: «¡Cómo te puedes pasar tantas horas mirando esto!» (risas). No tenía ni idea.

Ahora bien, empecé a entender el deporte de a poquito. Y me causa gracia cómo se dio todo. De hecho, cuando lo conocí a mi marido, aprendí el juego de golf en inglés. No sé los términos del español.

– Como seguramente sabes, Michael ha clasificado a este evento gracias al PGA Professional Championship 2023, que se hace todos los años. Desde este momento hasta el primer día antes de que empiece el PGA Championship, ¿cómo lo viste a él, desde lo emocional?

– Hay algo que te voy a confesar. Obviamente, esto no ha sido de la noche a la mañana. Michael hace años que juega a nivel competitivo. El primer evento del tour en el que participó fue el US Open 2007. Y ha jugado 5 veces el PGA Championship, junto a 2 veces el US Open y entre 28 y 30 eventos del PGA Tour.

Eso sí, lo que sí hablamos fue que había que ir a este PGA Championship siendo quien es él. Porque, cada vez que él calificaba para un evento del tour, es como que cambiaba. Cambiaba la manera de caminar, la manera de hablar y su swing, tratando de pegar la pelota más fuerte y tener un swing más rápido y más poderoso. Y todos los que lo conocemos por años, años y años le decíamos: «Confiá en quien sos, confiá en tu personalidad y confiá en tu juego». Nosotros lo vemos y el creía que no tenía lo suficiente para el tour. Y esta es la primera vez que noté que iba a llevar su juego, que iba a ser quien es. Fue suficiente, salió como debería salir y gracias a Dios, el mundo entero lo pudo ver.

– Entrando al torneo, recuerdo cuando Michael se refirió a vos como «su cable a tierra». Y recordé esa transición de tener que jugar con un ídolo como Justin Rose a pasar a un jugar con un ídolo más grande, como lo es Rory McIlroy. ¿Cómo fue esa transición, desde tu mirada?

– No lo podía creer. Fuimos con la mentalidad de disfrutar que él entró en otro PGA Championship. Y después, pasó el corte. No podíamos terminar de digerir eso. Y después, jugar con Justin Rose. Y después, jugar con Rory McIlroy (risas). Y, para taparlo todo, ese «hoyo en uno»… Todavía lo estamos tratando de digerir.

Ahora, estoy en mi casa de Argentina y él se tuvo que ir a Texas, como todos saben. Y mi única preocupación es que tenga el tiempo de descansar. Pero me encantaron las palabras que tuvo sobre mí. Yo me dediqué completamente al hecho de apoyarlo en su carrera y a mis hijos. Por lo tanto, que haya tenido apreciación por eso ha sido un orgullo para mí.

– También me imagino que te habrá gustado la conexión que tuvo con el público: algo que es difícil de ver, en muchos profesionales.

– ¡Esa ovación! ¡Y vivirlo en persona! No creo que la cobertura de la TV pueda mostrar realmente lo que se siente cuando uno está ahí, en persona. Es algo en lo que no tengo palabras para describir lo que fue el hecho de que ovacionen a mi esposo.

– Hasta te noto un poco emocionada, cuando me relatas esto…

– Sí…

– Volviendo a la noche anterior a esa salida con Rory McIlroy, ya me has contado lo que vos le decías a él. Ahora, ¿recordás lo que él te decía?

– Rory (McIlroy) ha sido uno de sus ídolos, de toda la vida. Estaba impactado y sorprendido. Pero a la vez, al pasar los años, él me venía diciendo «yo sé que habrá algo más grande que viene. Aguantame, esperame». Tal es así que esa noche me dijo: «te lo dije. Te lo dije que lo iba a hacer». Estoy súper orgullosa de él. Se lo merece. Es una persona tan increíble y tiene un corazón tan grande.

Y me pareció increíble el apoyo que Rory McIlroy le ha dado a mi esposo, igual que Justin Rose. Ha sido algo fuera de todo lo posible.

– ¿Es verdad que Rory lo ha calmado mucho y ha estado en contacto con él, en ese domingo y según lo que te contó Michael?

– Sí, completamente. Súper tranquilo y desde el primer minuto en el que se conocieron, mi esposo se sintió que estaba jugando con uno de sus mejores amigos.

– Y con Justin Rose presiento que pasó lo mismo, aunque me sorprendió que no lo haya mirado al inglés, en los primeros tres hoyos…

– Justin (Rose) es un poquito más privado. Es que son profesionales, están tratando de dar lo mejor y necesitan un nivel grande de concentración. Por lo tanto, con Justin se necesitó un poco más de tiempo. Pero con Rory, desde el primer minuto fue una conversación.

– Ahora, Michael está en Colonial CC. Y viajará a Canadá (RBC Canadian Open). ¿Cómo hacen para que este momento no los abrume tanto?

– Te soy sincera, lo primero que hicimos fue contratar a un manager (risas), porque la verdad es demasiado para nosotros y mi marido necesita concentrarse para poder tener buenas performances. Necesitábamos ayuda, a pesar de que tenemos a muchísimos amigos y gente de su club allá, con él. Yo, lamentablemente, estoy tratando de recuperarme para poder volver a ir a Estados Unidos (nos decía que andaba con una gripe).

Definitivamente, fue un comienzo difícil porque todos quieren un pedacito de él y él es humano. En un momento, en unas de las entrevistas, les dije: «no nos olvidemos de que es humano y necesita ir al baño, necesita comer y necesita ir a dormir». Por eso, contratar a un agente fue de mucha ayuda.

– ¿Y cómo están siendo estos instantes anteriores al comienzo del Charles Schwab Challenge?

– He hablado con él, 10 minutos hoy, en la mañana (en relación a este miércoles). Ahora, sé lo ocupado que está. Y yo también no pude ver mis mensajes, porque tengo miles (encima soy muy privada con mis redes). Solo llegué a poner un post para agradecerle a todo el mundo y llegué a hablar con mis amigos más cercanos. Así que espero recuperarme y volver a estar con él y mis dos hijos, que acaban de ganar: son los N°1 con el estado de California, en el colegio llamado «Varsity Golf» (y ahora van hacia el norte, a jugar el Torneo Nacional).

– Me hablaste de tus hijos. ¿Es verdad que uno de ellos también jugará la etapa final de la qualy del US Open, junto con Michael?

– Sí, el que jugará con Michael es mi hijo de 18 años, llamado Dylan. Esto será el 5/6 y en el Hillcrest Country Club (Los Ángeles).

– Para finalizar, agradeciéndote tu enorme predisposición, cierro con esto: sabemos lo apegados que somos los argentinos a nuestras costumbres y a personajes como Lionel Messi, por ejemplo. Quería saber qué tan atento estuvo Michael Block al Mundial de Fútbol ganado por nuestra selección (2022, en Qatar) y qué tanto ha aprendido de nuestras tradiciones.

– Hay un mercadito muy chiquito aquí, llamado «Villabona», que es argentino. Y allí compro las tapas para hacer las empanadas a mi marido, una vez al mes. A pesar de que estoy bastante desarraigada de Argentina, hay cosas que todavía hago. De hecho, una de las cosas que más le fascina a mi esposo es la entraña con chimichurri y papas fritas (risas).

– Le falta la camiseta de Argentina. No sé si vio el mundial también…

– ¿Pero cómo que le falta la camiseta de Argentina? Tiene TODAS las camisetas. En el Mundial, le decía a todos que era argentino. Nos faltó que él esté en los festejos del Obelisco (risas).

Esto último fue lo único que faltaba. Quizás, inconscientemente, Michael lleva esa pasión latina que lo hace la figura que es. De hecho, los resultados pasan a ser secundarios, aunque todos deseamos que esta historia continúe. Siento que aquellos que queremos verdaderamente a nuestro deporte lo necesitamos. Cabe remarcar que también sería injusto cargarle las frustraciones de un golf en paz. Esto lo menciono porque no tenemos que dejar que pierda esa sencillez y esa naturalidad para desenvolverse como lo hace. Él está siendo un ejemplo actual de lo importante que es la acción de aprenderse cada uno de los valores que pregona el golf. Tal es así que Block no estaba pensando en los 290.000 dólares que ganó en el PGA Championship. Block estaba pensando en su familia, Block estaba pensando en seguir jugando los PGA Championship venideros y Block estaba pensando en divertirse.

Si usted es argentino como yo, mi querido lector, y ve esta entrevista, seguramente lo querrá un poquito más que lo que lo quería antes. Es lógico, los argentinos somos así. Ahora, para los argentinos y para el resto del mundo, Michael Block llegó hasta aquí, gracias a un sacrificio admirable. Por otra parte, nuestro deporte no discrimina, a la hora de abrir caminos. Y él entendió a la perfección lo que le marcaba el destino. Sin embargo, tiene un nuevo desafío clave: tendrá que conseguir EL EQUILIBRIO DESDE LA INCERTIDUMBRE. Lo bueno es que gracias a la gran ayuda de su esposa y sus hijos, se nota que está preparado.

Matías Miguel Torge

Handicap 54

Foto de portada: Getty Images.

Donaciones para financiar las actividades de la página (quien esté interesado):

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s