La elegancia y la excelencia como variables principales de una semana cercana a la década de los 2000.
Soy originario de La Plata: capital de la provincia de Buenos Aires. Les puedo asegurar que, en relación a lo turístico, ir a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es una visita obligada. Una visita que no hay que hacerla todos los días porque puede empalagar a quien no está acostumbrado. Sin embargo, el recorrer distintos lugares específicos (de la Capital Federal) provoca una sensación de disfrute, por su fineza. Les menciono un ejemplo: el contexto cercano al «Puente de la Mujer», en Puerto Madero. El lugar es bastante privilegiado, es verdad. Sin embargo, cuando uno está caminando por esas veredas, se siente en otro mundo. Por algo los restaurantes de la zona son un polo gastronómico único en la región. Internamente, cuando transitamos ese espacio, preparamos el smoking. Una acción que repetiremos, al contar lo sucedido en esta semana.
Increíble pero real. Ya hemos hablado algo de Stewart Cink, luego de su victoria en el Safeway Open, a mitad de septiembre del año pasado. Ahora bien, quisiera agregar (a lo descripto allí) que no es solo el ganador de majors más «odiado», luego de su victoria sobre el legendario Tom Watson (en el Open Championship 2009). Stewart Cink llegó a ser N°5 del mundo. Es dueño de un swing que enamora. Un swing de la vieja escuela, en donde la fluidez es la razón principal de su vigencia. Un swing que tuvo leves modificaciones, con el correr de los tiempos. No hay dudas que el oriundo de Alabama da clases de regularidad con su juego. Por algo se mantuvo durante tanto tiempo en la máxima categoría, a pesar de contar con lógicos momentos de crisis (ese major del 2009 se estaba transformando en una «maldición». De hecho, esa había sido su última victoria en el circuito, hasta el nombrado Safeway Open). Pareciera que fue ayer cuando se llevó el viejo WGC-NEC Invitational 2004, en una de las «segundas casas» de Tiger Woods: la cancha sur del Firestone Country Club. La mencionada victoria me hizo recordar mucho a la que se concretó en este evento.

Estableció el récord de 36 y de 54 hoyos, en la competencia. Sin desmerecer la gran primera ronda del australiano Cameron Smith, podemos decir que el americano desfiló por Harbour Town. No hubo ningún tipo de fisuras. Es imposible quedarnos con un solo momento de su actuación. Acompañado de su hijo Reagan, estaba todo fríamente calculado. Es más, debido a la estructura del campo, ambos sabían que el putter iba a tener un protagonismo especial, tanto en el green como alrededor del mismo. Un putter que funcionó a la perfección, en cada situación que requería su uso. Piensen que esta parte de su juego ha sido el aspecto más débil de la trayectoria del americano (esto lo decimos buscando imperfecciones con una lupa). Sin embargo, el desafío estaba sobre la mesa y el plan estaba armado: acciones propias de un campeón.
No podemos dejar de mencionar a nuestro querido Emiliano Grillo. La verdad es que el chaqueño tuvo mala suerte, al encontrarse con una soberbia actuación del campeón. Y decimos que tuvo mala suerte porque su performance fue muy cercana a su calidad conocida. No hay nada que reprocharle. Grillo ha sido el único que se animó a dar pelea, en el día domingo. A su vez, aguantó la adversidad cuando parecía que la ronda se escapaba. Su final debe ser el punto de inflexión. Al chip embocado en el hoyo 16, siguieron 2 buenos putts para par, en el 17 y en el 18. Insistimos: la victoria está más cerca que nunca, siempre y cuando se mantenga este nivel. En el «mientras tanto», Grillo obtuvo su mejor resultado desde 2018, en el viejo CIMB Classic. Como dijimos en nuestras historias de Instagram, es por acá. Es por acá, sin importar lo logrado por el protagonista principal de esta historia.

Harold Varner III, quien acompañó a Grillo en el segundo lugar, lo dijo perfectamente: «es viejo y les pateó el trasero a todos». Acompaña a Bryson DeChambeau, como el segundo golfista en repetir triunfo, en esta temporada. A su vez, es el primer bicampeón mayor de 47 años, desde el talentoso Kenny Perry, quien alcanzó este logro en 2009: una temporada nombrada hasta el cansancio. No es casualidad que hablemos de esta manera sobre Stewart Cink. Su juego refinado dio placer. Vimos en acción a un dandy de nuestro deporte. Vimos un nuevo capítulo de UN DANDY FAMILIAR.

Matías Miguel Torge
Handicap 54