Nuestro análisis de lo que vendrá en los últimos 36 hoyos del Italian Open.
Debo reconocer algo: el hambre de ganar, sin importar si es un field de renombre o un campo más tranquilo, lo tiene constantemente. No lo sacás nunca de su eje. Y no me importa esa personalidad que genera «amor-odio». Más allá de que todavía no tengo ni siquiera un video preguntándole nada, hay que estar «en vivo y en directo» para entender al magnetismo que posee Rory McIlroy.
Antes que nada, quisiéramos compartir las declaraciones de un Fabrizio Zanotti que estaba frustrado por quedar fuera del corte (la segunda ronda no ha terminado, por falta de luz. Si bien quedó a 1 golpe de jugar el fin de semana, es muy difícil que esto pase. Hugo León tampoco estará el sábado). Era entendible, debido a su doble bogey final. Sin embargo, con la generosidad que lo carateriza, nos brindó parte de su tiempo, para hablar de toda esta semana, su temporada y cómo ve el hecho que el DP World Tour tendrá 10 tarjetas para el PGA Tour, desde el año que viene.
En cuanto a lo personal, más allá de esa ampolla que estamos teniendo en el pie izquierdo, no hay mucho más para agregar a un disfrute constante. Es que no hay otra manera de decirlo: si el DP World Tour es como lo estamos viviendo esta semana, se nota que es una gran familia. De hecho, ese disfrute es el mismo que tiene la gente, sin importar qué cantidad hay. Y es el disfrute que tienen los organizadores, también.
Es muy fácil encontrarte a un Gian Paolo Montalti, director del «Proyecto Ryder Cup 2022» (y ex jugador/técnico de voley, logrando que Italia pueda llegar a la medalla plateada, en 2004). y a una Lavinia Biagotti Cigna, hija de la que originó el lugar donde estamos: Laura Biagotti. Todos tienen una gran predisposición y todos te tratan como si fueras uno más, abriéndote las puertas, «de par en par». Todo esto lo explico porque es exactamente lo mismo que le pasa a los jugadores, al llegar aquí. Y un ambiente/contexto morfológico amplio de un campo (con sus penalidades) que quiere crecer, las personalidades golfísticas más agresivas son las que ganan.
Si bien hizo un águila al 12, las cosas cambiaron en el 14, con un birdie crucial. Allí, McIlroy desplegó su repertorio, mas allá del bogey del 15. Y esto lo decimos a pesar de que la luz amenazaba con no dejarlos terminar (algo que se pudo, con lo justo). Manejó su poderío con absoluta soltura, generando autoridad… por su juego. Y eso es lo que mejor habla de su grandeza como golfista. ¡Hay que opacar a un Matthew Fitzpatrick que se cansó de tirarle a todas las banderas! Justamente, no podemos decir mucho del inglés porque, a pesar de su conocida regularidad, no está ganando. McIlroy cuenta con un plus.
Igual, ninguno de los 2 puede descuidarse. Tercero y cuarto vienen Tom Lewis (rival peligroso, cuando juega bien) y el francés Victor Perez, de quien ya sabemos su categoría. Y a 4 impactos viene un lote de 6 jugadores, entre los que se encuentra el querido Lucas Herbert y un Luke Donald que estaría aún más arriba, de no ser por la pelota equivocada, en el hoyo 10.
Nadie falta, en la pelea del torneo. Faltan 36 hoyos y el nivel es destacado. Sí, queridos lectores: estoy COMO UN NIÑO. Y espero que lo disfruten tanto como yo. Al fin y al cabo, es golf.
Desde Roma, en exclusiva.
Matías Miguel Torge
Handicap 54
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