TODD HAMILTON: NUNCA SE PUEDE DECIR ADIÓS

No fue casualidad su victoria en el Open Championship 2004. Charla apasionante con alguien que no se desenfoca de sus objetivos más deseados.

La terquedad me define. Es una palabra que es más un defecto, que una virtud. Lo sé. Y esto lo digo, a pesar de mis 28 años. ¿En dónde se refleja más esto? Cuando me cuesta asumir la imposibilidad de una situación. Seguramente se les esbozará una sonrisa, cuando les comente la siguiente frase: todavía sigo pensando que puedo ser un profesional de golf. Ese es un claro ejemplo. Tengo handicap alto, hace ocho meses que no toco un palo de golf y mis salidas no pasan las 240 yardas. No importa. En cada torneo amateur que juego, me preparo de la manera más parecida a un jugador del PGA Tour.

Para que se den una idea, el día anterior, lavo cada una de la ranura de los palos, de una manera minuciosa. A su vez, cuento la cantidad de pelotas que tengo que llevar: siempre impares y más de 20. Cada una debe tener mis iniciales (MT) y tres puntitos, en ambos lados de la marca. Los tees de salida deben cumplir las mismas condiciones que las pelotas, permaneciendo en el bolsillo derecho, junto a la lapicera azul y al «levanta piques». Con todo esto organizado (obviamente que hay cada combinación de ropa, para un momento determinado, priorizando la chomba roja y el pantalón negro. Seguramente, entenderán el por qué de esto último), al día siguiente, llego una hora antes al campo. De allí, me voy al putting green, realizando putts de 4 pies. Luego, voy aumentando la distancia, por 15 minutos. Posteriormente, me dirijo al driving range a tirar media hora de pelotas, ejecutando mi último swing con el palo con el que haré mi primer golpe de salida. Los últimos minutos los destino al juego corto y al juego sobre el green, ultimando detalles para disputar el torneo. Todo lo comentado fue un solo ejemplo acerca de cómo afronto las cosas, en mi vida. Con esto, no me enorgullezco, ni tampoco me avergüenzo. Ahora bien, trato de agotar todos los recursos existentes (sin lastimar a nadie) para llegar a lo que me propongo. Uno nunca sabe cuando puede llegar el momento. Siempre hay que estar preparado. Como nuestro protagonista en cuestión.

Todd Hamilton ha nacido en Galesburg (estado de Illinois), el 18 de Octubre de 1965. Esta pequeña ciudad, al suroeste de Chicago, iba a ser testigo de su perseverancia y sus convicciones. En el estado que contiene a la «Ciudad de Los Vientos», Todd no iba a ser vencido por aquellos «tornados» de la vida, que muchas veces nos hacen claudicar. Desde chico, y con su padre como principal mentor, estaba preparado para formar esas bases sólidas que le permitirían escribir una de las páginas más apasionantes de la historia del golf. Como un piloto de avión experimentado, sabía el camino que debía hacer para llegar a la cima. Nunca perdió el foco. Dejó que cada paso se fuera dando, sin intervenir en su natural surgimiento y, a su vez, asumiendo las limitaciones existentes. No hubo magia.

Prepárense para terminar este año, con una historia que nos va a llegar a lo más profundo de nuestros corazones. Mi querido lector, ¿quién de ustedes no se ha convencido, alguna vez, de lo posible de alguna situación especial, en mayor o menor medida? ¿A quién de ustedes no le ha pasado en confiar en «esa luz en el fondo del túnel», a pesar de que parecía que el mismo no se terminaba más? Discúlpeme. Pero no me imagino (ni en usted, ni en mi) que no surja ese «fuego sagrado», cuando el contexto no nos reconoce como un candidato a realizar alguna acción, cuyas aptitudes nos permiten verla como posible.

No tiene sentido que adelante mucho más a lo que he comentado por redes. Los invito a revivir, junto a él, un viaje a la gloria, con todas las «paradas técnicas» lógicas del contexto en cuestión.

– Todd, en el 2017, tu querido equipo de béisbol, los Chicago Cubs, volvieron a obtener el Campeonato de la Serie Mundial, luego de 108 años y soportando la conocida “Maldición de la Cabra” (para quienes no saben, a este mal augurio se lo conoce así porque a un fanático, en 1945, le prohibieron entrar con este animal. Posteriormente, se iba a encargar de generar el negativo vaticinio, que parecía sin fin). Teniendo en cuenta la proeza realizada y la manera en que se llevó a cabo, ¿podríamos encontrar similitudes de ese conjunto con tu trayectoria? De ser así, ¿cuáles considerarías que serían? ¿Por qué motivos?

– Eso es correcto. Soy fanático de los Chicago Cubs. Realmente los seguí de cerca cuando era niño y practicaba béisbol. Ahora bien, no veo ninguna similitud entre su victoria en la Serie Mundial (en 2017) y mi carrera como golfista, aparte de que nos tomó su tiempo el lograr nuestros sueños de un campeonato. Muchos han dicho (como mencionaste) que los Cubs estaban maldecidos y por eso tardaron mucho en volver a ganar. Por mi parte, no creo que me hayan maldecido. Solo creo que mi paciencia se estaba poniendo a prueba.

En esta foto podemos apreciar el viejo símbolo de bienvenida de Hend-Co-Hills Golf Course, lugar donde Todd Hamilton hizo sus primeros pasos, en el mundo del golf.

– En referencia a los Cubs, se puede decir que la popularidad que tienen es proporcional a la que tuviste vos, en tus inicios dentro de Hend-Co-Hills Country Club. ¿Es verdad que te tenían que sacar del putting green, para cuidarlo? ¿Cuáles fueron los valores más importantes que sentís haber obtenido de esa etapa? ¿La pasión, la ética de trabajo, ambas, o algún otro distinto a los nombrados?

– No es cierto que me tenían que sacar del green para que pudieran cuidarlo. Aunque pasé muchas, muchas horas en el. Probablemente, podría realizar putts, en la oscuridad, mejor que la mayoría (a la luz del día). Tenés que tener en cuenta que pasé mucho tiempo en ese pequeño campo de 9 hoyos, conocido como Hend-Co-Hills, cuando era niño. Allí encontré una pasión por el golf y solía jugar 4 rondas (de esos 9 hoyos) por día. Lo máximo que practiqué (en una jornada) fueron 7 vueltas. Por lo tanto, he llegado a realizar… ¡63 hoyos! Eso es casi un torneo completo.

– En el amor sobre nuestro querido deporte, tuvo que ver mucho tu padre. Obviamente que estoy al tanto de los sacrificios que hizo él, al alejarse un tiempo de los negocios que tenían en la familia (Hamilton’s Super Market). Ese gesto, ¿fue tu inspiración principal, por la cual acentuaste tus prácticas en el golf? ¿Recordás las emociones de esa primera victoria, en el Pepsi Little People’s Golf Championship 1975?

– Sí, mi padre hizo mucho por mi carrera en este deporte. Algunos de mis momentos favoritos se daban cuando él (junto a sus compañeros de golf) me llevaba a nuevos campos. Yo conocía a Hend-Co-Hills tan bien que podía jugarlo con los ojos vendados. Sin embargo, cuando íbamos a nuevos campos, necesitaba usar una buena gestión del mismo, para poder obtener mi mejor score. Si jugaba mal, quería que fuera por malos swings y no por malos pensamientos o por correr riesgos innecesarios.

– ¿Qué enseñanzas te dejó tu paso por la Universidad de Oklahoma, recibiendo (3 veces) la distinción “All-American” por tus grandes desempeños? A su vez, teniendo en cuenta la calidad de jugadores que salieron de esta universidad (el recordado Anthony Kim, el neozelandés Craig Perks, ganador del Players Championship 2002, y nuestro querido mexicano Abraham Ancer, entre otros), me gustaría que nos describas la importancia de la misma para un jugador que busca el profesionalismo.

– Cuando jugaba al golf, en la Universidad de Oklahoma, me di cuenta (de inmediato) que tenía que saber jugar en condiciones difíciles (especialmente con viento). Al volver a Illinois, tuve que convivir con mucho viento (25 millas por hora, o más). Era más fácil hacer «chips & putts» , sin (ni siquiera) ir al campo. Ahora, no podías desconocer que un «viento universitario» era algo que pasaba todos los días. Para que te des una idea, en mi primer torneo de este nivel, hubo un día en particular, con vientos fuertes (de 40 a 50 millas) y muchos «fuera de límites» en todo el campo. Si superabas los 80, era un gran score. No hace falta decir que no pude bajar el 80. Esto me hizo dar cuenta de que necesitaba aprender a jugar al golf correctamente, en condiciones ventosas.

Todd Hamilton, midiendo un putt en el Hong Kong Open Golf Championship 1989: evento perteneciente al Circuito Asiático de Golf.

– Luego de tus grandes actuaciones en esta etapa, intentaste entrar a la vieja (y exigente) escuela del PGA Tour (en 1987), quedando afuera por 3 golpes. Luego de eso, te fuiste para el circuito asiático, teniendo en cuenta lo difícil que era tomar una decisión así, en esos momentos. Describo esto porque, ¿pensaste en dejar la actividad, transcurriendo esta aventura? A su vez, teniendo en cuenta la actualidad del tour nombrado, ¿podríamos decir que fuiste un pionero? ¿Crees que el Asian Tour, a pesar de haber avanzado en el protagonismo mundial, es muy subestimado para quienes estamos de este lado del mundo, desperdiciando una chance para llegar al PGA Tour?

– En 1987, perdí mi tarjeta del PGA Tour por 3 golpes. Sin embargo, si no hubiera jugado bien el putt o el chip, podrían haber sido 30 golpes de diferencia. Me decepcionó el haber hecho 76 golpes, en la sexta y última ronda de esa escuela clasificatoria. Ahora bien, aunque estaba decepcionado, sabía que, con algo de trabajo y buena suerte, podría (algún día) jugar en el PGA Tour.

En cuanto al Asian Golf Tour, terminé jugando en el mismo durante 12 años, antes de lograr mi objetivo de poder ser parte del PGA Tour (en 2004). Supongo que se podría decir que soy un navegante, al jugar en el extranjero durante tantos años. Realmente, esto me permitió trabajar en la paciencia, en la gestión de cada campo y en el aprender a viajar.

En referencia a la actualidad de este circuito, a pesar que (en este año) el Asian Tour solo duró 3 meses, fue muy subestimado. Se podía jugar un buen golf y con todo tipo de condiciones.

Todd Hamilton, ejecutando su tiro (entre los árboles del hoyo 2), durante la segunda ronda del Dunlop Phoenix Golf Tournament 1994 (Miyazaki, Japón).

– Ganaste la Orden de Mérito Asiática de 1992. Además, en el año 2003, quedaste tercero en el listado de ganancias del Japan Golf Tour, obteniendo los siguientes premios: un lugar para el Open Championship 2004 (del cual hablaremos más adelante, obviamente), una invitación para el PGA Championship de esa misma temporada y la posibilidad de disputar la última etapa de la escuela clasificatoria del PGA Tour. En el período de tiempo nombrado, has ganado en 14 ocasiones. ¿Qué enseñanzas te dejó esta etapa? ¿No se te pasó por la cabeza, teniendo en cuenta tu crecimiento en el circuito, ir a probar suerte al European Tour o volver a Estados Unidos anticipadamente? ¿Cuáles fueron las variables de análisis para permanecer tanto tiempo aquí?

– Al quedarme tanto tiempo en el extranjero (principalmente en la gira japonesa), estaba haciendo bastante buena vida. Estuve involucrado con algunas empresas que me han tratado muy bien. Y, cuanto mejor jugaba, más oportunidades veía. Tuve la suerte de tener amigos que también jugaban en Japón (estadounidenses, australianos, canadienses, etc.), logrando que, el estar fuera de casa, sea aún más agradable. Pensá que todos nos empujamos, unos a otros, para ser lo mejor que podíamos ser. Además, fue beneficioso para mí seguir trabajando (en mi juego) en Japón, ya que me recompensaban por ello.

Cuando terminé 3ero en ese listado de ganancias de 2003, se me abría un camino directo a las finales de la Escuela Clasificatoria del PGA Tour, como habías mencionado. En ese momento, la decisión fue el intentar obtener mi tarjeta de la gira (en ese invierno de 2003).

Todd Hamilton, con su trofeo de campeón, luego de su victoria (por un golpe) del Honda Classic 2004, disputado en la Sunrise Course del Mirasol Country Club (Palm Beach Gardens, Florida).

– Obtuviste la tarjeta del PGA Tour y, en ese 2004, hiciste una revolución al instante. No nos olvidaremos más de tu festejo “a lo Michael Jordan” (haciéndote el desentendido), luego de tu dardo, en el hoyo 18 del día final. Con ese tiro (el último de 2 birdies seguidos), ganaste el Honda Classic, sacándole un golpe de ventaja al gran Davis Love III. Ese sería el comienzo de una primera temporada soñada. Me gustaría que nos revivieras las sensaciones de esa semana en la Sunrise Course del Mirasol Country Club. ¿Costó adaptarse a que el mundo de golf te empezara a mirar “con otros ojos? De ser así, ¿por qué?

– Este fue mi primer éxito real, en la gira del PGA. Como bien lo contaste, en esa primavera de 2004, pude ganar el mencionado The Honda Classic. En cuanto al campo, me gustó desde el principio, ya que recompensaba no solo los buenos golpes, sino también una buena gestión del campo. Era un campo en el que el par era una buena puntuación y los bogeys eran fáciles de hacer. Había que jugar y pensar bien.

Después de 14 hoyos, en la ronda final, venía +4 en el día. No sentía que estuviera jugando mal… Simplemente no estaba haciendo score. La suerte hizo que pueda hacer birdie, en el 17 y en el 18, para ganar (por 1 golpe) sobre Davis Love III. Creo que la experiencia, de mis años en el extranjero, me permitió tener paciencia y me ayudó a terminar con 2 birdies. Además, tenía 38 años y, a pesar de que técnicamente era un novato (para los estándares del PGA TOUR), no era un rookie en el mundo del golf.

– Antes de entrar al histórico Open Championship de ese año (para el cual ya estabas clasificado), fuiste a jugar el John Deere Classic, en tu estado natal de Illinois. ¿Ayudó a sacar los nervios posibles, el estar cerca de tus seres queridos? ¿Fue una preparación excepcional (para este major) por lo nombrado? ¿O considerás que es recomendable jugar la semana anterior, a un evento de estas características?

– Cuando participé en ese John Deere Classic, aunque no jugué bien, disfruté viendo a familiares y viejos amigos. Además, disfruto jugando al golf. Por lo tanto, fue una buena decisión para mí (incluso con el largo viaje) el jugar la semana anterior de un major.

Posteriormente, considerá que mi vuelo a Escocia había sido cancelado. Así que no llegué allí, hasta el martes, a media mañana. El jet lag (para quienes no saben, es el trastorno del sueño, al cambiar de huso horario) fue un problema, durante unos días. Ahora bien, estaba concentrado en tomar buenos apuntes sobre el campo. Si no tenía ganas de jugar, al menos quería estar preparado mentalmente. Además, mi familia (con mi madre) viajaba conmigo, por lo que me permitió estar más relajado.

– En los días de práctica (en Royal Troon), ¿cómo te sentías? Obviamente que uno siempre sale a ganar. Ahora bien, ¿cuáles eran tus expectativas, luego de la preparación en el lugar? A su vez, tengo entendido que parabas a comer en un restaurante italiano de la zona. De ser cierta la información, ¿te reconocían antes de que comience el Open Championship? (risas). Si la respuesta no es afirmativa, ¿ayudó esto a la concentración?

– Mis días de práctica, en ese Open Championship de 2004, no fueron buenos. No había jugado bien la semana anterior y eso se trasladó a mis primeros días de práctica. Le eché la culpa al jet lag y esperaba que, una vez descansado, mi juego volviera.

En cuanto a mis expectativas, me propuse, como objetivo principal, jugar lo suficientemente bien como para hacer el corte. Además, si eso sucedía, buscaba jugar más agresivo, en las últimas 2 rondas.

Sobre lo relacionado al restaurante mencionado, el miércoles (por la noche) tuvimos una gran cena de comida italiana y el personal nos preguntó si íbamos a «ver» el Abierto Británico. Mi caddie dijo, en broma, que estábamos aquí para jugar (apuntándome) y que, cuando ganáramos, le llevaríamos el trofeo, en ese domingo (por la noche). No me habían reconocido el miércoles, pero seguro lo hicieron ese domingo, como le habíamos comentado.

Todd Hamilton, realizando su tiro de salida del hoyo 16, durante la segunda ronda del Open Championship 2004, disputado en Royal Troon Golf Club (Troon, Escocia).

– Si quiero analizar tu actuación de los primeros 3 días, en este major, puedo usar muchos indicadores o momentos. Voy a quedarme con lo que más me sorprendió: la seguridad que mostrabas con tu presencia en la cancha. Si yo estuviera en tu lugar, al realizar el águila que hiciste en el hoyo 7 (el día viernes), por ejemplo, me hubiera traicionado la ansiedad. O me hubiera puesto nervioso, luego de dar la exhibición de golf que diste el sábado, teniendo al sudafricano Ernie Els (leyenda de nuestro deporte) como compañero de salida. ¿Te ayudó el volver a salir junto a él, en el último grupo del domingo, con lo que implica esto? ¿O nunca se puede dormir un sábado a la noche, al liderar un major? El diario local, que omitió tu nombre en la punta, ¿ayudó a motivar?

– Recuerdo bien ese águila (en el par 4 del hoyo 7), durante la ronda del viernes. Estaba emocionado porque sabía que era un buen golpe. Pero nunca esperas que entren golpes así. Siempre lo deseas, pero nunca te lo imaginas. Fueron 102 yardas y, mirando hacia atrás, ese tiro fue tan importante como el putt de dos pies, con el que gané el torneo.

El sábado jugué con Ernie Els, como bien dijiste. A su vez, estaba feliz de que volviéramos a repetir salida, el día domingo. Eso significaba que ambos podíamos concentrarnos al 100% en nuestro golf.

En cuanto al periódico que no me mencionó (en su titular), te puedo contar que mi madre estaba más molesta que yo. Supongo que se podría decir que esto me dio una motivación extra. Ahora bien, no he dejado que me distrajera.

– He leído que, en entrevistas anteriores, destacaste el putt (para birdie) del mítico hoyo 11 (bordea las vías del tren de la zona): lugar donde pudiste escuchar, entre las ovaciones, al apoyo de tu madre. A su vez, el chip que embocaste, en el hoyo 14, fue crucial. Sin embargo, Ernie Els no se despegaba de vos. El par del primer hoyo nombrado (entre los arbustos, en su segundo golpe), fue un claro ejemplo de su categoría en estos eventos, a pesar de ir detrás tuyo. Para colmo, tenías que ver como Phil Mickelson aumentaba la presión, acercándose a la punta (e igualándola, por momentos). ¿Hubo alguna técnica mental para mantenerte aislado de todo esto y seguir tu plan? ¿Se te pasó por la cabeza el Open Championship 2003, ganado por tu compatriota Ben Curtis?

– En el hoyo 11, durante la ronda final, recuerdo haber hecho un buen putt para birdie, mientras que Ernie salvó un par, después de hacer su segundo golpe desde un abrusto espinoso, a la derecha del fairway. Su pelota estaba suspendida, unos 2 1/2 pies sobre el suelo y con el «fuera de límites» corriendo por el lado derecho. El desastre estaba muy cerca. He dicho muchas veces que (en ese hoyo) su par fue mejor que mi birdie.

Después de embocar mi putt allí, pude percibir la alegría de mi madre entre los miles de fanáticos que estaban cerca de nosotros. Después de eso, sentí una inquietante calma.

En esta foto vemos a Todd Hamilton, embocando su chip en el hoyo 14, durante la última ronda del Open Championship 2004, disputado en Royal Troon Golf Club (Troon, Escocia).

En el par 3 del 14, realicé un buen tiro de salida que atravesó la parte trasera del green. Luego, jugué un lindo bump & run (tipo de approach, en donde la pelota sale con muy pocos piques y rueda, posteriormente, como si hubiera sido golpeada con un putter) hacia el hoyo, para hacer ese birdie que mencionaste. En ese entonces, me di cuenta de que estaba pasando algo bueno. Ernie había embocado un putt monstruoso de 40 pies (en el hoyo anterior), y parecía que nadie quería caer sin luchar. Además, justo por delante de nosotros, estaba Phil Mickelson. Venía encendido y subiendo en el tablero.

En esa ronda final, tuve buenas conversaciones con mi caddie, lo que me mantuvo tranquilo y concentrado, en la tarea en cuestión.

Sobre la victoria de Ben Curtis, realmente no se me pasó por la cabeza. Eso si, me dí cuenta de que la misma había sido bastante inesperada. Conociendo esto, buscaba lo mismo para mí.

Todd Hamilton, ejecutando su segundo tiro (en el hoyo 18) desde el rough, durante la última ronda del Open Championship 2004, disputado en Royal Troon Golf Club (Troon, Escocia).

– Has dicho que, el instante en donde Ernie Els tuvo el putt (en el hoyo 18 de ese día domingo) para ganar, fue el único momento en donde no te viste como ganador del Open Championship. La remontada del legendario sudafricano, en ese día domingo, fue típica de un grande de su talla. Ahora bien, yo me quiero detener en otro momento: luego de su salida fallida (allí liderabas por uno), tu segundo tiro quedó en el rough, dejándote un approach complicado, en tu tercer tiro. En ese momento, ¿sentís que te arriesgaste de más y te pudo haber costado caro? ¿Recordás (en líneas generales) la conversación con tu caddie, en ese momento?

– En el hoyo 18 del día domingo, estaba haciendo todo lo posible por perder el torneo. Un pobre drive, un pobre segundo golpe, un tercer golpe muy cauteloso y, finalmente, 2 putts para bogey. Fue entonces cuando pensé que todo mi trabajo duro fue en vano. Ernie había golpeado un hermoso hierro 7, a unos 15 pies. Su putt no fue fácil, ya que tuvo un poco de caída. Ahora bien, se daba el escenario perfecto para que él hiciera lo que hice en el Honda Classic 2004: birdie, en los últimos 2 hoyos, para ganar por 1. Recuerdo que le dije a mi caddie que Ernie lo lograría y me quité el sombrero y me preparé para estrechar su mano, en señal de felicitarlo por la victoria. Afortunadamente para mí, falló y se produjo un desempate.

Todd Hamilton, realizando un chip con su híbrido, hacia el green del hoyo 18 (último hoyo del desempate). Posteriormente a esto, se consagraría campeón del Open Championship 2004, disputado en Royal Troon Golf Club (Troon, Escocia).

– Hoy hablamos de Bryson DeChambeau por los cambios de paradigma que está generando, en nuestro deporte, por su potencia asombrosa. Ahora bien, el uso de los híbridos (en especial, realizando approachs alrededor del green) se potenció gracias a tu histórico tercer tiro, para cerrar el playoff (en el hoyo 18) de ese Open Championship. Te llevaste la corona y ¿la autoría de una nueva manera de jugar al golf? A su vez, ¿qué significa ser el “Champion Golfer Of The Year”? Seguís conservando ese híbrido Sonartec, ¿verdad? Y el restaurante italiano, del cual hablábamos preguntas atrás, ¿se cansó de pedirte autógrafos? (risas)

– La gente no se dio cuenta de que el híbrido que usé, durante mi victoria en el Open Championship, era (en realidad) mi madera 3. Fue modificado de 17 a 14 grados. Me gustó más el aspecto que tenía de híbrido, en comparación a una típica madera 3. No creo que me haya dado ninguna ventaja, solo me gustó más el aspecto del palo.

Todd Hamilton, realizando su discurso de campeón del 133rd Open Championship (edición de 2004), disputado en Royal Troon Golf Club (Troon, Escocia).

Por otro lado, escuchar a alguien decir que eres el “Champion Golfer Of The Year”, me da escalofríos. Saber que fuiste el mejor golfista, durante una semana, en el mejor torneo de golf del mundo, sin duda, te da una gran sensación.

Todavía tengo el híbrido, pero ya no lo uso. Lo he guardado como una madera 3 normal.

En cuanto al restaurante italiano, ha enviado solicitudes de autógrafos, durante estos años. Es bueno ser querido ☺️.

– Desde nuestro gran José Cóceres, en 2001, que un rookie no ganaba 2 veces (como mínimo) en el PGA Tour. Después de tu histórico logro, estuviste cerca en el viejo WGC American Express Championship 2004, disputado en Irlanda: lideraste el jueves y terminaste T-6. Desde allí, sólo un Top 10 (tu querido John Deere Classic, en el año 2006) durante casi 5 años. En cuanto a los majors, en ese mismo 2009, tuviste un Top 15 en el Masters, como mejor resultado en este tipo de eventos. ¿Considerás que has quemado etapas y el salto fue brusco (y difícil) para asimilarlo? ¿Cómo ves este período, con el paso del tiempo?

– Estoy algo decepcionado de que, después de ganar 2 veces (en mi primer año en la gira), no hice más. Hay que tener en cuenta que tenía 38 años, en esa primera temporada (y contando las victorias del The Honda Classic y The Open Championship). Además, llevaba 16 victorias internacionales en mi haber. Ahora bien, aunque tengo cierta decepción (como te mencioné), voy a considerarme como un talento tardío.

Todd Hamilton, realizando su tiro desde las agujas de los pinos (hoyo 14), durante la tercera ronda del 2009 Masters Tournament, disputado en Augusta National Golf Club (Augusta, Georgia).

– ¿Jugaste, alguna vez, Augusta National en noviembre? El beneficio para los pegadores largos (Dustin Johnson se llevó la chaqueta verde. El mismo pertenece a este grupo), teniendo en cuenta las circunstancias nombradas, ¿fue una realidad o un mito? ¿Hubieras adoptado por esta decisión de jugar sin público, teniendo en cuenta lo que significa esto para las tradiciones del evento?

– Nunca he jugado Augusta National, en noviembre. Es un campo que favorece a los pegadores largos, sin importar cuándo lo juegues. Salidas largas equivalen al uso de palos más cortos, al tirar hacia el green. El uso de palos más cortos equivale a una mejor ubicación para ir «hacia la bandera». Una mejor ubicación (en el green) equivale a mayor cantidad de putts hechos. En conclusión, la distancia (desde el tee) se ha convertido en una gran ventaja.

Aunque este Masters se llevó a cabo sin fanáticos, nos han obsequiado una competencia especial, en un lugar especial. Sin embargo, este año fue un poco más tranquilo.

En esta foto vemos a Todd Hamilton, realizando su tiro de salida del hoyo 2, durante la primera ronda del PGA TOUR Champions Dominion Energy Charity Classic 2018, disputado en The Country Club of Virginia (Richmond, Virginia).

– Pasaron los años y entraste al Champions Tour, con buenos resultados en tus inicios. Lograste 6 “Top 10” en 4 años. Sin embargo, tu temporada 2019 no fue buena y, este año, no pudiste disputar ningún evento. ¿Cuáles son tus objetivos, de cara a lo que viene? Phil Mickelson, leyenda que estuvo cerca de arrebatarte el Open Championship 2004, demostró una gran autoridad en sus primeros 2 eventos del Champions Tour, llevándoselos sin problemas. A su vez, siguiendo la nueva tendencia actual, está teniendo una distancia imposible de alcanzar para el circuito. Si Phil se dedicaría a jugar más tiempo aquí, ¿habría alguna manera de ganarle, si sigue con este nivel de juego? ¿Harías sus ejercicios para ganar más distancia? ¿O son excepciones a la regla?

– Todavía quiero competir en el Champions Tour. Aunque no tengo un buen status, tendré que jugar las clasificaciones de los lunes o participar en la Escuela Clasificatoria de otoño. También puedo solicitar invitaciones de sponsors, aunque son difíciles de obtener (a menos que seas un gran nombre).

Sobre Phil Mickelson, podríamos decir que dominó en sus 2 aperturas en el Champions Tour. Esto lo hizo con su distancia desde el tee y su toque dentro y alrededor de los greens. Si esto lo combinamos con la falta de rough, vemos que las circunstancias trabajan a su favor. En cualquier lugar que juegue, se podría imponer.

Creo que el stretching (disciplina física, en donde predominan los ejercicios de estiramiento y relajación) es una buena forma de lograr la longevidad en el golf. No veo al golfista mayor tratando de dominar un campo, como lo ha hecho Bryson DeChambeau. En algún momento, también debe preocuparse por encontrar fairways, ya que hay muchos campos que lo requieren.

De izquierda a derecha: Ian Baker-Finch, Todd Hamilton, Tom Watson y Louis Oosthuizen. Los cuatro están sonriendo en el Swilcan Bridge, durante el Champion Golfers’ Challenge: desafío que sirvió como preparación al 144th Open Championship (edición del 2015), disputado en The Old Course (St Andrews, Escocia).

– Tom Watson estuvo cerca de volver a ganar The Open, con 59 años. ¿Soñás con dar la sorpresa, en las siguientes ediciones? ¿O es una utopía?

– Si Tom Watson hubiera ganado The Open, a sus 59 años, habría sido uno de los mayores logros de todos los tiempos. En el Open, si puedes encontrar el campo duro y rápido, el golfista mayor puede competir (puede dejar que el suelo duro le dé la distancia que necesita). Si agregamos la experiencia y la paciencia, para el golf en campos links, tranquilamente podría ganar un golfista de mayor edad Watson nunca tendría que pagar una pinta, si hubiera ganado en 2009. Aunque, después de haber ganado 5 abiertos, estoy seguro de que (de todos modos) nunca paga (risas). Es una leyenda, al otro lado del charco.

– No te puedo dejar de preguntar sobre la victoria de la alemana Sophia Popov, en el AIG Women’s Open de este año. Para colmo, se dio en la misma sede que tu triunfo en el Open Championship 2004: Royal Troon. ¿Podríamos decir que, el momento vivido por ella, fue similar a tu experiencia? De ser así, ¿Por qué?

– Su victoria en el AIG Women’s Open fue más notable que la mía. Ella estaba trabajando como caddie para una amiga (en referencia a la holandesa Anne Van Dam), menos de un mes antes de su victoria. Además, solo llegó al Open, al terminar en el Top 10 justo antes. Ella, como yo, estaba en el lugar correcto, en el momento correcto… Y tomó la adecuada decisión de NO dejar de jugar al golf.

– Para finalizar, como en todas las entrevistas, busco que mis invitados nos dejen un consejo para aquellos que se inician en esto, por amor al deporte, o para quienes dan sus primeros pasos como profesional. ¿Cuál sería el tuyo?

– A todos los aficionados que recién comienzan a jugar al golf: disfruten cada día que jueguen o practiquen. A su vez, no tengan expectativas sobre el resultado de sus tiros, ya que irán siendo mejores. Además (por supuesto), si se desaniman, no se rindan.

Para todos los profesionales (sin ver ningún swing), el mejor consejo que puedo dar es:

A) creer siempre en ti mismo y en lo que estás haciendo.

B) Nunca hay que hacer un golpe, hasta estar 100% listo para hacerlo. Nunca se podrá volver atrás, luego de realizado el mismo.

Simple y concreto. Pero efectivo. Tres palabras que podrían explicar el desempeño de Todd Hamilton, en el mundo del golf. Un desempeño que merece ser valorado aún más. El listado de ganadores de majors es muy selecto. Ahora bien, el camino que hay que hacer para llegar, está lleno de obstáculos. Obstáculos que los fue sorteando, en los momentos indicados. No se creyó más que el resto. Ahora bien, tampoco se creyó incapaz para cumplir sus sueños. ¿Pudo tener momentos de debilidad? Sin lugar a dudas. Los mismos fueron superados con holgura, haciendo lo que hay que hacer: trabajando con dedicación y pasión.

Todos tenemos algo de su personalidad. Quien no está dispuesto a vivir nuevos desafíos (siempre y cuando, respetando a los que están a tu alrededor), no crece en la vida. Eso es lo que a mi me enseñaron. El conformismo paraliza. Ojo, el otro extremo también es malo (en el cual, por momentos, me incluyo). Sin embargo, nunca hay que perder esa curiosidad por avanzar. Es lo que me motivó a mi, por ejemplo, a la hora de seguir con este proyecto que tanto quiero. Es lo que permitió a Todd Hamilton, hacer la carrera que hizo y comunicar esta gran experiencia, enriquecedora para muchos chicos que piensan que hay que hacer cosas de superhéroe para triunfar en este deporte.

Luego de escuchar a Todd Hamilton, creo que la mejor enseñanza que podemos sacar, al finalizar este 2020 tan particular (deseándoles a ustedes, que nos siguen día a día, un 2021 mejor), es la siguiente: con los sueños NUNCA SE PUEDE DECIR ADIÓS.

¡OJALA TENGAN UN FELIZ 2021!

Matías Miguel Torge

Handicap 54

3 comentarios sobre “TODD HAMILTON: NUNCA SE PUEDE DECIR ADIÓS

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